Ágatha

Capítulo 5

A primera hora de la mañana tenía mi primera clase. Aiden vino a buscarme a mi habitación y fuimos a desayunar juntas. Después de estar reunidos con los demás en la cafetería, nos dirigimos a clase, incluido Jack.

La clase era enorme. Había miles de pupitres de pareja y al fondo podía ver una pequeña grada con mesas plegables. La sala era sencilla, la única decoración que había era estanterías llenas de libros grandes y altas ventanas.

Aiden, Jack y yo nos sentamos en la primera fila de la grada. La gente iba entrando y sentándose en su lugar. Al cabo de cinco minutos apareció un hombre mayor.

—Buenos días, soy el profesor Harrison— nos miraba uno a uno—estaré con vosotros durante el curso y espero que no me decepcionéis.

La clase solo duró media hora ya que solo era el día de presentación. Jack se fue a no sé dónde con un compañero. Tampoco tenía interés a donde se dirigía, lo único que estaba pensando era como estarían mis padres.

—Hola ,Tierra llamando a Victoria—agitó su mano con desesperación. 

—Perdona... ¿Qué dijiste?

—Quiero que vengas conmigo a la biblioteca, necesito coger un libro.

—¡¿Biblioteca?!

— Claro, de dónde te crees que sacamos los libros.

Me había puesto tan feliz aquella noticia que me había olvidado de mis problemas. En menos de un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos en frente de la torre a la que no había entrado. Y creo recordar que es la más alta de todas. Entramos y subimos al tercer piso. Aquello era la biblioteca más grande que había visitado jamás.

— Quedate en esa mesa de allí, no tardaré.

Aiden desapareció en uno de los pasillos. Ya había pasado diez minutos y aún no aparecía. Justo cuando iba a levantarme de la silla, una voz masculina que estaba a mi lado habló.

— ¿Tú por aquí?

— Vaya Brant, que sorpresa.

— Si bueno, me gusta venir a menudo por aquí. ¿Qué haces por aquí?

— Vine con Aiden acompañarla a por un libro pero veo que está tardando demasiado.

-¿Aiden por un libro?—rie—  que extraño.

Reí junto con él.

— ¿Y qué estás leyendo?

— Es un libro de toda la historia de Ágatha.

— ¿Puedo echarle un vistazo?

—Por supuesto, todo tuyo.

Brant me estuvo enseñando varios libros más. Decía que el mejor libro de historia era el de hace treinta años que explicaba una guerra que hubo entre el rey y su hermano. Cuando menos me lo esperaba,apareció Aiden con cara de agobio.

—  Lo siento tía, he tenido que ir a la planta cuatro porque no estaba el libro por aquí. ¿Vamos a comer chicos? Me muero de hambre.

Asentí.

— Oye — Brant me agarró de la muñeca y me susurró al oído—  cuando quieras podemos venir aquí y seguír leyendo.

Le sonreí y me apresuré para alcanzar a Aiden. Cuando llegamos al bar,apenas quedaba sitios libres hasta que Aiden divisó a los chicos en una mesa.

— ¿Qué tal la primera clase Victoria?—  Jacob fue el primero en hablar.

— No ha estado mal aunque solo era de presentación.

— Que envidia — habló Roxan— yo ya he empezado con libros y...

— Oye no te quejes — interrumpió Jack—  Al menos tu puedes realizar hechizos.

— Bueno ya basta, no empecéis.

Jacob parecía el "papa" del grupo. Se le veía muy responsable.

— Cambiando de tema, hoy es la moraga   de bienvenida del curso. ¿Iremos no? — Aiden aplaudía con entusiasmo.

Ya era por la tarde y habíamos quedado todos a las ocho en la puerta de la residencia de los chicos para ir juntos a la moraga. La fiesta se realizaba detrás de las torres donde había un gran bosque. Roxan decía que casi nadie se adentraba ahí porque la gente murmuraba que allí habitaban seres extraños. Cuando llegamos había una gran fogata y muchos adolescentes con copas en las manos. Podía ver a parejas liándose como si no hubiera un mañana junto a los árboles y a gente por los suelos bien borrachos. 

 — ¿Permiten este tipo de fiestas aquí?—pregunté un poco asqueada por lo que estaba viendo.

—Bueno —me susurró Jacob, ya que había música y apenas se oía. —  solo nos dejan hacerla antes de empezar el curso y otra última, al final.

Los chicos nos habían traído bebidas. Yo pedí coca-cola porque no me gustaba el alcohol. Aiden decía que tenía que explorar mis límites y que un poco no haria daño. Sonó una música rara pero bastante movidita y pegadiza. Roxan y Aiden empezaron a mover sus caderas al compás de la música y me animaron a unirme. Al principio me daba vergüenza pero luego empecé a moverme y me olvidé.

—Venga Vic, solo un trago —Aiden me dió de beber de su vaso.

—No esta nada mal...—aún me quemaba el vodka por mi garganta.

Iba pasando el tiempo y yo ya iba por mi tercera copa. Roxan se fue con un chico por lo que nos quedamos Aiden y yo solas hasta que vinieron Jack y Brant. Se pusieron a bailar con nosotras. No paraba de reírme. Me sentía viva.

Brant se puso detrás mía y me cogió de la cintura mientras bailábamos. En un segundo me giró y me pegó hacia él quedando su boca a centímetros de la mía.