Lucky One {ChanBaek / BaekYeol}

1. Encierro.

Era de día... ¿o era de noche? Ya no recordaba la fecha ni la hora en la que nos encontrábamos, solo podía escuchar el pequeño gotear del suero que yacía a mi lado, como un pequeño arrullo que se convertía en una de las más tormentosas canciones que había podido escuchar.

La habitación enfermizamente blanca me rodeaba, lentamente consumiendo mis ganas de vivir, haciendo de mi existencia un martirio insoportable que me hacía querer gritar. Pero como todo cuento de terror, mis plegarias o suplicas jamás serían escuchadas.

Me marchitaba más conforme el tiempo pasaba, los pasos de las personas fuera de mi habitación marchaban con normalidad, guiando a las personas a sus destinos, todo tan inmaculado, tan tranquilo.

Luego de que mis compañeros me dejaran solo en aquella fría y solitaria habitación me anunciaron que me darían de alta dentro de 3 semanas en las cuales el tiempo pasó como si cada minuto que pasara fuese un año entero de mi vida, mirando única y exclusivamente aquel pulcro techo con luces de neón, obviamente blancas.

Kyungsoo llegó anunciándome al noveno día que Junmyeon se encontraba en buen estado, ya le habían dado de alta, suspiré de alivio y sentí como mi tensión se alivianaba con esa noticia. Quizás fue aquella dosis extra de esa enfermera la que me postró en esta cama por casi un mes, pensé mientras volvía a quedar solo en la habitación.

Seguía preguntándome que había sido lo de aquel día, ese suceso tan repentino y extraño. ¿Qué nos estaban haciendo desde hace tiempo? Las distintas reuniones a las que íbamos con los superiores de la empresa, ¿Habrían sido todas de esa misma manera? No lograba conectar ningún suceso que haya ocurrido de esa manera, todo parecía tan normal y común que tuve que descartar la idea de que hubiese sucedido anteriormente.

Sentía mis músculos ponerse rígidos conforme pasaba el tiempo y una necesidad de moverme un poco de la camilla hospitalaria provocó que una alarma se encendiera, trayendo a la misma enfermera de aquel día para inyectar un calmante directo en las vías que se hallaban conectadas a mi mano derecha. Sentí como los sonidos robóticos de las maquinas que medían mis signos vitales se ralentizaban mientras que yo volvía a caer en un profundo y vacío sueño.

Ciertamente días después desperté dándome cuenta de que solo me faltaban 4 míseros días para culminar aquella frustrante hospitalización innecesaria. No estaba pensando en aquel momento en el grupo, ni en las millones de fans que probablemente estuviesen preguntándose donde carajos estaba metido que mi cara no salía en ninguna foto reciente ni siquiera alguna noticia que dijera que seguía vivo.

Sentí ansiedad de querer salir, ese lugar era como un pequeño manicomio que me alejaba de los que más quería, no mis padres, no mis familiares, pero de las personas con las que me veía a diario, que eran los demás miembros. Me sentí solo y abandonado en aquel lugar frio y estéril, hecho para seguramente volver a más de uno loco sin mucho esfuerzo.

3 días... 2 días... 1 día...

Observé por milésima vez el techo, esperando a que alguna enfermera o algún miembro viniera por mí, pasando el tiempo tan lentamente como aun bajaban las gotas mortíferas de aquel maldito suero. Mis sentidos se sentían sensibles y la falta de ruido me estresaba. Yo, una persona que no es exactamente callada, realmente le hacía perder la paciencia en un ambiente de ese tipo.

Sentí algo vibrar bajo mi cuerpo, exaltándome por ser la primera sensación que no fuera el dolor del liquido entrando por la fuerza a mi torrente sanguíneo en mucho tiempo. Moví mi cuerpo con dificultad sintiendo entumecidas mis articulaciones y toqué un pequeño y liso metal caliente bajo mi espalda, me moví con cuidado para tomar la pequeña cosa que resultó siendo un celular plateado. No dejaba de vibrar.