4 años habían pasado desde que Juan Pablo se quedó sin noticias de Valentina, su novia. Bueno, al menos él la consideraba su novia, aunque se supone que una persona a la que consideras tu pareja no se desaparece de la noche a la mañana. Juan Pablo recordaba esa mañana durante cada uno de los días de estos últimos 4 años.
[Flashback:]
Juan Pablo había madrugado y eso era algo que no sucedía muy a menudo, pero hoy tenía un motivo especial para hacerlo: un día como hoy, hace un año, se declaró a la chica que más quiere, Valentina. Juan Pablo tenía una gran sorpresa para ella. Había pensado pasar todo el día juntos y lo primero sería un desayuno romántico al aire libre. Por suerte el clima era benévolo esa mañana y la lluvia no arruinaría su sorpresa.
Una vez se hubo arreglado, salía feliz rumbo a la casa de Valentina. Se sentía como en una nube de extrema felicidad y, aunque amaba esa sensación, sus amigos no soportaban a ese Juan Pablo en estado de embriaguez amorosa permanente. Sí, podía resultar algo cansado para ellos oírlo hablar de su novia constantemente, pero al fin y al cabo el amor tiene esas cosas.
Después de un paseo de unos 20 minutos, llegó a la casa de su novia y, ansioso, llamó al timbre dos veces. Esperó un rato y le abrió Celeste, la mamá de Valentina, que se sorprendió al ver allí a Juan Pablo.
-Hola Juan Pablo, ¿qué te trae por aquí?- preguntó algo confusa.
-Hola- saludó- vine a buscar a Valentina.
-Pero... Valentina no está.
-¿Cómo que no está?- preguntó asustado.
-Pensé que ya lo sabías.
-Saber ¿el qué?- Juan Pablo no entendía nada.
-Entonces ella ¿no te dijo que se iba?
-¿Irse? ¿A dónde?- dijo ahora un tanto alterado.
-Hoy en la madrugada tomó un vuelo a Europa.
-Europa...- a Juan Pablo se le cayó el alma al suelo- no puede ser. Ayer estuve con ella y nunca mencionó nada de eso.
-Lo siento mucho. Yo imaginé que ella te contaría- y sin decir nada, Juan Pablo se dio la vuelta y se marchó. No podía ser verdad que Valentina se fuera sin despedirse, ella no es así. ¿Por qué motivo habría de irse así? Sin pensarlo demasiado se dirigió a casa de Simón, uno de sus mejores amigos. Necesitaba contarle esto a alguien y nadie mejor que él.
-Isaza- hoy todo el mundo se sorprendía de verlo- no te esperábamos. ¿No tenías un día especial con Valentina?
-Tenía- respondió pensativo- ¿puedo pasar?
-Claro, pasa- al entrar vio que también estaban Villa y Alejo- decidimos juntarnos hoy, ya que tú estarías ocupado.
-Tienes cara de que pasó algo feo- dijo Villa al verlo desplomarse en uno de los sillones.
-Muy observador, Villamil. De lo contrario no estaría aquí- Juan Pablo fingió una sonrisa.
-¿Qué pasó con Valentina?- preguntó Alejo- ¿te dejó?
-Pues no lo sé.
-¿Cómo no lo vas a saber?- Simón no entendía nada.
-Pues no. No tengo ni idea de lo que está pasando. Solo sé que se fue lejos.
-¿Así sin más?
-Sí, Villa, así sin más. Hoy fui a buscarla y no estaba.
-Qué raro todo- intervino Alejo- ¿y no sabes dónde está?
ESTÁS LEYENDO
Sobre el amor y sus efectos secundarios
Short StorySerie de relatos cortos basados en las 12 canciones del álbum de Morat: Sobre el amor y sus efectos secundarios.