PROBLEMAS DE IDENTIDAD

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-Esto es muy fácil Sam, escribe aquí tu nombre y apellido, escribe aquí tu problema, firma aquí y pon aquí tus huellas.-le explicó Pepe ya más calmado señalándole las distintas partes de la hoja.-Para poner tus huellas, mójalas primero aquí con tinta.

-¿Así encontrara mejor al señor Frodo?-le preguntó rellenando la hoja.

-Puedes estar seguro. Tiene mi palabra de que te ayudare.-le aseguró mientras Sadie entraba tras haber reanimado a los taseados.

-Si me necesitáis, estoy en mi escritorio.-dijo cansada.

-No quiero parecer cotilla, ¿pero qué narices haces?-le preguntó Patricia mientras Superman rellenaba los papeles.

-Ahora no. Asegúrate de que no se peleen en la cola. Y si por desgracia aparece alguien más, explícale lo de la fila.-la pidió concentrado. Patricia observó a los clientes y se fue a la sala de espera. Tras varios minutos, tan solo quedaban dos personas que acababan de llegar.

-¿Es usted del ministerio mágico?-le preguntó el penúltimo, un chico de catorce años con el pelo desaliñado y unas gafas redondas.

-Claro.-dijo y le observó la frente. "Lo suponía."-Supongo que tú debes ser Harry Potter. Rellena la hoja y hare todo lo que pueda por solucionar tu problema.-le dijo ofreciéndole un bolígrafo.

-¿Seguro que podrá encontrar a mis amigos? Dumbledore me ha dicho que viniera aquí, pero...-empezó a decir dudoso.

-Si Dumbledore te ha dicho que puedes confiar en mí, será por algo. Venga, qué te lo hago gratis. No seas tímido.-le dijo y tras dudar unos segundos rellenó la hoja.

-Con este van diecinueve.-le informó Sadie, que se había sentado sobre el escritorio de Pepe.-Venga, aguanta un poco más que solo queda uno.-le dijo tratando de animarle.

-Menos mal.-dijo cuándo una anciana se presentó ante él. Estaba tremendamente arrugada y tenía un vestido morado desgarrado que llegaba hasta sus pies. Sujetaba un rugoso bastón con un extraño círculo en la punta y su pelo negro era largo y desaliñado.

-Soy Nerissa.-se presentó con voz cautivadora apoyándose en el bastón.

-Hola Narisa, por favor, rellena el papel y te ayudaremos.-dijo Pepe.

-Se dice Marisa.-le corrigió Sadie.

-Pues Marisa, rellene el papel por favor.-le dijo Pepe mientras Nerissa se ofendía.

-Me llamó Nerissa, panda de idiotas sordos.-les dijo amenazándoles con el bastón.

-¿Ves?-le dijo Pepe.-Perdona Narisa. Ten, un boli para rellenar la...

-¡Qué se dice Marisa!-le reprendió Sadie dándole una colleja.

-¡Nerissa!-insistió la anciana golpeando a ambos con el bastón en la cabeza.

-¿Y yo qué he dicho?-dijo Pepe sin comprender y recibió otro bastonazo en la cabeza.

-¡Nerissa, por todos los elementos!-dijo enfadada.-Luego me preguntan por qué soy malvada.-dijo y Patricia acudió al rescate, reconociendo a la mujer de los comics que leía.

-Tranquila señora, no se enfade, es que son un poco sordos, nada más.-la dijo amable cogiéndola del brazo.-Venga, yo le ayudare a rellenar la hoja.-la dijo y se la llevo a otra mesa.

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-Bien, al parecer Iron Man es tan rico como en los comics y ha logrado reservar una planta entera de hotel para estar los veinte juntos. El propietario del hotel debe de estar encantado.-le informó Sadie tras colgar el teléfono.-Están en el hotel Ciudad de Móstoles, tercera planta. El recepcionista creía que organizaban una fiesta de disfraces.

El  Caso de los personajes perdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora