16.-No hay mal que dure cien años, ni hombre que lo aguante.

181 23 11
                                    



                                                          O tomándose un descanso.

Cuando Eizam duerme, tampoco esta tan mal. Usualmente tiene esa expresión de que va a perder la cordura en cualquier momento, siempre pensando en estudiar, en la escuela o lo que sea. Cuando duerme no parece que sea el mismo chico preocupado, ni mucho menos el que conocí anoche. Ah, es tan divertido haces estas cosas con los humanos, son tan ingenuos, pensando que estas cosas nunca les pasaran, que son los mejores.

— Humanos— rio, y Eizam se remueve un poco en la cama. Hace un rato que ha amanecido, pero estar en la cama con Eizam es más agradable que el clima frio de Inglaterra— oye... ¿aun sigues en este mundo?

— umm...

— sería malo que murieras ahora.

— ¿Morir?— Eizam abre los ojos, despierto de repente— dijiste que eso no pasaría.

— yo nunca dije eso. Dije que no irías al infierno— comento, como si solo estuviera diciéndole que como esta él clima. Eizam intenta levantarse... solo lo intenta porque ni siquiera logra impulsarse para enderezarse.

— ¿¡que rayos...?!

— ah, claro. Tus lentes— me estiro para tomarlos del suelo junto a la cama, donde cayeron anoche.

— Eso no me preocupa— ya con los lentes puestos, me dirige una mirada de preocupación, miedo y molestia, todo al mismo tiempo— ¿Qué paso?

— Tuvimos sexo.

— ¡Eso no, idiota!— me dice, su tono destila pavor, me encanta esto. Llevarle hasta la desesperación en todo sentido. No puedo evitar sonreír, sentándome con las piernas cruzadas en el borde de la cama.

— pero eso fue lo que pasó.

— no puedo... me cuesta mucho moverme.

— oh... ¿fue muy rudo para ti?

— deja de molestarme. Lárgate.

— oh, vamos, no seas tan amargado— le digo, riendo— y de nuevo, tuvimos sexo. Eso es lo que paso.

— no entiendo— ah, sí... es tan adorable cuando no me está golpeando.

— soy un demonio.

— ¿y? Eso ya lo sé— tsk. Siempre diciendo ser tan inteligente y aun así hace estas preguntas idiotas.

— Fuiste tú quien leyó es libros en la biblioteca...Técnicamente es lo mismo si lo haces con un incubo.... Arg, bien. Los íncubos se roban tu "energía" vital, así que no es raro que las "victimas"— remarco con diversión ¿victima? Jamás— enfermen y su salud empeore hasta que mueren.

— ¿¡Voy a morir?!— exclama, con voy chillona y una expresión que hace que me ponga a reír. Ah, los humanos son tan divertidos.

— claro que no, idiota. Claro, a menos que quieras que lo hagamos hasta que eso pase. No sería una mala muerte ¿no crees?

— No. Eso es horrible. Ah, casi haces que me dé algo mas— murmura, rodando en la cama para acomodarse mejor— No me siento muy bien.

— bueno, si te quedaras en cama todo el día, puedo hacerte compañía. No tengo nada más que hacer.

— ¿No tienes algún alma que atormentar?— murmura enfurruñado, igual que un gato. Yo solo sonrió.

— claro que sí ¿No me vez aquí?— Eizam solo emite un gruñido mientras murmura algo del infierno— ¿No quieres que te traiga algo? Iré a la cocina, así que aprovecha.

Para no caer en tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora