Era un día normal, se acercaba el fin de semana y las clases pasaban muy lentamente. Miré el reloj que estaba sobre la pizarra, faltaba alrededor de una hora para poder irme a casa. "Que fastidio.."- Exclamé en voz alta, el chico al lado me miró y arqueó una ceja. "¿Qué quieres, Adam?"- le dije en voz baja mirándolo de reojo; No iba a voltear solo para decirle eso. "Oh, nada.. solo.. ¿Estás bien? Estás sangrando de la nariz."- Dijo señalando a mi nariz, pase mi mano por debajo de mi nariz y llene mi mesa de sangre, al igual que mi mano. "Maestra, ¿Puedo ir al baño?"- Pregunté levantando la mano, "¿Es urgente?"- Preguntó ella, "Bueno, si usted quiere que llene mi mesa y mi uniforme de sangre, entonces no." Respondí con una mueca de irritación, la pobre maestra abrió los ojos como platos y me dejó salir al baño. Pasé caminando frente a un grupo de chicas que siempre se saltan las clases, ellas siempre me han molestado... desde que entré a la secundaria se han burlado de mi por mi físico o mis calificaciones, a veces por el simple hecho de ser yo se burlan de cualquier defecto, como quisiera decirles que me dejen en paz... simplemente no puedo, 2 son hijas del director y fundador de la escuela y la otra es hija de un exitoso abogado, realmente no me conviene meterme con ellas. Me observaron detenidamente y luego se rieron mientras me apuntaban a la espalda, me apuré al baño y me miré al espejo. "Ay por dios.."- exclamé viendo la mitad de mi cara cubierta de sangre. Me apuré y lave mi cara con agua fría, me miré al espejo y observé mi reflejo detenidamente; Algunos pequeños rastros de sangre recorrían mi barbilla y mejillas en busca de un punto para deslizarse y caer, ojeras realmente notorias debido a mi pálida piel, ojos claros e inusuales que mucha de la gente notaba y siempre observaba detenidamente mientras cruzaban palabras conmigo, mis labios delgados y alargados por los que se burlaron de mi por mucho tiempo, unas mejillas algo infladas por las que siempre me he acomplejado, y un cuello que, en lo personal, adoro con gran locura. Mis pestañas y mis cejas también siempre me han gustado, mas no son como yo quisiera realmente, unas uñas muy cortas a causa de mi ansiedad y un cabello que me gusta pero es más corto de lo que me gustaría que fuera. Torso corto y delgado, piernas algo largas y marcadas con unos muslos algo redondos. Escuche la puerta del baño abrirse, seguido de eso escuche a una maestra llamarme por mi nombre, no se cuanto tiempo llevo aquí realmente. Me mantuve en silencio y me escabullí por debajo de las separaciones de los cubículos de los baños. Ignore a la maestra y calle mis pensamientos un momento para guardar silencio y esperar a que se fuera. La maestra suspiro y se fue caminando algo rápido hacia la puerta y la cerró con algo de fuerza. Entonces seguí con mi platica mental. Bueno.. mi cuerpo siempre ha sido algo por lo que la gente se acerca a mi, esa es una de las principales razones por las cuales caí en depresión hace no muchos años. Las burlas, los complejos, mi familia y mis amigos han sido una parte muy importante y significativa en mi vida, ya que, gracias a ellos, he podido aprender como es el mundo en realidad. Hace un par de años, se me detecto esquizofrenia crónica. Se trató a tiempo, así que nunca fue tan grave, solo que aún tengo algunas secuelas, lo típico, amigos imaginarios, alucinaciones, voces, etc. A menudo me dan ataques de paranoia, es más, creo que ahora mismo me esta dando uno, digo, no es normal ponerse a hablar con un amigo imaginario sobre toda mi vida en el baño de la escuela con sangre en la cara, pero realmente no me importa. "ALEXANDRA!"- Gritó una voz femenina que no reconocí. me mordí la lengua para evitar hacer ningún ruido, la chica empezó a tocar todas las puertas de los cubículos, espere a que se fuera, se quedó al menos 5 minutos ahi, empezaba a desesperarme. Cuando por fin se fue continué hablándole a mi subconsciente. Espero que no me interrumpan de nuevo... Los amigos imaginarios son los que realmente me apoyan y me ayudan a tomar decisiones muy importantes en mi vida. Por ejemplo, hace unos meses estuve muy cerca de cometer suicidio, de dejar toda una corta vida atrás mientras mi mente se hacia añicos por el estrés y la depresión que me producía pensar en que haría de mi vida, mi futuro y mi existencia en sí. Hubo un momento en el que todo el mundo desapareció para mi, solo vivía en un vacío oscuro donde todo lo que había era una caída libre hacia la nada, todos esos sentimientos tan fuertes de mi vida cobraron forma y me atraparon dentro por un largo tiempo, hasta que me di cuenta que estaba cavando mi propia tumba. Cuando me di cuenta de que estaba haciendo, estaba en el piso más alto de un edificio, sentada en el suelo, pensando en que iba a hacer y que iba a dejar atrás. Muchas veces no me doy cuenta de lo que realmente estoy haciendo, solamente pienso en mis problemas y dejo de lado al mundo que me rodea. Muchas veces a causa de mi mar mental olvido lo que realmente soy; Una enferma mental acomplejada. La campana de salida acaba de tocar, corrí al salón para tomar mis cosas y un maestro me detuvo, "Señorita, puede usted explicarme, ¿Donde estuvo todo el dia? No estuvo mas de 3 horas en clase, ademas desaparecio sin avisarle a nadie."- Dijo el, yo decidí ignorarlo e ir por mi mochila lo más rápido que pude, el fue detrás de mi con pasos furiosos y solo me quedo correr. Me fui al edificio más alto de la ciudad, unos 70 u 80 metros más o menos. "Esto debe funcionar..."- Dije susurrando para mi misma, tome un elevador hasta el último piso y me asegure de que no hubiera nadie. Para mi suerte estaba vacio, asi que camine hasta lo más cerca del borde que pude y me senté de piernas cruzadas a escribir una nota en mi cuaderno.
