Recién suena el despertador, un fuerte pitido me obliga a levantarme. Presiono el botón para hacer que el sonido se detenga, y en cuestión de instantes lo hace. Acomodé mi cabello pues estaba desordenado gracias a toda la fricción de la almohada y mis torpes movimientos vespertinos.
Una pesada carga de cansancio se venía sobre mis hombros, no contaba con ni una gota de energía en el cuerpo para poder levantarme, o si quiera pensar en hacerlo, pero valdría la pena si lo hacía. De cualquier forma, si lograba terminar esta semana, llegaría la despreocupación al no tener que ocuparme de más tareas. Sólo seríamos un increíble periodo de vacaciones y yo antes de la universidad.
Decidí dejar de pensar y levantarme para ponerme en marcha. Tomé una ducha, elegí algo de ropa y me vestí, antes de recoger mi cabello en una cola de caballo para no morir de calor pues, pues el día se veía venir caluroso. Tomé mi mochila de una esquina de la habitación y me la colgué sobre el hombro antes de salir.
Sin siquiera despedirme de mi madre o darle los buenos días me puse en marcha, y mientras andaba por las calles un auto deportivo de color negro se detuvo junto a mí, me paré en seco al mismo tiempo. El vidrio del vehículo, por el lado del copiloto, comenzó a bajar, de tal forma que me vi obligada a comenzar el día con una visita desagradable.
Logan Henderson sonreía de forma atrevida y maliciosa al otro lado de la ventana abierta. Honestamente nunca me agradó, así que podía llegar a ser incluso insoportable cuando me dirigía la palabra.
–¿Necesitas que te lleven? –Logan se quitó los lentes de sol y los tiró sobre el asiento.
–Por suerte aprendí a caminar a corta edad. –le respondí con un intento de sonrisa educada–. Pero gracias por preguntar.
–Estoy consciente de ello, –tenía la misma sonrisa que yo en el rostro. Y no me hacía sentir ni un poco mal que fuera así–, Pero no creo que a tu novio le fascine la idea de que camines tanto. –movió la cabeza en dirección a su lado.
Por un momento sus palabras me confundieron. Fue entonces cuando mi cerebro se puso a trabajar y me hizo dar cuenta de que Henderson no era quien conducía. Incliné un poco la cabeza hacia un lado y me sorprendí al ver a mi novio, James Maslow, conduciendo. Él se quitó las gafas de sol como un chico pretencioso al igual que Logan, sonriente.
–Hey, –saludó con la cabeza–, ¿Necesitas que te lleven? –preguntó en un tono coqueto, a lo que yo reí.
–No lo creó. –negué con la cabeza–. A mi novio no le gustará.
–Él no tiene por que enterarse. –James volvió a hacer un mal intento de guiño.
–De acuerdo. –me encogí de hombros.
James y yo reímos al mismo tiempo y Logan se bajó del auto para dejarme pasar.
–Todo lo que hubieras caminado si no hubiera estado él. –dijo Logan mientras me abría paso–. Adelante.
–Te lo agradezco. –me senté y dejé mi mochila en el asiento a mi lado, ignorando su primer comentario antes de inclinarme para besar a James en los labios.
–Bueno, ¿podemos arrancar ya, tortolitos? Llegaremos tarde a clases.
James arrancó justo después de rodar los ojos ante la interrupción de Logan. En cuestión de minutos ya estábamos ahí, bajamos apresurados y nos separamos para cada quien poder llegar a su correspondiente salón de clases.
La mañana pasó con normalidad, a excepción de una que otra conversación escuchada en los pasillos sobre quién iría a dónde para las vacaciones, y quién entraría a qué universidad. Ya la tarde era un alboroto, había cuadernos tirados por doquier, chicos despidiéndose de sus amigos y otros corriendo por los pasillos. Saqué los cuadernos que quedaban en mi casillero y los metí a la mochila, que ya pesaba bastante sin ellos. James se acercó sigilosamente a mí para arrebatármela y finalmente salir de los corredores con dos mochilas, una en cada hombro.
Aún como si no hubiera acabado el año, nos reunimos en la cafetería en una esquina de la misma calle del colegio, justo como solíamos hacer al terminar las clases. James y yo nos sentamos en una mesa, se nos unió Logan, seguido de mi mejor amiga de toda la vida, April; después Carlos, Dustin y Kendall, y con algo de retraso, Marie.
Es mi primera novela
espero que OS gusten
