MIÉRCOLES, 18 DE ENERO DE 2012
sumergida
Estoy escribiendo. No quiero que nadie me moleste. Tengo cuatro horas que son mías, que no quiero compartir con mis hijas o mi marido. Son mías porque en esas aguas turbias nada mi memoria, recalcula, vuelve a medir, ve con otros ojos las mismas experiencias. Ahí mismo, donde una adolescente desesperada vomitaba su verdad, hoy hay una mujer que sin apuro va desmalezando lo que quedó en el camino. Cada detalle reescrito. Cada sensación revivida.A veces vuelvo a tener veinte para poder escribir, vuelvo a sentarme en el mismo lugar a sufrir, de lejos esta vez, las mismas penas, los mismos olvidos de los mismos hombres. Se puede contar lo mismo sin que suene igual, hay varias versiones de cada hora, de cada anécdota, de cada persona. Yo puedo ser una mamá perfecta, que espera a sus hijas con escones de queso todas las tardes después del colegio y puedo ser, todavía, una nena encaprichada, con un dolor submarino, nadando en la oscuridad del olvido de algo que, todavía, no puedo traer a la realidad. Quizás pueda escribiendo. Quizás tengo que volver a sentarme, mis cuatro horas me invitan, a repensar que lo que pasó ahora tiene sentido. Y que ahora sí puedo explicarlo. No ignoro que va a doler, pero cuando ese dolor se extinga, entre las cenizas solo quedará libertad.
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El blog de Cielo
Fiksi RemajaEste libro almacena varios textos diarios encontrados en el Blog de Cielo Latini. Me pareció una buena idea hacerlos capítulos ya que después de su primer y segundo libro no tuvimos obras de ella. No es una copia de sus textos, sino una recopilación...