Un comienzo

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Takano x Yokozawa

La historia se ambienta durante los años Universitarios de estos dos galanes, Takano Masamune y Yokozawa Takafumi, de 18 y 19 años respectivamente.

Era una de esas tardes de primavera en las que Yokozawa y Takano regresaban a casa juntos después de clases, para este entonces Takano vivía prácticamente solo, por lo tanto podían pasar la tarde sin nadie que los molestase.

- ¿Ya le diste de comer a tu gato? -Preguntó Yokozawa.
- Creo que sí.
- ¿Qué es eso de "Creo que sí"?
- Lo siento.
- No te disculpes conmigo sino con Sorata, más que eso, mejor aliméntalo. -Se hincó para servir comida en el traste del animalito.

Masamune no prestó mucha atención al reclamo de su amigo, se encontraba leyendo una de sus revistas favoritas "Shosets Koharu" mientras se preguntaba a sí mismo "Te acordarás de mí leyendo esto como yo me acuerdo de ti?". La nostalgia no le abandonaba, extrañaba como nunca pudo imaginar a este chico, su primer amor.

- ... ¡Oye Masamune! -Gritó Yokozawa sacando de sus pensamientos al azabache.
- ¿Qué? Lo siento no estaba oyendo.
- Sí ya lo noté. Oye, ¿por qué no dejas de pensar en él si fue quien te hizo tanto daño?
- No depende de mí, estos sentimientos... Le pertenecen.
- Eres un cursi.
- Lo sé, lo siento. - Un breve silencio invadió la habitación, pronto Yokozawa continuó hablando.-
- Más que un cursi, eres un idiota lo sabes?
- Sí, ya lo sé.
- ... Oye.
- ¿Qué?
- Déjame intentarlo. -Dijo Yokozawa acercándose a su amigo.
- ¿De qué hablas? - Preguntó el otro sin comprender.
- Déjame intentar... Hacerte sentir bien, olvidarlo por un rato.

La manera insinuante de Yokozawa desconcertaba a Masamune, ¿qué intentaba Yokozawa? Lo sabía pero no quería entenderlo. El mayor se acercaba cada vez más al rostro de Masamune, estaba tan solo a centímetros de rozar sus labios, el otro intentaba retroceder, pero el muro detrás suyo le impidió moverse más, Yokozawa le acorraló recargando sus brazos contra la pared evitando así que Takano pudiese escapar.

- ¡Oye Yokozawa!
- Si no te gusta me detendré.
- ¿¡Qué!?

Sin más trabas, Yokozawa eliminó la distancia existente entre sus rostros plantando un beso en los labios de su desconcertado amigo, el otro no ponía resistencia, sin embargo hacía notar su incomodidad. El azabache pronto cedió y cerró los ojos dejándose llevar, Yokozawa intensificó el beso un poco introduciendo su lengua en la boca de Masamune, lo que le hizo exaltarse un poco, pero pronto respondió al beso, sus bocas se fundían en una sola, el ojimarrón había empezado a acariciar la nuca del mayor creando así un ambiente más intenso. Así continuaron por algunos segundos, besándose, cuando entonces, las manos del ojiazul comenzaron a moverse y cobrar acción así como también algo en su pantalón, llevó su diestra hacia la bragueta del menor quien se exaltó un poco por el contacto.

- ¿¡Qu-!?
- ... No hables... -Le calló.

Esto trascendía rápidamente, Yokozawa había comenzado a frotar sobre la tela el miembro de Takano, el sonido de los gemidos se había hecho presente y resonaba en las paredes, a Takano le gustaba, la mano de su amigo se sentía realmente bien, entonces correspondió a las caricias llevando sus brazos hacia los hombros del otro formando un abrazo.

Las caricias no cesaban, y cada vez iban más rápido, la excitante situación provocó a ambos adolescentes ponerse duros. El ojiazul queriendo más, bajó la cremallera y los pantalones junto con la ropa interior de Masamune, quería sentirlo más, mucho más, igualmente los intereses del azabache no eran muy distintos, pues ya bastante dispuesto se deshizo de la camiseta de su amigo y después de la suya.

Las cosas transcendían rápidamente y la temperatura de sus cuerpos aumentaba, Yokozawa se deshizo de sus pantalones y su ropa interior quedando completamente desnudo frente a Takano, ambos con la respiración agitada fueron a la cama, una vez ahí Masamune se deshizo de su ropa restante quedando desnudo también. El ojiazul se colocó sobre el menor y comenzó a masturbar sus miembros juntos, la sensación era increíblemente excitante, ambos estaban ya erectos al límite y sus gemidos eran prueba de que les gustaba.

Nostalgia One Shot (Takano x Yokozawa)Where stories live. Discover now