1. El sendero

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Estoy sentada 10 minutos escuchando las palabras sabias de mi madre. Sé que, aunque no lo quiera admitir, ella no esta de acuerdo con mi compromiso. Recuerdo aquel dia en que fue el compromiso, ella fingía una sonrisa, pero sabia que tarde que temprano me lo iba a echar en cara.
-Es mucha responsabilidad, hija - dice mi madre. Quien no aparenta sus 45 años, si no menos. Ella pasea de un lado a otro, utilizando sus brazos para explicar. Mi madre de ojos verdes esmeralda, cabello corto y castaño un poco pecosa y una nariz sumamente fina. Muchos han dicho que me parezco a ella. Admiro cada una de las cosas que ha hecho por nosotros. Y es que a pesar de que papá murio ella a sido fuerte en todos los aspectos. Pongo mi codo en el posabrazos de la silla y muerdo mi uña del dedo gordo.
-No quiero imaginar tu vida, aun eres jóven, piénsalo... - ella sigue dando pasos de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, no va a calmarse. Sonrío.
-¡Ni siquiera me prestas atención! - toma la franela que tiene enfrente y me la avienta, cayéndome en mi cara. Yo me rió quitandomela.
-Mamá basta, ya habláremos mas tarde - me levanto y le doy la franela.
-No no no, quédate ahi jovencita, aún no termino - ella da la vuelta a la mesa y me toma por los hombros.
-Madre porque no tomas un respiro - exhalo muy fuerte y suelto el aire - hazlo conmigo.
-Siéntate, no haré nada - ella rodea los ojos y trata de sentarme.
-Esta bien, te diré porque acepte- ella deja de empujar y realiza su mueca de "no me agrada lo que vayas a decir" - lo amo mamá.

-Mi amor tu que vas a saber de eso, eres jóven y aun no has tenido grandes experiencias - esta vez su voz es tranquila y pone su mano en mi mejilla.
-

Con él las he tenido - mi madre entre cierra los ojos - y no de lo que piensas - levanto las manos con una sonrisa.
-Creeme que aun no has vivido nada, ademas si estuvieras tan emocionada ya estarías buscando y preparando la boda - auch, tiene razón. Creo que si de verdad estaria emocionada, ya hasta tendría las invitaciones. Mas sin embargo aqui estoy, discutiendo con mi madre forzo una sonrisa y digo lo primero que pienso.
-Eso es porque faltan 6 meses - digo haciéndola a un lado. Camino hacia la entrada y volteo a verla. Ella alza las cejas y cruza los brazos.
-Si tu no quieres un respiro, lo haré yo - digo tranquilizandola y volviéndome a la salida, cuando escucho un grito.
-¡Creeme cambiaras de opinión! - puerta cerrada.
-No lo creo - digo muy segura, y me dirijo hacia el sendero que se encuentra dos cuadras de mi casa, jamas he ido ahi. Asi que sera un buen lugar para pensar, tal vez mi madre tenga razón, soy demasiado jóven. Pero que importa eso, después, saldré decepcionada y luego nunca querré casarme. Con el tiempo lo conoceré y estaremos bien. Pero también pienso en las palabras de mi madre, " eres jóven y aun no has tenido experiencias". Aventuras. Demonios, ella tiene razón, a mi edad muchas chicas incluyendo a mis amigas, han salido de viaje, conocen mucha gente, incluso van a la feria, yo ni eso. Soy una maldita antisocial refugiada en mi prometido. Sigo caminando cabisbaja y llego al sendero, el lugar es tan tranquilo que no se oye nada de el fraccionamiento, sigo caminando como si nada ya importara. Hasta que escucho una musica, no muy lejos y si mis oídos no me fallan, se trata de una guitarra. 5 pasos más y él aparece sentado tocando una guitarra hermosa, concentrado viendo unas hojas un poco amarillentas, hasta ahora no me ha presenciado, pero doy un paso en falso y una rama se rompe, esto lo hace saltar y voltea.
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El Desconocido Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora