CAPÍTULO 26

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Besar a una chica no se compara con ningún otro beso que Camila haya tenido antes. La sensualidad de sus movimientos y la suavidad de sus labios no podrían ser superadas nunca por un beso con un chico.


Camila respondió a su beso cerrando los ojos, pasó sus brazos sobre los hombros de Lauren y enredó sus manos su cabello negro.


Las manos de Lauren se habían aferrado a la cintura de Camila y la llevaban con suavidad hasta la puerta, donde el beso se intensificó.


Lauren succionó el labio inferior de Camila, a lo que la pequeña reaccionó con un gemido casi inaudible, las manos de Lauren subieron levantando un poco la camisa de Camila y acariciando su piel, su lengua pasó sobre los labios de Camila pidiendo permiso para entrar, permiso que fue concebido casi de inmediato.


Camila tomó el cuello de la chaqueta e hizo que Lauren se acercara más ella. Iniciaron un juego con sus lenguas, en un vaivén de labios, sus lenguas se enredaron y confundieron a sus dueñas. La espiración de ambas se había ralentizado y se hacía cada vez más profunda y pesada, al contrario de los latidos y de la temperatura, que habían aumentado considerablemente.


Lauren empezó a dibujar un camino de besos sobre la mejilla de Camila, luego bajando y deteniéndose en el cuello de la chica, dejando besos húmedos y largos. Camila no controló su cuerpo y dejó escapar otro gemido, esta vez más audible y con mayor duración.


Ese gemido se tradujo en desesperación para el cuerpo de Lauren, cargó a Camila tomándola de las piernas, la pequeña se tomó del cuello de Lauren mientras despegaba sus pies del suelo. Su espalda se separó de la puerta y Lauren empezó a caminar hacia la cama.


Bajó cuidadosamente a Camila y la acostó en la cama, iba a levantarse para quitarse la chaqueta pero justo Camila había empezado a hacerlo. Las manos de Camila le quitaron la chaqueta y la arrojaron al suelo, luego subieron por su espalda, algo que le dio escalofríos a Lauren.


Lauren tuvo cuidado al poner su cuerpo encima del cuerpo de Camila, tus piernas estaban intercaladas y había empezado a besarse nuevamente.


Lauren bajó sus manos y éstas vagaron sobre la cintura de Camila hasta llegar lentamente a sus piernas. El cuerpo de Camila le parecía perfecto, gracias a que Camila se había cambiado y puesto el pijama, ahora andaba en short, eso le permitía a Lauren tener la suavidad de las piernas de Camila en sus manos. Entonces sintió como su ropa interior ya estaba humedecida, de hecho se había humedecido desde que la vio en el reflejo de la ventana.


Camila también estaba en esa situación desde que empezaron, sus manos se metieron bajo la camisa de Lauren y empezó a acariciar su espalda, su cuerpo le parecía perfecto. Sentía las manos desesperadas de Lauren tocando sus piernas y eso la excitaba sobremanera.


Entonces Camila giró llevándose a Lauren con ella y en menos de dos movimientos, Lauren estaba en la cama y Camila se había apoderado de la situación.


Camila: ¿Entonces yo te gusto, Lauren?


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