Capítulo once.

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Oh, es lo que me haces...
Lo que me haces.  

—¿¡Lo dices en serio!? —gritaron dos voces emocionadas en la línea.

  Sonrío.

—Y yo seré el que toque.

—¡Y nosotros que teníamos planeado faltar! —exclama Lydia, la novia de Jackson y mi mejor amiga, con alegría.

—Ten por seguro que estaremos en primera fila escuchándote —asegura el rubio—. Te extrañamos como no tienes idea, piojo. Será un placer ver como has mejorado y crecido.

—También los extraño, chicos, y necesito que me hagan un favor enorme.

—Dinos en qué somos buenos —indaga la pelirroja con amabilidad.

—Quiero que ustedes se aseguren de que Derek esté ahí.

  Un largo silencio se oye en la llamada.

—¿Chicos?

—Por supuesto —habla firme la voz de Jackson—. No tienes de qué preocuparte, él estará allí.

—Muchas gracias, les debo mucho —cuadro mis hombros.

—Nos veremos en una semana, pastelito—se despide mi amiga y la llamada finaliza.

—¿Emocionado? —pregunta mi padre con una genuina sonrisa de satisfacción.

   Mi sonrisa se expande—si más se podía— y asiento.

—¡Pronto veré a Derek! —suspiro como una auténtica colegiala enamorada.

—El primer amor siempre es una mierda, ¿sabes eso, no?

—Pues conmigo no lo será.

  Es decir, tuvimos muchos problemas últimamente pero eso no quiere decir que lo nuestro esté mal o perdido, en el peor de los casos.

—Ojalá sea así, si algo pasa con él tan solo llamame y mandaré refuerzos —recuerda con picardía.

 Niego con la cabeza.

—No harán falta, te lo aseguro.

—¿Qué es lo que ese chico ha hecho en ti? —inquiere con los ojos en blanco.

—No lo sé —admito—. Pero estoy feliz de que lo haya hecho.

 ¡Derek, falta tan poco!

-

El día había llegado, me encontraba en la camioneta de Byron con los nervios de punta, llevábamos ya unas cuantas horas de viaje, y cuando digo unas cuantas eran unas cuantas, de hecho, por lo que me había dicho hace media hora, estábamos cerca.

Observo por la ventana el ocaso, el pastizal que cada vez se hacía menos visible, hasta que derrepente un gran cartel inunda mi vista.

"Bienvenido a Columbia"

 Y si, luego de minutos que parecieron horas, ya estábamos caminando dentro del enorme campus, con señores que cargaban los equipos a nuestras espaldas.

Nos metemos detrás del escenario, y yo no puedo evitar reír con ironía.

Derek, ya estoy aquí, contigo.

-

No saquen las antorchas! D: Aún falta el epílogo 7u7

Hey there, Derek. [Sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora