Cortes.

3.1K 50 25
                                    

Día 1.

Me estoy ahogando. Solo eso.
Es una simple noche más. Mañana me levantaré como cada mañana. Muerta de sueño y apurando al máximo el tiempo de estar en la cama.
Pues eso... Una noche más...

Voy a utilizar esto de diario, por que podría expresar mis sentimientos en redes sociales como Twitter, de lo que no me despego ni un solo instante, pero ahí hay gente a la que le importo y si pongo que no estoy bien lo primero que harán será preguntar.

Todos sabemos que eso es lo que mas jode, ¿no? Estar hecha polvo y tener que ir fingiendo sonrisas para evitar preguntas. En eso se resumen mis días...

Volvamos al tema... Estoy ya en la cama... Tumbada. Y como cada noche antes de dormir, llorar, odiarme a mi misma, o todo lo que me prepare la fase oscura del día. Escucho música. Música. Mi vida en una palabra. Dato importante: Tengo ídolos. Una de las cosas mas difíciles del mundo. Mis ídolos son mis pequeños. Supongo que los conoceréis. Algunos los conocen como unos idiotas, otros como gays, como niñatos metidos en el mundo de la fama, o como queráis llamarlos. Ellos son One Direction. Pero a mi no me gusta llamarlos así. Eso suena muy comercial. Por eso en Tw, entre nosotras/os les llamamos "los chicos". Como si fueran nuestros amigos de toda la vida, como nuestros hermanos. Pero ellos no se merecen menos.

Se que si estás leyendo esto y no tienes ídolos te va a parecer que estoy loca o que soy imbécil. Pero si los tienes estoy segura de que me entenderás.

Mis ídolos. Me salvaron. Y lo siguen haciendo día a día. Louis, Niall, Liam, Harry y Zayn. Estos cinco chicos, os aseguro, que han salvado mas vidas que un psicólogo.

Y ahora os explico lo de "me salvaron". Ellos, de la forma más estúpida me hacen sonreír de verdad. Una sonrisa, pero no de las fingidas. Esto día a día. Me dan ese rayito de esperanza.

Antes comentaba que esto era una de las cosas más difíciles del mundo. Y vuelvo a insistir en que si no tienes ídolos no me entenderás ni por asomo. Pero intenta, solo mientras lees esto, ponerte en mi piel y en la de muchas de las chicas que salvaron.
Tomo un descanso y miro a la pared. Mientras escribo esto las muñecas me arden. Las tengo muy rojas y llenas de sangre. Mi mirada puesta en la pared. Miro a mi alrededor. Y todo lo que veo son pósters de ellos. De mis ángeles. Cada milímetro de estas paredes están cubiertos con las personas mas importantes de mi vida impresas en una hoja de revista. Así es. Las personas mas importantes de mi vida y los pósters la única manera de sentirme físicamente mas cerca de ellos. Pero apuesto que no solo mis paredes están así. Hay muchas mas personas que sienten lo mismo que yo.

Parece que ya ha parado de salir sangre. Me paso la mano derecha por mi muñeca izquierda. Me gusta tocarme el relieve de las heridas. Hay muchas, pero es lo que necesitaba. Se que tengo que parar de hacer esto. Pero cortarme se ha convertido en una adicción. Sinceramente noto fuego en las muñecas.

Hoy ha sido otro día normal. Normal desde hace ya algunos meses. Todo el día sintiéndome culpable por comer. Todo el día queriendo sacar toda la comida. Todo el día poniendo por encima de cualquier cosa mis defectos. Y no dejándome ver otra cosa. Se que soy yo misma quien me ciega y solo veo cosas malas de mi. Pero no estoy a gusto conmigo. Esta misma tarde he escrito un twitt. Que decía: "Os prometo que algún día me sentiré a gusto conmigo misma. Lo prometo. Por mucho que cueste llegar ahí."

He recibido algunos comentarios de amigas. A las que quiero muchísimo. Pero ellas han interpretado lo que he escrito de una forma distinta a la mia. Yo con eso me refiero a que por mucho sufrimiento que me cueste algún día estaré delgada. Algún día me miraré al espejo. Y si mi mente no me engaña y me sigo viendo gorda diré: "Ahora sí. Esto es lo que he deseado ser toda mi vida."

Cortes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora