Los cuatro jinetes se dieron a conocer, mintieron y engañaron para el bien de la gente y ahora han desaparecido de nuevo. Desde el día en que desenmascararon a Arthur Tressler y Walter Mabry muchos magos e ilusionistas callejeros han estado asombra...
Salimos de la habitación en "blanco" que de hecho sólo era ilusión óptica barata y entramos a mi departamento, en donde me senté en la sala y los demás hicieron lo mismo.
— Te he besado más de una vez ¿Como que eres mi hermano? — le preguntó Hayden a Ean.
— Por favor, chicos. Eso lo veremos en otro momento. — esa voz a mis espaldas me sobresaltó.
— ¡Pa! — grite y corrí a abrazarlo.
— Señor Holland. — saludó Adam nervioso mientras se levantaba del sillón.
Mi padre rió.
— Hola, Adam. Sientate. — Adam obedeció. — Hayden, Ann. — las chicas le sonrieron. — Ean...Josh.
— Señor. — saludo Josh muy educadamente.
— No entiendo nada. — comento Ean a lo que reí.
— Siento mucho si los hice sentir incómodos — se disculpó mi padre. — Y si aparente que los odiaba pero la verdad es que los aprecio tanto como a mi propia hija.
— Pero...¿Por qué? — preguntó Hayden.
— ¿Recuerdan la leyenda que hay del Ojo?
— Si. — contestó Adam todavía un poco tímido. — El Ojo busca a magos prometedores y los vuelve increíblemente buenos.
— La verdadera misión del Ojo. — comentó la voz de Dylan. — Es tomar cuatro actos únicos y hacerlos funcionar.
— ¡Dylan! — gritaron los chicos.
— Hola, chicos. — saludo el sentándose en la sala. — Señor Holland.
— Dylan. — saludo mi padre
— No podemos explicarles todo sobre cómo los conocimos porque tardaríamos años. — remarque la última palabra.
— Lo que verdaderamente nos importa ahora. — Dylan depósito unos planos en la mesa de centro. — Es su siguiente misión.
— Como vieron hace unos años. — comenzó a explicar mi padre. — El truco se desarrolló con dos grupos excelentes de magos. Los Domadores — los chicos hicieron una mueca de desagrado. — Y los jinetes.
— Esta año. — lo interrumpí con una sonrisa. — Serán...
— ¿Nosotros y Los Jinetes originales? — preguntó Adam, lo que más bien parecía una afirmación.
— Ya debieron de haber llegado.
Me levanté del sillón, abrí la puerta principal y unas mariposas salieron de esta.
— No. — comentaron los hermanos Steel al mismo tiempo levantándose.
— El grupo será integrado por...
— Fallon V. CollingWood — la chica apareció en la puerta y camino hacia el centro, al ver a su equipo rival se quedó muda.
— D'Andre Valderrama.
El rubio hizo lo mismo que la chica.
— Molly Salvatore.
La morena entró a la sala, parándose un momento para mirar a los chicos.
— ¡Hola! — saludo muy alegremente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
