Capítulo único

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Mark se encontraba haciendo los últimos arreglos para volver a su hogar. Básicamente, era guardar lo desempacado en la maleta; pero lo difícil de aquello era lograr que el cierre se uniera correctamente, como lo logró alguna vez antes de viajar.

Entre tantos regalos y cosas que recibió, ahora de seguro necesitaría otro equipaje de mano más para cargar con todo.

A veces, el cariño cuesta.

Maldiciendo por lo bajo y muy metido en su labor, no se percató de que Félix estaba parado allí hace varios minutos, observando la graciosa puesta de escena que su amigo le ofrecía.

—Mierda, Félix, ¿podrías ayudarme por aquí, no crees? —se quejó al darse cuenta de su presencia.

—Bien, bien, ya te ayudo —dijo el otro entre risas.

Con la fuerza de los dos hombres —y en parte, un poco de "inteligencia" para acomodar las cosas del sueco—, pudieron vencer el obstáculo.

Mark se limpió el sudor de la frente.

Todos estos días le habían estado pasando cuenta a su físico. Levantarse, tener que interactuar con tanta gente, asistir a diferentes eventos y paneles; para su suerte, ese era el último día.

—Vaya, Mark, te ves bastante mal —comentó el rubio, sin ánimo de ofenderlo.

—Lo sé, lo sé... Solo estoy pensando en volver y descansar como es debido.

—Cierto que tampoco has podido dormir durante el poco tiempo libre. Digo, te ofreciste a acompañar a Jack al aeropuerto y eso. Podría haberlo hecho yo, pero...

—Está bien, quería hacerlo por mi cuenta. Más bien, sentí que debía hacerlo, no lo sé... —al pensar correctamente lo que estaba diciendo, se retrajo—. Debo estar sonando de una manera muy extraña ahora mismo, lo siento.

—No hay problema —contestó Félix, sonriente.

El gran youtuber había hecho varias bromas al respecto de ellos dos en el panel, que de cierta manera ocultaban, bueno, sus verdaderos pensamientos al respecto. Pero también como quería mantener el respeto mutuo entre los tres, prefería no llevarlo al ámbito privado y dejarlo solo como lo que fue, un "chiste".

— ¿Jack te ha mandado un mensaje o algo? —preguntó el sueco para cambiar de tema.

—No. Lo deje en el lugar acordado y nos despedimos, pero no me envió nada diciéndome si ya estaba a bordo de su vuelo —dándole vueltas al tema, había comenzado a preocuparse. No era común del irlandés hacer eso—. Tampoco publicó nada en sus cuentas... Qué extraño.

—Sí, es verdad. Bueno, ya recibiremos noticias de su parte —Félix se encogió de hombros—. Nos vemos luego, Mark. Debo empacar mis cosas también.

Los muchachos se despidieron, y el hawaiano quedó solo de nuevo.

Le había respondido negativamente a su amigo, pero en realidad, no había tocado su móvil desde que empezó a guardar las cosas. Lo tomó, desbloqueando la pantalla para ver las notificaciones.

Mensajes, mensajes, más mensajes de todas sus redes. Estaba a punto de dejar el dispositivo en donde estaba, hasta que después de tanto bajar vio un mensaje privado. Era de Jack.

Solo decía "ven".

Después de media hora, entre preguntas de "¿dónde demonios te encuentras?" hasta el tan esperado "voy en camino", Mark arribó en la estación de trenes acordada.

—Señor, ¿quiere que lo espere aquí o puedo marcharme? —le preguntó el taxista, esperando su paga.

—No, váyase —le tendió el dinero, para luego bajarse.

✖️Beside the tracks✖️ [Septiplier] [One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora