5- Retomando Viejos Hábitos

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Fue cuando Harry se vio arrastrado por sus amigos hacia el restaurante cuando empezó a arrepentirse de no haber puesto una excusa para huir de la situación cuando tuvo la oportunidad. Durante todo el camino se dedicó a pensar argumentos lo suficientemente convincentes como para poder marcharse (por lo menos servirían con Ron) pero cuando se quiso dar cuenta, estaban entrando en el local y ya no había vuelta atrás, por lo que se resignó y enterró la cabeza en la carta que le ofreció el camarero. Fue por eso que no vio la mirada cargada de significado que le dirigió
Ron a su esposa, mirada que ella interpretó a la perfección, como no podía ser de otra manera. Así que cuando pidieron y el camarero prácticamente le arrancó la carta de las manos a Harry, este se encontró con 2 pares de ojos que le miraban con suspicacia.

-"Bueno..."- empezó Ron.

-"¿Algo interesante que comentar?" -acabó Hermione.

Harry suspiró con frustración. Se enfrentaría a esto como lo que en verdad era: una reverenda chorrada.

-"Mirad, en realidad es una tontería, no es nada del otro mundo"- en vista de su creciente nerviosismo, decidió soltarlo sin más. -" Lo que pasa es que ayer vi a Malfoy en el metro"

La mención de ese apellido provocó que Ron se atragantara con el pan y que Hermione posase el vaso de agua con soberana lentitud en la mesa, por miedo a derramarlo. Cuando el pelirrojo dejó de toser, su voz salió como un graznido de su garganta.

-"¿Malfoy? ¿Qué Malfoy? ¡¿DRACO MALFOY?!"

Harry asintió con fingida indiferencia y se dedicó a mirar a través del amplio ventanal junto al que estaban situados. Ron se reclinó sobre la mesa, buscando los ojos verdes de su amigo.

-" ¿Dices que ver a DRACO MALFOY DENTRO de un METRO en el Londres MUGGLE  no es nada del otro mundo?"- Era como si el pelirrojo susurrara y gritara a la vez. -
"Tío, normal que hoy estuvieras en shock."

-"Si te soy sincero, verle a él me dejó en shock. Luego reparé en el detalle del metro y entonces fue como si cayera en coma"- dijo Harry, aún con la vista fija en cristal como si fuera lo más interesante que había visto en su vida.

Hermione, que hasta el momento se había mantenido en un silencio calculador, sacudió la cabeza ligeramente y se aclaró la garganta.

-"Lo realmente importante de todo esto es: ¿Qué hacía Draco Malfoy viajando en metro?"- antes de poder continuar, Ron la interrumpió.

-"¡Eh! ¿Creéis que es algún castigo de su padre? Si es eso, seguro que ha hecho algo horrible"- a Ron parecía divertirle esa idea.

Hermione miró a su marido con el ceño fruncido y éste murmuró algo que sonó a una disculpa y se calló de inmediato.

-"Suponiendo que estuviera en tu misma situación"- dijo señalando a Harry -"es decir, sin acceso a la Red Flu ni la posibilidad de usar la Aparición, aún tendría mil opciones antes que el metro. Por Merlín,  ni siquiera se lo habría planteado como medio de transporte, para él es como una caja llena de sucios muggles."- dijo imitando su voz.

Harry sabía que su amiga tenía razón: elfos domésticos, carruajes privados, incluso habría sido capaz de comprar una escoba antes que usar el metro. Así eran los Malfoy.

-"Bien, ahora analicemos lo que sabemos de Malfoy actualmente. Desde que acabó la Guerra y Harry testificó a favor de su familia ante el Wizengamot, no se ha sabido nada de él. Ni un solo rumor siquiera. "- Hermione tenía los codos sobre la mesa y se tocaba en mentón con ambas manos, mientras los chicos la escuchaban como si estuvieran asistiendo a una ponencia de una prestigiosa profesora. -" Yo, por mi parte, creo que existe la posibilidad de que Draco Malfoy esté viviendo en el Londres muggle. "

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