CAPITULO 39 Malos términos.

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---Nelly---

Me siento tan desdichada...

Mis hijos, mis amados hijos están sufriendo mucho, sufriendo solo para defenderme, para protegerme del odio de Steven, es tan injusto.

Prefiero morir, prefiero dar mi vida pro ellos, no quiero verlos sufrir, no lo merecen.

Son una pésima madre, que no supo proteger a sus hijos, que no tuvo la fuerza necesaria para ayudarlos y liberarlos.

Ambos sufren, me lo dicen sus ojos, su alma está encadena a un sufrimiento que no debería existir, ellos no deben sufrir...

Dios mío ilumíname, ayúdame a poder escapar de este lugar y salvar a mis hijos.

Ellos se merecen ser felices, a lado de la persona que aman, yo sé que ellos no aman a esos hombres que están a su lado.

Debo salir de aquí, tengo que llevarme lejos a mis hijos.

Maldición, debí haberme ido con mis hijos cuando tuve la oportunidad, tal vez así todos estaríamos felices, incluyendo a Steven.

Que suerte la mía, estoy haciendo infelices a mis hijos, por mi culpa se llevaron a Rick, y ahora otro chico sufrirá por la obsesión de Steven.

¿Cómo puedo salir de este lugar?

Ese hombre lo tiene muy bien se encargó proteger este lugar, hay demasiadas personas cuidando de él, siempre entran para dejarme comida.

Steven solo viene a insultarme o abofetearme.

¿Por qué tanto daño?

¿Por qué tanto dolor?

Extraño a mis niños, tantos años sin ellos, sin besarlos, abrazarlos y decirles cuanto los amo y que siempre estaré con ellos.

No lo entiendo, ese hombre es un monstruo.

Mis hijos no tienen la culpa de nada...

Mi único error fue enamorarme de otro hombre.

Rick...

Mi amor...

¿Estarás vivo?

¿Estarás bien?

¿Seguirás amándome?

¿Me recordarás?

Mi amado Rick....

Me siento tan mal de todo lo que ha pasado.

Es mi culpa, siempre ha sido mi culpa...

Quisiera encontrar la forma de que todo volviera a la normalidad, que todos fueran felices, si pudiera sacrificarme lo haría sin pensar.

-Ahí está la putita de Steven.
-Idiota. –murmure.
-No sabes las ganas que tengo de hacerte mía.
-No se te ocurra tocarme. –lo mire.
-Aun eres joven y te conservas, estas muy buena. –empezó a acercarse.
-Juro que si me tocas te voy a matar.
-¿Tú? La putita de Steven, la perra que se acostó con el primero que encontró.
-NO ME FALTES AL RESPETO. –le voltee una bofetada.
--Oh, eso lo pagaras caro.
-¿Eh?

Me sostuvo de las muñecas y me recostó en la cama.

-DEJAME.
-No, -hizo más fuerte su agarre- digamos que Steven me pago muy bien para hacer esto.
-BASTA.
-Hueles delicioso, -metió la mano bajo mi falda- que tenemos aquí.

Estaba a punto de darle un rodillazo en la entrepierna pero me detuvo.

-Eso no se hace golfita, tú debes de aceptar lo que hare.

Me arranco la blusa y me beso el cuello.

-SUELTAME, IDIOTA ASQUEROSO.
-Eres tan suave y solo mía.
-NO ME TOQUES. –grite.
-QUE TE CALLES PERRA.

Cerré los ojos para sentir el impacto de su mano en mi mejilla pero solo sentí todo su peso en mi cuerpo.

-Tranquila señora Kamijou.
-¿Eh?

Abrí los ojos y vi como un rubio me quitaba de encima a ese hombre y me tapaba con su abrigo.

-¿Está bien?
-S-Sí.
-Me alegro. –suspiro.
-¿Quién eres tú?
-Mi nombre es Tsumori y vengo a protegerla.
-¿Eh?
-Tenemos mucho de qué hablar pero ahora debo de llevarla a otra habitación, me encantaría sacarla de este sitio pero está muy bien vigilado, por lo menos debo de encontrar una forma de sacarla.
-Gracias.
-Le contaré todo cuando este en un lugar más tranquilo.
-Sí.

"Espero poder salir de este lugar y llevarme a mis niños lejos..."



---Hiroki---

Me estremecí de solo volver a escuchar su voz, de sentir su respiración cerca de mí, el olor de su colonia me marea un poco.

-Hiro-san, -me rodeo con sus brazos- no sabes lo mucho que me haces falta.

"Mentiroso"

-A pesar de todo te amo y...
-Nowaki.
-¿Sí?
-Cállate.
-¿Eh?
-No me interesa lo que pienses u opines.
-Hiroki necesitamos hablar.
-No quiero hablar contigo.
-Por favor mi amor.
-¿Mi amor? jajaja, no me hagas reír Nowaki, tú mismo dijiste que yo soy...
-Lo siento.
-No sé qué rayos haces aquí, nadie te invito.
-Hiro-san, estoy aquí porque quiero recuperarte y....
-Nunca se recupera lo que no es tuyo.
-Siento mucho lo que te dije ese día...

Sentí tanto coraje y lo tome del cuello de su camisa.