Mi nombre es Alexandra Castillo
Mis padres son Luisa y Adrian Castillo
Estoy haciendo esto porque estoy harta de todo, de la hipocresía, de la estupidez, de la indiferencia, de la discriminación, de la burla y de todo lo malo de este mundo. Hago esto porque ya he tenido suficiente de esta sociedad podrida por la critica y la envidia de las personas vacías y carentes de suficiente intelecto para saber diferenciar entre lo bueno y lo malo. Estoy harta de este mundo porque en el pasado todos creimos que seria mejor, que todo cambiaría y que el mal no sera diferente al bien, pues seria lo mismo. Un dia me di cuenta de el mundo en el que estaba viviendo, también me di cuenta de que era una persona entre muchos miles de millones en el mismo y que por ello no podria cambiar nada. Estoy cansada de todo esto, así que, este es mi ultimo adios.
Mamá, lo siento mucho.
Papá, lo siento mucho.
Amigos, lo siento mucho.
Mundo, lo siento mucho.
Pero ya no puedo más.
Adiós, y traten de ser mejores para el mundo que los rodea.
Los quiere, Alex.Deje mi cuaderno a un lado de mi mochila, me quite los zapatos y los deje a un lado. Tome mi celular y puse mi canción favorita. Me puse de pie y empeze a girar con los brazos extendidos, di al menos unas 20 vueltas y me quede parada viendo el cielo, las nubes, lo que ya no vería nunca de nuevo. De repente la puerta del elevador se abrió, mis padres y mis amigos estaban ahí, algunos corriendo hacia mi. Tome mi celular, quite la musica y lo apague. Lo arroje por el aire hacia el vacío. Luego mire a mis padres, me dirigi hacia ellos lo suficiente para que me escucharan, entonces les dije, "Lo siento mucho, pero esto es todo. Si quieren saber por que, lean esa nota de ahi, pero no dire nada mas, esto es todo, muchas gracias, y hagan este mundo algo mejor sin mi." Seguido de eso me dirigí caminando al borde pero mi amiga corrió detrás de mí a abrazarme por la espalda, no me detuvo, simplemente me dijo al oído una frase que, estoy segura, iba a recordar aún donde sea que fuera cuando muriera.
"Recuerda que, viva o muerta, te amamos y te vamos a extrañar. Por favor, cuidanos donde sea a donde vayas. Te juro que no te voy a olvidar nunca.."- Dijo ella mientras me abrazaba fuertemente por la espalda. La separe y la abrace, dándole un beso en la frente. "No te preocupes, yo tampoco los voy a olvidar nunca."- Dije con una sonrisa triste y un nudo en la garganta. Me dirigí al borde y me pare de espaldas al vacío. Di un suspiro y susurre mi ultimo adios. Extendí los brazos y me deje caer al vacío, me abrace a mi misma y doble las piernas.
Mientras caía el cielo se nublo y se torno gris. Sonreí, lo último que veía era hermoso. Un nublado cielo gris, una preciosa gota de agua callo en mi frente, y de repente, todo se torno negro. Desperté debajo de un gran roble, había un ramo de flores de colores muy vivos a mi lado. Tambien mi celular y mis gafas. Me puse mis gafas y encendí mi celular. Todo lo que había era una foto de mis padres con todos mis mejores amigos. Una lagrima se deslizo por mi mejilla y una sonrisa melancólica apareció en mis labios. No había mas que color verde del pasto de la gran pradera frente a mi. Quizá por fin podre ser feliz en esta vida.. O no.Wea.
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Historias cortas sin final feliz.
Teen FictionNo hay nada que decir, solo vivir y existir.