7:00
Sonaba la alarma y esto indicaba que ya era hora de levantarse.
Mi nombre es Estela Ruíz, tengo veintiún años y vivo en Londres. Mi madre es fotógrafa y se mudó a Reino unido después de una crisis económica que hubo en el continente del que vengo; Sudamérica, en ese entonces yo solo tenía dos años.Aquí las cosas no van mal. No somos adineradas, pero podemos sobrevivir dignamente. Mi madre es feliz haciendo lo que ama y yo soy feliz haciendo...bueno, a decir verdad, no soy tan feliz, pero ya estoy acostumbrada a ser la camarera de un bar bohemio en Londres. Aquí siempre llegan bandas con aspiraciones de que les pase lo mismo que a los Beatles.
Para mi es realmente divertido ver a todos estos chicos llegar, debo reconocer que tienen talento, pero yo soy un poco exigente y no me dejo impresionar fácilmente.
Mis días son normales y aburridos. En la mañana ordeno y limpio mi hogar; luego voy a la librería; almuerzo con mi madre; posteriormente la ayudo a revelar las fotografías que tomó el día anterior; y, por último, al bar bohemio a ser camarera. Así es cada día, de cada semana, de cada mes.
Voy caminando a mi trabajo, es una linda tarde de invierno, aún quedan estragos del año nuevo.
Las personas se ponen muy contentas cuando comienza una nueva década. Y la década que ha comenzado no es cualquier década, son los setenta.
Miro al cielo, sonrío y de pronto me siento llena de esperanzas.
Entro al bar y saludo a mis compañeros.
- ¡Hola chicos! ¿Cómo va todo?
- Hola Estela, debemos trabajar rápido, esta noche tocarán unos chicos y el jefe quiere que todo funcione bien - me dijo Mary, una chica guapa de cabello rubio y ojos azules.
- Muy bien, ¿y John dónde está? - John Deacon es mi compañero de trabajo, toca el bajo, pero aún no se ha incorporado a alguna banda.
- Probablemente comiendo tostadas. Nuestra conversación se vio interrumpida por unos chicos que entraron repentinamente. Había un rubio muy guapo, otro melenudo y un chico que llamo mi atención, su cabello era más o menos largo y tenía una dentadura prominente.
- Hola chicas, ¿me podrían indicar dónde puedo dejar los instrumentos? - Dijo el melenudo.
- Sí, síganme - Mary los guió hasta el pequeño escenario que estaba al fondo del bar. El rubio se acercó a mí.
- Soy Roger - sonrió y sus ojos azules parecieron brillar - Mis amigos son unos maleducados y olvidaron decir sus nombres.
- No te preocupes, después de todo solo somos camareras - sonreí un poco nerviosa, me sentí algo estúpida por lo que dije.
- No digas eso querida, tú y tu amiga son unas camareras muy guapas - me guiñó un ojo. No sé qué vio en mí como para considerarme guapa. Soy de estatura mediana, flaca, ojos color avellana y cabello castaño claro. No soy nada de otro mundo.
Luego llegó Mary con los demás chicos.
-Ya acomodaron sus cosas, ahora solo queda esperar la hora del show - dijo Mary.
- Hola, creo que no me presenté - dijo el melenudo - Soy Brian May, un gusto - extendió su mano y yo la tome.
- Yo soy Estela, un gusto.
- Y yo soy Freddie, mucho gusto en conocerte Estela - dijo el chico que había llamado mi atención, me miraba directamente a los ojos, como si quisiera ver dentro de mí. Me puse un poco nerviosa y me sonrojé.
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Somebody To Love
FanfictionEstela Ruíz es una camarera de veintiún años, vive en Londres desde los dos años. Su vida es tan monótona que siente que ya no hay esperanzas. Pero los 70s recién comienzan, y con la llegada de Freddie, Roger, Brian y John, su vida se volverá más in...