-Por tu culpa casi pierdo a mi bebé.
-¿Qué?
-Te rogué, te suplique que me escucharas pero no lo hiciste, -solloce- tu simplemente me tachaste de... una persona fácil.
-Hiro-san.
-Jamás te voy a perdonar.
-Te amo.
-Pues qué lástima, yo ya no.
-Yo...
-Al único que amo es a mi esposo.
-¿Qué?
-Ya lo oíste Kusama.

Mire atrás y Mookyul caminaba a mi lado y me sujeto de la cintura.

-Buenas noches Kusama, no sabía que estabas invitado a la boda.
-Es mi primo, claro que estaba invitado.
-Interesante.

Me acurruque en su pecho para no mirar a Nowaki.

-¿Todo bien mi amor?
-Sí.
-Por favor Kusama no molestes a mi esposo, su estado es un poco delicado, -me beso la frente- hace un tiempo estaba a punto de perder a nuestro hijo, pero afortunadamente se recuperó, pero le han dicho que no debe de alterarse.
-Quisiera hablar con Hiroki.
-Claro pero, solo será en mi presencia.
-Son asuntos personales.
-Pues eso no se va a poder, no puedo permitir que un varón este a solas con mi doncel.
-Fue mi sirviente.
-Pero ahora es mi esposo.
-Yo...
-Mi amor, ¿nos vamos? –me miro.
-Sí Mookyul, -sonreí a medias- con permiso Nowaki.

Nowaki me miro sorprendido y tenía ganas de detenerme pero solo negué con la cabeza mientras caminaba del brazo con Mookyul.

-Me exaspera ese tipo.
-Solo quería preguntarme unas cosas. –comente.
-No quiero que te veas a solas con ningún hombre que no sea yo.
-Sí.

Él me tomo del mentón y me beso.

-Solo eres mío y no pienso compartirte.

Es mejor así, formar mi familia con mi esposo y el bebé que esperamos y dejar que Nowaki encuentre la felicidad ya que yo no pude dársela.

Aunque...

Ahora que me dijo esas palabras y que me ama, me siento tan confundido.

Tal vez sea una trampa...

¿Se querrá vengar?

No lo sé, no puedo arriesgarme a creerle.

Tendré que olvidar el amor de Nowaki, y aceptar mi realidad.

Además, creo que siento algo por Mookyul, tal vez ya me estoy enamorando de él...

Pero...

¿Estará bien?

¿Podré vivir feliz a su lado?

Vi a Nowaki acercarse de nuevo y suspire profundamente.

Mire a Mookyul, lo abrace del cuello y coloque mis labios en los suyos.

-Te quiero...
-Hiroki, mi amado Hiroki, -acaricio mi mejilla- por fin seremos una dulce familia.

"Espero Nowaki se rinda con esa venganza y me deje tranquilo..."



---Akihiko---

Hable con los amigos de mi amado Yukito, les rogué que me permitieran ir con ellos, que necesitaba ver a mi Yukito, les conté todo lo que sentía y pensaba.

Ellos me hablaban acerca de que Yukito se casaba con ese mequetrefe solo porque lo obligaban, me contaron lo de su mamá, que estaba viva.

Y no perdí ni un momento para decirles que me llevaron a la boda, que necesitaba interrumpirla y llevármelo lejos.

Él no se merece esto.

Salimos con una hora de anticipación, pero solo para encontrarnos con la noticia de que mi amado ya se había casado, que les mintió con la invitación para que no se interpusieran, no quería que nadie lograra cancelarla.

Me tuve que esconder en un ático para poder ver a mi amado, estaba realmente pálido y sus ojos un poco dilatados.

-Debo acercarme. –murmure.
-Espera un momento. –comento Eiri.
-Necesito abrazarlo.
-Lo entiendo.

Después de unos minutos hicieron que me subiera primero y me escondí en una habitación. Hablaron con el idiota ese y luego me hicieron entrar, mi amado estaba delirando, pero me miraba con mucho amor.

-A-Akihiko.
-Perdona por haber tardado tanto, -tome su mano- te amo.
-Y-Yo...
-Los dejaremos solos un momento. –comento Mao.

Ambos se salieron y nos dejaron solos.

-¿Q-Qué haces aquí? –se sentó con mi ayuda.
-Necesitaba verte y hablarte.
-No deberías estar aquí.
-Debo de hacerlo, vámonos.
-¿Eh?
-Vayámonos lejos.
-Akihiko no te amo, tu eres pasado y...
-No te creo, -lo mire a los ojos- tú me amas.
-No.
-Somos el uno para el otro.
-Akihiko basta.
-Yukito, -lo abrace- te amo.
-Akihiko baka, -sollozo- jamás te he dejado de amor, eres lo que más me importa.
-Mi amor, vámonos.
-No Akihiko.
-¿Cómo?
-Eres libre, quiero que busques tu felicidad, este es nuestro adiós.
-Yukito.
-Vete y se feliz, no te preocupes más por mí.
-Mi amor.
-Sí no te vas gritaré.

Lo tome del mentón u lo bese apasionadamente.

-Me iré por ahora, pero juro que por el amor que te tengo te voy a salvar, te sacaré de aquí cuando menos te lo imagines.

No puedo exponer a sus amigos y mucho menos a él, encontraré una forma de salvarlo.  

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora