One Night, Two Friends × MIKAYUU × ✨

4 de Septiembre

0:16 a.m    [Habitación de Mikaela]

Esa noche, Yuichiro se había quedado a dormir en casa de Mika, aprovechando que los padres de este se habían ido de viaje.

Mika poseía una litera en su habitación.
Yuichiro estaba en el colchón de arriba, mientras que Mika telefoneaba en el de abajo.
Yuu bajaba por las escaleras, con necesidad de ir al baño.
Las escaleras de la litera coincidían con el lado donde Mika estaba apoyado.

— Yuu-chan, ¿donde vas?
— Voy al baño, deja de preguntarme a cada rato que me levanto o hago un ligero movimiento.

Cuando Yuichiro salió por la puerta, el rubio de ojos celestes se incorporó y se dirigió hasta la cocina.
Yuu volvió, y al ver que Mikaela no se encontraba, se tumbó en su colchón.
El de pelo azabache carecía de camiseta en ese momento, y andaba en boxers por la casa. Tenía la suficiente confianza con Mika para eso.
El rubio volvió a la habitación con una taza de té, y al ver a su amigo así, no pudo evitar ruborizarse.

— Yuu-chaaaan... Estás en mi cama - Dijo con un tono de voz de niño pequeño.
— Mika, por favor... Tu cama está calentita -ríe- acuestate en la de arriba.
— Bueno Yuu-chan, no me dejas otra opción que dormir contigo.

El rubio se tumbó al lado del azabache sin camiseta.
Yuu sentía como su cara se volvía de un tono rojo salmón.
Su pecho chocaba de lado con el brazo de Mika. Este estaba frío, pero transmitía un calor...especial.
Yuichiro sabe que Mikaela es muy cariñoso y pegajoso, pero esta vez se sentía diferente.
El corazón del azabache latía con fuerza, y su cara parecía un tomate.
Mika, sin embargo, lucía una segura sonrisa en sus labios, y el azul océano de sus ojos brillaba con fuerza.
La mano de este se apoyó sobre los abdominales de Yuu.

—Mi-Mika... ¿¡Qué haces!?
Yuichiro se quejaba, pero no oponía resistencia.

La fría mano del rubio subía por el cuerpo del de ojos verdes hasta acabar en su cuello.
Mikaela soltó el té en el suelo para acercarse a Yuu.
Los dos se encontraban a centímetros. Las mejillas del vampiro tenían un ligero tono rosado, mientras que las del ingenuo humano eran de un tono rojo vivo, se podría hasta comparar con la candela.

—Yuu-chan, si me dices que me detenga aquí, lo haré. Si dejas que siga, no me haré responsable de mis actos. -Dijo el vampiro con una mirada seria.

Yuichiro miró a Mikaela a los ojos, y se acercó a sus labios.
Estos estaban húmedos y podía notar una pequeña grieta en ellos.
Su lengua se sentía relajada pero a la vez activa. Hacia mucho que no besaba a Mika. Desde aquel enfrentamiento con Ferid y Shinya, que se besaron por accidente.

Echaba de menos sus besos... A Yuu le costaba asimilar que aquel accidentado beso le gustara, y mucho.

El vampiro rubio dominó el beso que había empezado el azabache.
Al separarse, Mika estaba sonrojado, y sus afilados colmillos repletos de la saliba del humano.
Yuichiro agarró a Mikaela de la cintura para lograr colocarse encima de él.
A Yuu siempre le gustaba coger la postura dominante.
Este, besaba el cuello del rubio, mientras el mismo se estremecía y se agarraba con sus piernas a la cintura de Yuu.

—Yuu-chan...Yuu...

Mikaela seguía con el pijama puesto, por lo que el humano fue desabrochándoselo poco a poco.

— Mika... Nunca cambias -ríe, refiriéndose al pijama de ositos de su amigo.
— ¡Yuu! -Se queja haciendo una mueca infantil de enfado.
— Me encanta cuando me miras así.

El rubio, reaccionó a esas palabras agarrándole del cuello, adoptando la pose dominante, sin dejarle terminar.
Muy excitado, se quitó el mismo el pijama, lo más rápido que pudo. Esto provocó que se rompiera un botón.
Mikaela se levantó para quitarse el pantalón, y Yuichiro le acorraló con sus brazos contra la pared.
Acariciaba el abdomen del rubio mientras mordía su oreja.
Mika se tiró al suelo y Yuu se quitó los boxers.
El vampiro acariciaba el miembro intimo del humano, y este se tiró al suelo.
El rubio le ayudó a levantarse y se desplazaron hasta la cama matrimonial de sus padres.
La lengua de Mikaela se desplazaba por las partes bajas de Yuichiro.

El de pelo azabache gemía y agarraba los claros cabellos del vampiro.
Gritaba obscenidades que a Mika le encantaban y le hacían excitarse aún más.
Yuu estalló en el orgasmo, y Mika pudo quitarse antes de ponerse todo perdido.
El rubio no quería quedarse con las ganas, así que lanzó una mirada de aprobación a Yuu.
El de ojos azules se introdució en él. Era la "primera vez" de Yuichiro. Mikaela seguía mientras que su amigo se tapaba la boca para no gritar de placer, y sus lágrimas de dolor, a la vez, salpicaban en el azul edredón.
Los dos acabaron en el orgasmo en el mismo instante.
Agotados, se tumbaron en la cama, y se despidieron con un beso de buenas noches.