Diez años.
Kris.
Tao y yo nos llevábamos de maravilla, como dos verdaderos hermanos de sangre. Supongo que, después de tres años viviendo y durmiendo bajo el mismo techo juntos, tarde o temprano tenía que pasar. Desayunábamos juntos, papá nos llevaba a la escuela en su auto, y nos separábamos para ir cada uno a nuestras respectivas clases. A pesar de que estábamos en el mismo grado, el estaba registrado en la clase B. Luego de que terminábamos las clases, papá nos daba permiso para ir por ahí juntos, acompañados por Xiumin y su novio, Chen y Lay.
Xiumin y Lulú sabían de mi hermano adoptivo, toda la escuela lo sabía. Yo mismo me encargué de presentárselos a cada uno de mis conocidos, excepto a Kai y sus super mejores amigos que me hacían la vida imposible. Lo que menos quería en ese momento era que también se la hicieran imposible a Tao, en ese momento en el cual él ya no lloraba cada noche por su mamá.
Había evolucionado mucho, incluso le decía a mi señora madre "mamá". Yo ya no me sentía amenazado en mi hábitat, ya no me sentía celoso. El amor de mis padres era tan enorme que, incluso dándoselo a Tao, sentía que el que me daban a mi sobraba bastante.
—¡Ya! —gritó Chen, empujando a Lulú hacia su novio.
Chen, Lay y yo estábamos persuadiendo a Xiumin y Luhan de que se besaran delante de toda la clase, mientras que la maestra Choa estaba en dirección.
Minnie hizo ademán de acercarse al ciervo; cuando todos comenzaron a gritar emocionados, el bollo se separó inmediatamente, causando las protestas de la clase.
—¡Ahora! —dijo Lay, realmente enojado— ¡La maestra ya va a venir!
La puerta del aula se abrió. Todos dieron un respingo pero, al ver que se trataba de mi hermano, siguieron insistiendo en que los novios se besaran.
Lulú estaba todo calladito, mirando sonrojado hacia todos lados. Xiumin, en su descuido, lo tomó de la nuca y comenzó a besarlo.
Todos gritamos y comenzamos a hacer escándalo, incluido Tao.
—¡Qué asco! —exclamó mi hermano, cuando vio que la lengua de Lulú comenzó a lamer la del bollo.
Ahora, todos los que estábamos haciendo bola ahí alrededor de la pareja, tratábamos de separarlos.
Después de tres años de romance, no me sorprendería que ese par ya hubieran tenido su primera relación sexual.
Taehyung me había chismorreado que, una vez que fue al baño en la jornada escolar, vio a esa parejita tocándose sus cositas sin mayor pudor.
¡Asco! A mi todavía me daba pena cuando alguien decía la palabra "pene" en voz alta.—¡¿Qué está pasando aquí?! —la maestra Choa estaba junto a la pareja. Había aparecido quién sabe de dónde.
Los novios se separaron, y nadie le respondió nada a la maestra.
Los arrastró fuera del salón, dirigiéndose hacia la oficina de la ahora directora Krystal.
—¿Quién llamó a la maestra? — preguntó Chen, quien era el que movía a todo el salón como se le hinchara la gana.
Estaba seguro que nadie de nuestra clase había sido. ¡Todos estábamos sintiendo morbosidad porque aquel par estaba besándose! Esa pareja era muy querida por los compañeros y maestros, nadie de nosotros se atrevería a acusarlos. A menos que...
—¿Kai vino contigo? —le pregunté a Tao.
Toda la clase estaba esperando su respuesta, pues la clase B era nuestro rival a muerte. Excepto Tao, claro.
—No.
—Cuando fui al baño, ¡Kai estaba hablando con la maestra Choa para que viniera para acá! —dijo nuestra oreja del salón, Taeyeon. Chismosita.Todos comenzaron a insultarlo, pero claro, nadie se atrevía a enfrentarlo de frente. Ni yo.
—Tao, ¿a dónde vas? —lo seguí. Se dirigió a su salón.
Cuando entramos, todos dirigieron sus miradas hacia mi. Ay, esa clase B y su eterno odio hacia nosotros.
—¿Por qué acusaste a Luhan?
Tao estaba con sus puños apretados, dirigiéndose hacia Kai.
La clase se levantó de sus respectivos asientos, replegándose hacia la pared. Esperaban una pelea entre mi hermano y el negro.
—¡A sus lugares, niños! —entró la maestra de la clase B, Hani, despreocupada.
—Los veo en la salida —se apresuró a decirme Kai.Me retiré rápidamente de ahí.
En mi aula, Luhan ya estaba en el salón. Lloraba desconsoladamente, hipando.
—Le... Hablaron a... La mamá de... De Xiu...min —dijo Lulú, mientras se tallaba sus ojitos.
¡MALDITO NEGRO!
—¿A la tuya no le hablaron? —inquirió Taeyeon.
Lulú negó con la cabeza. —La maestra le enviará un citatorio.El ciervo estuvo mal toda la jornada escolar. El bollo no había parecido en el salón, y Taeyeon dijo que lo vio marcharse del colegio junto a su mamá. Lo de Kai me tenía sin cuidado, a él no le temía, pero cuando estaba con sus amigos, me hacía cagarme de miedo. Eran muy montoneros; te metías con uno, y los seis te daban la paliza de tu vida.
Lo que más me angustiaba eran las repercusiones que la madre de Xiumin tomara con Lulú, o conmigo por solaparlos y no contarle a nadie de su noviazgo. ¿Los alejarían? Esperaba que no.—¡Tú! —me disponía ir rápido a casa. Tao caminaba a mi lado. El patio principal se iba vaciando de a poco, hasta que sólo quedamos mi hermano, el negro, sus otros cinco amigos y yo.
—¿Tus amigos gays te contaminaron? —comenzó Sehun, el flacucho alto— No quiero que me contamines a mi.
—Odio a los gays —protestó Kai.
Oh, no, no, no. Con Lulú y Xiumin no se metían.
—Hace mucho que quería hacer esto —dije poniéndome en guardia. Los otros cinco se adelantaron, cubriendo a Kai desde todos los flancos. Incluso Baekhyun estaba ahí con la guardia arriba, a pesar de ser más femenino que Lulú.
—Sólo el negro y yo —les dije a sus amigos. Pero me ignoraron.
Kai se lanzó a mi como un tigre; cuando reaccioné, yo estaba en el suelo, sobre mi trasero.
Tao corrió hacia ellos y, con una patada voladora, apartó a Chanyeol y a Suho de su camino. Los otros retrocedieron, empujando a Kai por delante. Supongo que esos le dieron a entender a Kai que ya era hora de que el negro protegiera a sus amigos, en vez de que fuera al revés. Kai se puso en guardia, un poco inseguro. Tao giró sobre su eje, y estampó su pierna en el costado del negro. Éste, por la fuerza que llevaba aquella patada, fue a dar de lleno al pavimento.
—Dejen de molestar a mi hermano —les dijo—. Si lo hacen, aparte de que les de una paliza, le diré a la directora Krystal que se ponen debajo de la escalera para verles los calzones a Yooa y sus amigas.
Al ser amenazados, Kai y sus amigos corrieron hacia la entrada principal, perdiéndose hacia la derecha.
Mi hermano me ayudó a levantarme. ¡Las benditas clases de artes marciales habían servido de algo!
Desde ese día, Tao, el niño de piel morenita y ojitos chiquitos, robó mi corazón.
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Nothing Left To Say
Fanfiction¿Quién sabe lo que está bien? Las líneas se mantienen cada vez más delgadas. Mi edad nunca me ha hecho sabio Pero sigo empujando una y otra y otra y otra vez. Me doy por vencido, renuncio, hey, estoy abandonando ahora.