Al encontrarme sola intenté contabilizar los minutos que transcurrían pues me convencí de que tal acción me ayudaría a mantenerme lucida. Por supuesto, no transcurrió mucho tiempo antes de que perdiera la cuenta. Las palabras de Luca no paraban de deambular en mi mente y mientras más pensaba en ellas, más difícil me resultaba creerlas.
Con un sonido similar al que la puerta produjo tiempo antes, la habitación entera pareció llenarse. En esta ocasión Luca venía acompañado por un par de hombres, a éstos únicamente pude verlos cuando se acercaron a mí, lo suficiente como para ser alcanzados por la tenue luz que emanaba del bombillo.
Una pequeña mesa fue situada frente a mí y sobre ella lo que parecía ser mi cena.
—Retírense —demando Luca cuando sus secuaces terminaron con lo encargado—. Y tú, Violett, será mejor que comas.
—No tengo apetito —murmuré, desviando mi atención hacia un costado, perdiendo la mirada entre la oscuridad mientras mi mente se preguntaba si Zayn estaría buscándome o si estaría él siquiera cerca de encontrarme.
Escuché a Luca proferir un suspiro cargado de exasperación. Alguien estaba perdiendo la paciencia y para varear, esta vez no se trataba de mí.
—Violett, hagamos esto de la manera sencilla. No te conviertas en un dolor de cabeza para mí, no me obligues a adelantar mis planes, ¿de acuerdo?
No contesté, no encontré el sentido de hacerlo.
Por el rabillo del ojo pude ver como Luca deslizaba algo a través de la mesa, haciéndolo llegar hasta mi lugar. Guiada por la curiosidad, posé de nueva cuenta la vista sobre la imagen que aguardaba ante mí, en ella aparecía fotografiado un hombre, cuyos rasgos me resultaban familiares, por alguna extraña razón.
—No entiendo, ¿acaso él debe representar algo para mí? —porque de no ser así, entonces no comprendía a donde quería llegar Luca mostrándome tal retrato.
No respondió de inmediato, permitió que el silencio se instalara entre nosotros mientras él escudriñaba mi rostro en busca de sabrá Dios quien sabe que.
—Se trata del hombre al que tu entrometido padre buscaba encarcelar —evaluó de nuevo mi reacción—. ¿Su rostro significa algo para ti ahora?
Volví la vista de inmediato a la imagen sobre la mesa. Continuaba sin creerlo, después de tanto pensar en ello e imaginarlo, finalmente sabía como lucía la persona a la que le debía el que mi familia terminara por desmoronarse.
—Dime su nombre —pedí en un tono casi suplicante.
—Marco.
—¿Marco qué? —presioné sintiendo como la angustia se apoderaba de mí cuerpo. Su nombre de pila no me era suficiente, yo necesitaba saber más que eso.
—Vitalli. Marco Vitalli, mi padre.
Mi rostro demudó al escuchar su confesión. Mi mente gritaba una y otra vez que Luca mentía, que este embuste era solo otra de sus artimañas para confundirme pero yo no sabía que pensar, no era capaz de ordenar mis ideas y mucho menos mis palabras, mis balbuceos sin sentido lo evidenciaban.
—¿Tu padre? —repetí, siendo incapaz de decir algo más.
—No lo esperabas, ¿cierto? —soltó una risa corta y amarga—. Resulta inverosímil, Violett. Tú, una de las mujeres más perspicaces que he conocido, ¿cómo es posible que ignoraras el nombre del principal implicado en la supuesta muerte de tu padre? ¿Cómo concebiste que era una buena idea permanecer en Italia después de los altercados que él sostuvo con el cartel de la región?
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My Favorite Neighbor
Fanfiction¿Cuánto tiempo puede resistir el amor a la distancia? O mejor aún, ¿cuánto puede resistir al abandono? Violett está segura que toda una vida. Pero toda su vida da un giro de 180º cuando decide ir al Liceo De Artes De Venecia y conoce a su nuevo veci...