capitulo 4

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Al estar acostado, Ciel mira a Sebastian con timidez el sube a su cama y se sienta sobre él , claro que despacio para no lastimarlo , Ciel se logra mover antes de que Sebastian se terminara de sentar  ya los dos sentados en la cama Ciel pregunta:¿que estamos haciendo?
-disculpa mi señorito , ¿puedo besarte?- pregunta Sebastian.

-¡claro que no!- grita Ciel un poco nervioso.
-ya veo creo que has olvidado tus sentimientos hacia a mi- dice Sebastian.

Ciel lo toma por la barbilla y lo besa, Sebastian le sigue el juego después Ciel dice: puedes hacer lo que quieras- Sebastian no quiso hacerle nada y solo lo abrazo , no quería perder a alguien con quien por fin había sentido algo , aunque esos sentimientos cambiarían y él lo sabia muy bien.

A la mañana siguiente Sebastian siguió la misma rutina de todos los días claro como siempre los demás sirvientes de la casa iban a crear desastres que tenia que arreglar él mismo.

Primero fue con Finny.

-¿como esta el trabajo hoy?- Pregunta Sebastian.
-¡BUA!, ¡como siempre no pude controlar mi fuerza y rompí la maceta del señorito! ¡soy un desastre!- dijo Finny preocupado.
-eso nadie te lo niega , pero lo de la maceta tiene arreglo ten toma este pegamento es fuerte , pero es seguro porque es para niños usalo y arregla esto- dice Sebastian.

A los demás no les había planeado ninguna tarea ya que ellos habían peleado en la noche por protejer la mansión entonces estaban lastimados, para su suerte seria la primera vez que reciben a un invitado sin haber hecho todo bien al ultimo segundo.

-¡Sebastian!- grita el noble Phantomhive.
-¿que se le ofrece señorito?-dice el mayordomo.
-tengo una orden para ti.
-¿se puede saber que es?.
-si disculpa, solo necesitaba ver tu bella sonrisa.
Sebastian lo toma por la espalda y lo abraza, Ciel mira hacia arriba y lo besa, Sebastian toma un botón y suavemente lo empieza a desabrochar y luego, ¡Señor Phantomhive lo esperan abajo!- grita Mai rin.

-Mai rin ,¿que hace aquí , por que no esta descansando en su cuarto?-dice Ciel.
-lo siento, escuche que tocaban la puerta pero no escuche que nadie viniera a abrirla fue como si estuvieran haciendo algo muy ocupados y no supe que hacer a parte de venir yo sola a abrir- explica Mai rin.
En ese momento Ciel y Sebastian se sonrrojan y mejor solo atienden al invitado , de nuevo el señorito como buen niño mimado le pide a Sebastian un pastel para sorprender a su invitado aunque en realidad a Ciel casi no le importa.

Por fin se fue su invitado y Ciel mira a esos ojos bellos y deslumbrantes de Sebastian.

Un amor imposible fanfic -kuroshitsujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora