-Anda Alex, dime quién es tu mate -pidió Giuli.
-No Giuli, cuando seas más grande te lo diré -sentenció y la pequeña ojiazul de mejillas coloradas y pecas debajo de los cristales que tiene por ojos frunció el ceño triste.
Lo que Giuliana no sabía er...
Con Alex no hemos dicho nada aún y me sorprende que nadie se halla dado cuenta del olor de mi bebé.
Ayer fuimos al médico de la manada para confirmar si era cierto, o si fue un error del test.
Saben la respuesta.
¡Bendito Positivo!
Preparamos una cena para esta noche, donde les diríamos a nuestros familiares la noticia.
Luego arreglariamos y tal vez se haga una fiesta para informar a la manada.
Pero eso no me importaba. Lo único que importa es mi bebé, quiero que sea sano.
Quiero cuidarlo y amarlo para toda la vida.
Entre los invitados para la cena de esta noche, también se encuentran Zafira y James.
No me perdonaría el informarle primero a mis familiares y no a mi mejor amiga. Es más, yo fui la primera en enterarme que ella esperaba un bebé, ni el propio James lo sabía.
En mi caso es distinto, ya que se enteró antes Alex. Y no me arrepiento, su cara de felicidad me hincha el pecho de orgullo y emoción.
Por primera vez, estoy nerviosa y quiero vestirme apropiadamente. Pedimos a todos elegancia y por lo tanto debo cumplir con mi propia petición.
Luego de mirar por horas mi armario para ver si podía combinar algo y no tener que ir a compras, me rindo y decido hacer lo que evitaba.
¡Y es que me aburre ir de compras!
Además, soy muy indecisa.
[...]
Alex insistió mucho en acompañarme y al final cedí.
Preferiría que Zafi me acompañe, pero la conozco y se que me pediría un adelanto de lo que hablaremos en la cena.
No me culpen por querer que sea una sorpresa.
Full Moon es una manada grande y poderosa, casi un pueblo.
Tenemos un centro comercial, que es donde nos encontramos ahora con Alex.
Recorremos las tiendas y muchos nos muestran respeto.
Mientras veo unos zapatos que se ven muy monos, un llanto acompañado de olor humana llega a mis capacidades tanto olfativa como auditiva.
Salgo disparada para la dirección de donde viene el olor. Alex me sigue. No es muy normal la llegada de humanos a nuestras "tierras".
Al llegar, una hermosa niña se encuentra llorando. Al parecer se perdió.
Literalmente es preciosa, rubia con unos grandes ojos azules. Mejillas sonrosadas, labios gruesos y rojos con forma de corazon.
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Me acerco rápidamente hasta ella y la levanto del piso donde se encuentra.
Alex no me deja ni un segundo sola.
- Nadie vió como llegó hasta aquí?- preguntó Alex con un tono Alpha que me asustó un poco, pero no dejé que se notara, para así calmar a la niña que poco a poco dejaba el llanto de lado.
- Alpha, Luna- una mujer se inclinó ante nuestra presencia.
- Tienes información sobre la niña?- pregunto sin rodeos.
- Una mujer, específicamente una bruja, apareció y la dejó aquí, dijo que necesitaba que nuestros dirigentes la cuidaran, que corría un gran peligro con ella. Por lo que entendí, era su madre. He tratado que pare de llorar pero no lo conseguí- dice con la cabeza gacha.
- Por qué no fui informado?- preguntó Alex enfadado, yo frunci el ceño.
- Amor, ya déjalo, tenemos a la niña, debemos llevarla al doctor y ver si no tiene ningún problema. Podríamos llamar a Drake y preguntarle que puede saber de ella. No te enojes con la mujer, no tuvo culpa de nada, lo veo en sus ojos.- le digo para calmarlo. Al tocar suavemente su hombro, siento como sis músculos se relajan. El asiente con una leve sonrisa.
- Algo más que pueda ser importante?- pregunta Alex.
- Su nombre es Luz, así la llamó la bruja cuando se despidió. No aparenta tener más de 5 años, nada más mis señores- dice y asentimos para que entienda que puede retirarse. Lo hace.
- Que haremos con Luz?- pregunto, le hago caras raras a la pequeña, ella sólo ríe. Tiene una risa radiante.
- La cuidaremos. Hay que llevarla con Clark y que nos diga ai edad exacta, por su olor parece humana, pero si su madre era bruja no tenemos certeza de eso, llamaremos a Dreke- me informa. Drake es un viejo amigo, es medio brujo y puede ver el pasado. Si se lo pedimos, puede entrar en la cabeza de Luz y mostrarnos sus recuerdos, así sabríamos más. Le asiento con una sonrisa.
Llevamos a Luz con nosotros mientras conseguimos todo lo que vinimos a comprar. Habla muy poco; mamá, papa (la verdura), mema y tocolate es lo único que se que sabe decir.
Me sorprendió cuando me llamó mamá, pero me sentí muy feliz, tal vez le recuerdo a su madre. No la conozco pero espero que esté bien. Me preocupa lo del supuesto riesgo que correría Luz si estuviera con ella y me llena de intriga su pasado.
