Un Dulce Engaño [Nathloe] [MLB]

Prólogo

Chloe Bourgeois... A pesar de todo lo que dijeran de ella, jamás nadie dudaría de su belleza natural, quitando todo ese maquillaje, se podía ver a una hermosa joven de cabellera rubia. Muchos caerían a sus pies, de no ser por su personalidad presumida e insoportable.

Nadie... Absolutamente nadie, además de Sabrina, saben la razón por la cual Chloe Bourgeois es de esa manera. Nadie nace siendo así, o al menos en este caso, ella no siempre fue así.

—¡Eres insoportable!, ¡¿Como puede existir alguien tan malcriada y molesta?!—Alya se encontraba furiosa con la rubia Bourgeois. Cosa no muy rara.

—Mira lo que me importa.

—¡Ojala jamás hubiera nacido alguien como tu!.—Alya fue tranquilizada por Marinette quien se encontraba ya fastidiada por la actitud despreocupada de Chloe. Lo que Marinette y Alya no sabia era que a Chloe verdaderamente le había dolido aquello.

Ojala no hubiera nacido...

Chloe sonrió, reprimiendo el dolor de aquello.

—Como sea...—Chloe volvió a su lugar, sin decir más, sorprendiendo un tanto a Marinette y a Alya. Sabrina estaba preocupada ante esa acción, por lo que prefirió sentarse a su lado, guardando silencio.

El resto de la clase fue normal, nada interesante al menos. Chloe estaba en silencio, sin siquiera ver de reojo a Adrien o hacerle caras a Marinette.

—Adiós, Chloe.—Dijo Sabrina, a lo que la rubia reacciono.

—Ah, si... Adiós.

La rubia no parecía ser ella misma, sin quererlo las palabras de Alya le afectaron, y eso... Le molestaba demasiado.

Ojala no hubieras nacido...

Esa frase la oyó tan seguido de una boca muy especial... Su madre.

La rubia se miro en el espejo de su cuarto, verdaderamente odiaba ser de esa manera, ser mala con todos, pero... Llevaba demasiados años siendo así como para cambiar ahora.

—Mamá...—Entre las manos de Chloe se aprecio una fotografía, en esta se mostraba a una mujer de singular belleza, cabello largo rubio atado en una trenza de lado, ojos grises con toques verdosos y un rosa pálido natural en los labios. Bella se le quedaba corto a aquella fotografía.

El parecido entre ambas era inconfundible, eso lo sabía, y le molestaba demasiado.

—Mamá...—La mirada de Chloe no mostraba cariño alguno al ver aquella foto, al contrario. Se apreciaba tristeza y desprecio.

Chloe, dejando a un lado la foto, lavó su rostro, quitando así todo rastro de maquillaje en el.

Chloe soltó su cabello y entre sus cajones saco unas gafas sin lentes con marco color rojo, vio que hacía un tanto de frío, por lo que cambió su ropa a una normal y cómoda, colocándose una bufanda roja.

Saliendo a hurtadillas de su cuarto, fue a un lejano parque para así sentarse bajo un árbol y leer. Sabía que nadie la reconocería vestida de esa manera, no es que le molestara ser reconocida, no es como si fuera famosa, pero... Era relajante de ese modo.

—H-Hola.—Chloe alzo la mirada, aprecio a un joven pelirrojo, quien nervioso la miro.

"Nathaniel..."

—Hola...—Correspondió un tanto confundida. ¿Acaso la había reconocido?

—Esto... S-Soy Nathaniel.—Se presento, Chloe negó su anterior idea.—Hace un tiempo que te veo por aquí, por lo que quise hablarte.

Chloe se sorprendió, sabía que si se enteraba de que era ella no le hablaría más por lo que suspiro.

—Ya veo...—Chloe cerro su libro.

—L-Lamento si te molesto.—Murmuro con timidez.

—Ah, no hay problema.—La rubia un tanto nerviosa le sonrió.—Me sorprendió tu repentino acercamiento, y... Bueno...—No sabía bien que decir.

—Lo siento...—Nathaniel realmente estaba nervioso.—Yo... Desde hace un tiempo que vengo aquí y siempre que te veo, pensaba que estabas... Muy sola.

Chloe sorprendida no evito mostrar una radiante sonrisa enternecedora. El pelirrojo se sonrojo ante aquello.

—Agradezco aquello, Nathaniel...—Chloe se levanto, pues ya era hora de que se retirara.

—Ah, espera... ¿M-Me dirías tu nombre?—Cuestiono el muchacho y Chloe sonrió

—Por ahora... Lo mejor sera vernos mañana, y así... Tal vez te lo diga.—Río guiñándole un ojo para así retirarse. El pelirrojo sonrojado vio aquel acto un tanto encantador.

Chloe suspiro al ver que su sonrisa aún no se iba, sabía que este engaño no duraría, pero...

Lo iba aprovechar al cien por ciento. Después de todo, este sería...

"Nuestro Dulce Engaño"

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Editando. 14/01/2018