Él mismo nunca habría esperado conocer a Francis de esa manera.
Matthew era un simple estudiante de veterinaria que viajó a París para tomarse unas vacaciones de una aburrida rutina.
En ese momento todo le parecía perfecto; el ambiente, las personas, los momentos... Que por supuesto, de aquellos momentos uno era el más especial. Aquel en el que conoció a Francis Bonnefoy, un perfumista francés con el que se chocó mientras que caminaba en las calles de París.
—Oh, disculpa. No me fijaba por donde iba.— Se disculpó el francés. —Espero que no te hayas lastimado.—
Levantó la vista un poco para ver quien le hablaba.Un francés alto, rubio, de ojos azules. Llevaba un elegante traje con una corbata azul.
—Tranquilo.— Le dijo mientras se levantaba.—No me pasó nada. Yo también debería disculparme, estaba bastante distraído.—
—No te preocupes, no tienes que disculparte. Mi nombre es Francis Bonnefoy, un gusto en conocerte, ehm...—
— Matthew, Matthew Williams.—Se presentó con una sonrisa.
—Bueno, ¡Un gusto, Matthew Williams!— Le devolvió la sonrisa mientras empezaba a caminar junto a el. —Siempre me alegra conocer gente nueva, aunque sea de forma peculiar. —
—El gusto es mio, Francis. También me alegra haberte conocido.—
Desde ese día no pudo parar de pensar en aquel francés. Además de que ya se lo había vuelto a encontrar en varias ocasiones. En una de ellas, por ejemplo, fue cuando Francis le contó que el trabajaba como perfumista, y que estaba trabajando en un nuevo perfume que dijo que cuando lo termine se lo enviaría.
El tiempo pasó, y ambos se fueron llevando cada vez mejor. Ya eran muy buenos amigos, pero Matthew se había dado cuenta de que quizás preferiría ser más que eso. Solo que no estaba seguro de los sentimientos de Francis, por lo que pensó que lo mejor sería dejar las cosas como estaban y no arruinar su amistad.
Lo que no sabía era que Francis sentía lo mismo por él. El francés siempre tuvo mucha facilidad con los temas relacionados al amor, pero el canadiense causaba algo en él que no le permitía desenvolverse de la misma manera.
Más días pasaron y ya era el momento en el que Matthew debía volver a Canadá para seguir con sus estudios. Fue una triste despedida para ambos, pero Francis no iba a desaprovechar su oportunidad. Antes de que Matthew abordase el avión le dio una pequeña caja, que le pidió que abriera cuando esté dentro del mismo.
El canadiense le hizo caso, y ya cuando estaba en el avión, abrió la caja para encontrarse un pequeño perfume que en la etiqueta estaba escrito "Les Parfums de L'Amour" junto a una nota que decía: "Espero que te des cuenta de lo que siento por ti, Matthew. Una pista: está escrito en el perfume."
¡HoIis! Hace siglos que no escribo algo ;-; se siente raro.
Espero que les haya gustado :3 Ya saben, si quieren voten, comenten, etc.
Saben que me haría muy feliz :3
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Les Parfums de L'Amour
RomanceMatthew nunca esperó conocer en su viaje a Francia a un perfumista que le cambiaría la vida por completo. One-Shot Franada. Por cierto, me inspiré un poco en la canción de Cytus, por eso el título :3