Capítulo único

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―Luces un poco preocupado ¿algo sucede?

ChanYeol puede pasar horas hablando sobre cualquier cosa, no importa de qué siempre y cuando KyungSoo sonría, puede continuar pero se detiene porque por alguna razón el rostro del más bajito se tuerce en una expresión triste y abandonada. ChanYeol es capaz de ver como se lo piensa un rato antes de que le respondiera.


― ¿Soy bonito? ―pregunta con la vista fija en ningún punto, los ojos blanquecinos por la ceguera. Y ChanYeol casi se atraganta con su propia saliva, cosa que KyungSoo es incapaz de notar y ChanYeol agradece el hecho de que no puede ver su completa expresión en shock y en cuanto estuvo a punto de afirmar aquello el pequeño continuo. ―No, eso no era lo que quería preguntar, lo que quiero saber es...


Otra pausa y ChanYeol permanece a la expectativa.

―Cuéntame, ChanYeol, ¿Cómo soy? Pero te pido que digas la verdad y sólo la purita verdad.


ChanYeol se queda un rato y sostiene el aire en sus pulmones, busca la manera de sentarse correctamente.

― ¿Por qué de repente quieres saber eso, KyungSoo? ―pregunta ChanYeol viendo atentamente el rostro inauditamente serio del chico, no parece perturbado ni nada en lo absoluto, es como una de aquellas expresiones que se tienen cuando se planea estar serio en algún velorio o en la misma iglesia.

KyungSoo simplemente se hunde de hombros, permanece mudo casi exigiendo una respuesta inmediata y ChanYeol traga saliva.

―Sea lo que sea que despertó tu curiosidad, no importa, yo te diré tal cual como luce Do KyungSoo...


Suspira una vez, dos veces, cinco veces quizá unas doce veces más antes de carraspear la garganta y comenzar.


―Es fácil describir a KyungSoo, desde sus cabellos hasta las uñas de sus pequeños pies, su constitución es simplemente justa. Sus cabellos son como la oscuridad de la noche, negro de carbón y justo eso que siempre ves, su figura es pequeña, su abdomen es apretable y su cintura apretadita casi alineando una curva y sus caderas un poco anchas de esas que dan ganas de tomar entre las manos.


"¿Qué puedo decir de sus piernas? Son regordetas al principio, blancas como la nieve, sus tobillos brillantes, sus pies pequeños y respingones casi elegantes. Su caminar es despreocupado y natural en su andar, los deditos de sus pies se mueven con travesura por entre los lagos cuando KyungSoo sumerge sus piernas y juega a sacudir entre las aguas buscando mojar a quién esté cerca.

Sus bracitos son pequeños y con carnita, tiene unos cuantos lunares esparcidos entre su codo y su hombro y casi podrías imaginar que hay constelaciones en su piel perlada. Sus manitas inmaculadas y delicadas, puedes ver como con ellas curiosea con su alrededor intentando interpretar en su mente la imagen de lo que toca, las yemas de sus dedos tocan con inocencia el tronco de los árboles, su bastón y la ropa que se coloca por las mañanas.

Su cuello es cortito y alzadito, de vez en cuando se alza al escuchar un ruido, y si es adornado con un collar podría afearse el propio collar pues su cuellito es tan bonito en su mera constitución incluso el único adorno es un pequeño y marrón lunar que parece colarse de las constelaciones de sus hombros y brazos.


En cuanto al rostro de Do KyungSoo, no soy capaz de definir con palabras aquello, es preciso simplemente admirarlo, no hay más que eso, ni aunque pida ayuda sería capaz de encontrar las palabras correctas y entro en severos aprietos. No hay más que decir que es pequeño y su nariz respingona que se mueve al sentir un olor diferente y con al fruncirse se formar arrugas pequeñitas que se extienden en sus mejillas siempre adornadas de un candor tan propio.

Do KyungSoo parece estar siempre sonrojado que digo, sus mejillas se pintan de colores rosáceos, muy claros, imagina lo contrario a lo que vez, luz, si luz, pero luz teñida de un color pastel, no sé cómo explicarlo, tan sólo es sus mejillas de esa manera tan peculiar, ya al sonreír sus labios de corazón se extienden y mueven ese tinte en sus cachetes, y puedes ver que sus ojos también sonríen.


Sus ojos son de luz blanquecina y celeste que aunque creas que no te ven parece poder leerte los pensamientos y ver tu alma entera, de verdad que sí, que aunque mueras de tristeza o de amor es capaz de saberlo aunque guardes el más receloso silencio, porque incluso sus pequeñas orejitas escuchan hasta cuando un pajarito se posa en la rama de algún árbol, aunque bueno eso me parece.

Sus labios siempre serios en una fina línea son rosáceos como las mejillas, que casi pueden ser un carmín, un rojo sangre, un color más fuerte, y casi parecen pedirte atención, casi a gritos te piden que los beses y...


Do KyungSoo es tan hermoso que ya las palabras se me acaban y simplemente quedo como un estúpido sin remedio. "


KyungSoo al terminar simplemente parece al borde las lágrimas y sin pensarlo y tentando a su suerte busca a tientas el rostro de ChanYeol que permanece casi temblando viendo los labios de KyungSoo y luego sus ojos, sin poder adivinar KyungSoo se acerca y ChanYeol atrapa sus labios en un dulce e inocente beso.

―Te quiero. ―susurro KyungSoo y el corazón de ChanYeol se encogió y luego pareció rebozar de alegría y no pudo evitar sentir un estremecimiento en su estómago, ChanYeol lo describe como una clase de bichitos que pican en su barriga.


ChanYeol ve sonreír a KyungSoo y ya parece no necesitar nada más en el mundo.

Cuéntame, ChanYeol [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora