Espero sólo haya sido una equivocación.

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Todo el resto del día siguió en la misma situación de siempre:

Hansol intentaba socializar conmigo, cosa que yo evitaba, y con mis compañeros, cosa que se veía a mi parecer un poco extraño.

Él siempre había sido ese niño dulce y tímido pero ahora que esta de regreso, trajo con el una confianza que algunos envidiarian. Es conciente de que es apuesto pero no alardea de ello y eso me gusta. Ya se, no debería estar prestando atención a aquellos detalles si evitarlo y darle la menor importancia posible está en mis planes, pero es que verlo después de tanto tiempo me hace sentir nostalgica.  Luego de pensar esto, creo que debería comenzar a hablar con el, a la larga, me quedan unos cuantos meses más de clases y no puedo pasar todo el año agachando la cabeza cada vez que el se me acerca.

Ya era hora de irse a casa y como de costumbre, iría caminando. Caminar era algo que me fastidiaba pero hacer un poco de ejercicio (a mi criterio) no me haría mal, aún así si caminaba a paso de tortuga.

Ya me encontraba a mitad de camino cuando veo las luces de lo que creía que era un auto reflejadas en el concreto de la calle, haciendo que mi silueta formara una sombra.
Habría jurado en la mañana que correr estaba en mis opciones si era quien yo creía pero ya había cambiado mis pensamientos:
Si acaso se acercaba en su auto a ofrecerse a llevarme a casa, aceptaría sin protestar.

Al contrario de mis ideas, era Hansol en su auto pero algo diferente se notaba: alguien lo acompañaba en el asiento del copiloto. Por lo que pude observar desde el vidrio trasero del automóvil, era alguien con cabello largo; si duda una chica.
Bufé por centésima vez hoy y volví a caminar para llegar a casa luego de 10 minutos arrastrando las suelas de mis pies contra el suelo. Abrí mi puerta y tiré la mochila al sofá al momento que apoyé mis pies en mi casa. Mi madre no volvería hasta dentro de dos horas y por suerte, aunque sea extraño, no tenía deberes para hacer.Todas las horas de clases se habían dedicado a presentarnos a los nuevos profesores y a introducirnos nuevas materias que tendríamos este año. En fin, nada emocionante
. Subí a mi habitación y busqué ropa ya que urgentemente necesitaba un baño. Ya que no tenía cosas para hacer, decidí llenar la bañera y relajarme en un baño de burbujas que hacía tiempo no tomaba.
Busqué lo necesario como mis toallas y ropa cómoda para ponerme luego; la música no podía faltar y obviamente mis sales que ya se encontraban olvidadas del poco uso que les daba.
Me adentré al baño y no me preocupé en cerrar la puerta, total, me encontraba sola y no tendría visitas. Me despojé de mi uniforme escolar, el cual coloqué en un colgante y me sumergí en la bañera, suspirando al sentir el agua cálida que extrañaba.
La música ya se encontraba sonando a un volumen aceptable y ya me encontraba yo relajada a tal punto de quedarme dormida en aquel cálido lugar .

Tan ideal era la situación hasta que oí el timbre de mi puerta sonar dos veces seguidas.
Maldije al segundo de escuchar aquel molesto sonido y salí rápidamente de la bañera, enrollando una toalla alrededor de mi cuerpo, para bajar las escaleras y abrir la puerta. Seguro era mi madre que había salido temprano y  había olvidado sus llaves. Gracias mamá por interrumpir mi preciado tiempo de relajación, pensé antes de abrir la puerta y quedar sorprendida y avergonzada por quien se encontraba frente a mi. Rápidamente cerré la puerta y me apoyé contra ella. Miré hacia mis costados y corrí a mi habitación.

Espero sólo haya sido una equivocación

COME BACK /Vernon/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora