Innocence »Shawn Mendes

Prólogo

Shawn y Kyara eran novios desde hace casi un año en el que ambos se la mantenían bastante bien para ser exactos, las peleas no habían sido lo suficientemente frecuentes en ningún momento, por lo que su relación flotaba a la perfección.

Kyara se sentía orgullosa de tener un chico como Shawn a su lado, era todo lo que ella necesitaba y quería en su vida.

—¿Qué quieres hacer hoy? Estoy libre —salió Shawn de su habitación dejando un suave beso en la frente de Kyara, tomando asiento a su lado en el sofá y acomodando su cabeza en el hombro de ella, quien comenzó a acariciar su cabello.

—No lo sé, elige tú —dijo ella pacífica, prefería que Shawn escogiera los lugares de salida, él siempre supo como favorecer a su novia.

—¿Y si vamos al cine y luego a algún parque de diversiones? —sugirió dirigiendo su vista a Kyara, quien se encogió de hombros y luego asintió.

—Estaría bien —dijo con una leve sonrisa en su rostro, que luego se transformó en una mueca por el dolor de estómago que estaba comenzando a proporcionarse. No había desayunado nada, seguro sería eso —Joder, tengo hambre.

—¿No has comido? —cuestionó el castaño preocupado mirándola con reproche y Kyara negó con la cabeza —Sabes que odio que no comas, sabes que te pones mal, no quiero que te desmayes o algo...

—Estoy bien, sólo... Necesito comer —posó su mano en su pequeña barriga y suspiró.

—Te haré comida, ¿qué quieres comer? —preguntó corriendo hacia la cocina.

—Galletas...

—¡No, eso no! Eso no te llenará nada, debes comer algo más grande... No lo sé —pasó su mano derecha por su cabello preocupado, mientras que Kyara sólo quería soltar una sonora carcajada por la exageración de su novio.

—¿Qué sugieres que coma?

—Te haré huevos, tocino, pan tostado... —comenzó a enumerar con sus manos.

—¡¿Sabes cuantas calorías tiene todo eso?! —exclamó Kyara desde la sala.

—¿Y crees que eso me importa? Necesito que estés bien y no a punto de morirte.

—Shawn, cariño, estoy bien —trató de calmarlo, pero él negó con la cabeza.

—No, no lo estás —negó sacando algunos sartenes y comenzando a prender la estufa —Ahora quiero verte en el comedor en menos de un minuto, sin reproches.

—Está bien, papá —Kyara rodó los ojos y se encaminó a la sala arrastrando sus pies, pero cuando estuvo en la entrada una mano se posó en su cintura, deteniéndola.

—Te quiero —besó la frente de la castaña y luego sus labios en un corto beso.

Maldita inocencia.

N/A:

¡Hola, gurls! esta ha sido la primera historia que decidimos publicar en la cuenta, ¡esperamos con muchas ansias que les guste! por ahora es una propuesta, pero si quieren que Innocence se quede, comenten con su opinión qué les pareció y dejen un lindo votito.

También pueden ganar dedicación del primer capítulo ;)

kisses, —Ari.