Capítulo 32

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Derek

Una oportunidad...

Está todo listo, aún no puedo creer que sea un idiota romántico. He preparado hasta el último detalle. Lo sé, lo sé... Sé que tengo un código que no debo de romper, pero ¿A quién le importa una mierda si estoy a punto de perderle? ¿Cómo perderle sin siquiera haber luchado por ella?

Aún no sé si tan solo es un estúpido capricho, pero lo que sé, es que nunca me he sentido tan frustrado y atraído hacia una chica de la manera en la que lo hago por Alice. Tal vez solo se deba a que soy un tanto ególatra - lo reconozco- y odio la idea de que ella no muestre un poco de atención hacia mi. Es decir estoy acostumbrado a ser acosado y luego ella me ve y nada, no veo nada en su rostro y eso me frustra.

Más aún, cuando veo sus ojos verdes hermosos pero llenos de secretos. Aún detrás de todo lo que guarden, sé que hay algo muy importante, que no logro descifrar. Me gustaría llegar a conocerla de fondo y descubrir el enigma que ella representa para mi. Pero ella aún es muy inalcanzable, no sé si es porque simplemente está muy enamorada de ese idiota. Pero sé que aún cuando ella no lo admita y lo esconda de una maldita muy buena manera, ella también tiene sentimientos por mí. Así que esos es lo que voy a averiguar hoy.

Estoy listo, llevo unos jeans negros y una camisa azul de manga tres cuartos, es un atuendo bastante formal, pero la mayoría de chicas caen muertas, por la manera en la que el azul combina con mis ojos grices. Todo esta listo, solo tengo que ir por ella y luego iremos en mi auto a nuestra cita. Será un desayuno ya que tiene que estar aquí en la tarde para que su estúpido novio se la lleve y tome todo de ella.

Debido a que conozco su amor por la música clásica y el violín, ha sido muy fácil planearlo todo para nuestra cita. Esta chica es muy fácil pero difícil a la misma vez. No sé como puede ser ambas. Me encamino a su edificio y estoy tan emocionado que subo las escaleras de dos en dos para evitar el retraso.

Son las siete menos cuarto de la mañana y ella debería de estar casi lista. Llego a su puerta sin hacer un solo ruido y toco secamente dos veces. Ella abre la puerta y no me sorprende en nada lo que veo, la conozco lo suficiente como para saber que ella es una rebelde.

Va vestida con unos Leggins rosa brillante y una blusa de color amarillo fosforescente, tiene su hermoso cabello en una trenza de lado y lleva unas keds turquesa, y ni una pizca de maquillaje es todo un espectáculo. Contengo mi risa -¿De donde diablos saca un atuendo como este?- tiene una sonrisa triunfadora en su rostro como si estuviera orgullosa de su obra de arte.

―Hola Madame Alice, vengo a llevarte a ti y a esos pantalones rosas a una cita.― digo con una sonrisa igual de divertido por la situación.

―Claro, estoy lista― dice sin hesitar y sale en paso triunfante y la misma sonrisa de antes.

Le pido su mano y ella me la concede, deposito un pequeño beso en ella y digo ―Te ves preciosa― y la veo directamente a los ojos. Su sonrisa desaparece y veo como su semblante se torna pálido y luego un pequeño rubor se extiende en sus mejillas.

―Vamos, tenemos que ir a mi auto.― digo tomando de su muñeca, sin querer soltarla.

―¿Se puede saber a dónde iremos?― dice ahora en su habitual tono molesto.

―A nuestra primera cita.― digo e intento sonreír lo más posible. Ella no responde a ello así que caminamos unos tres minutos en silencio hasta que llegamos a mi auto.

Hago lo que nunca hago normalmente y abro la puerta para ella. No hace un solo comentario acerca de lo magnífico que es mi Audi, solo se sube sin decir una palabra. Cuando el auto está en marcha por fin habla.

La melodía del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora