Te fuiste sin decir más, no esperaste a que yo reaccionara, pero ¿Cómo hacerlo si se pierde lo que más quisiste? Creo que aún te quiero, así tú no lo digas, no lo demuestres.
Aún te podría decir que te amo. Que amo cada uno de tus lunares.
Tus ojos cafés, esos que llenan mi alma y mi panza, como el que tomo cada mañana y me mantiene feliz toda la semana.
Tu extraña risa y la manera en la que me contagia alegría, alegría que ahora le contagias a ella.
No me mal interpretes, espero que seas feliz con ella, así, y ojala, más de lo que fuiste conmigo, si alguna vez lo fuiste.
Recuerda que te quise, más de lo que te demostró mi timidez y frialdad, mis besos bajo la lluvia y mis manos danzando por tu espalda llena de cosquillas.
Te amo, sí, masoquista nací y masoquista me quede.
-Á.