Faces.

00.

1958 - Fiesta de comienzo de verano.
Detroit.

—¡Qué emoción! Mi primera fiesta con dieciocho años. —Grité emocionada.

Ayer fue mi cumpleaños, cumplí los dieciocho e hice una fiesta con mi familia. Hoy había un baile con buena música y mis amigas prácticamente me habían arrastrado para que me escapase de casa.

—Isabelle, acuérdate de que debes estar alerta. —Me advirtió mi amiga Louise, pues mi hermano Jacob solía estar en éstas fiestas.

¡Maldita la hora en la que enseñé bailar a ese estúpido!

Además, tiene el permiso de mi madre sin rogarlo... Y a mi no me suele dejar, porque piensa que vendré embarazada, pensamientos sin sentido, nunca haría eso.

—Sí, lo sé.—Me encogí de hombros. —Bueno, ahora... ¡A bailar! —Empezamos a bailar al ritmo de la música hasta que un chico moreno se acercó a mí.

—Hola señorita, mi nombre es Tony. —Me ofreció la mano y todas mis amigas miraban la escena. —¿Me concederías ésta pieza? —Yo me negué, no era mi tipo.

—Venga Isabelle, no seas tonta. —Me alentó Shelby y Rebecca me dio un empujoncito. Suspiré pesadamente y me crucé de brazos.

—Me causarías una gran felicidad si bailas ésta pieza conmigo. —Hice una extraña mueca. —Una sólo, hermosa dama.

Cogí su mano y su mirada se conectó con la mía, mostraba alegría.

Empezábamos a bailar al ritmo de 'Why do fools fall in love' de Frankie Lymon y The Teenagers... Una buena canción.

Tony no tenía ni idea de bailar. Al intentar darme vueltas, tropezado.

Qué torpe, por el amor de Dios.

—¿Dónde vive? —Me preguntó con una gran sonrisa.

—En el edificio de la calle Carswell.—Contesté.

—Oh, yo vivo cerca, me acabo de mudar, soy de Australia.

—Qué bien. —Fingí emoción.

—Te llamas Isabelle, ¿qué más?

—Marie Isabelle Price.

—Nombre hermoso para una señorita hermosa. —Sonreí. —Tony Stewart.

De pronto sentí que alguien me sacudía.

Eran Shelby, Louise, Becca y Frances, mis amigas tenían cara de preocupación.

—Jacob, está aquí... Tu hermano le preguntó a James si estabas aquí, él dijo que no, pero como te vea... —Me informó Frances.

—Vamos a mi casa. —Sugirió Louise.

Asentimos y me despedí de Tony.

Salimos corriendo literalmente de la fiesta en dirección a la casa de Louise.

¡Hola! Sólo quería decirles que si estás leyendo, que no se te olvide dejar una estrellita.

Ésta novela está inspirada en la vida de mi abuela. 💕Quería hacerle un homenaje, porque en su vida ha sufrido mucho, ya verán.