Mi mayordomo [MikaYuu] |Terminada|

→ XLIV: Invitación

Yo estaba tan aburrido; las clases de inglés eran tan estúpidas y sosas.

Ya había transcurrido la primera semana de clases, e incluso en esa semana nos habían puesto muchas tareas y trabajos.

En ese momento, yo dormitaba sobre mi asiento sin prestar atención al docente encargado que explicaba una y otra vez un tema que yo ya conocía.

—¡Tepes! —gruñó mi profesor; lo miré sin ganas—. ¡Traduzca la pagina ocho!

Suspiré mientras me ponía de pie y leía un fragmento de la página indicada; la mirada del profesor estaba cargada de molestia.

—Sientese —ordeó; me hice caso—. Tepes, quiero habar con sus padres mañana.

Bufé; en el resto del día no hubo acontecimientos importantes, tan sólo clases aburridas, por lo que en cuanto acabó la jornada, mis primos y yo nos dispusimos a caminar.

En cuanto llegué a casa, saludé y entré a la cocina, encontrando a mis papás en la mesa; me senté tras saludar y esperé mi almuerzo.

—Quieren verlos mañana —informé masticando un trozo de carne.

—¿Pasó algo? —interrogó mi mamá, preocupado.

—Es sólo que cuando un profesor me pregunta algo yo contesto bien —encogí los hombros en señal de desinterés.

—Es algo normal —suspiró mi papá—; además, sabes muchas cosas que a tu edad recién deberías aprender, sería raro que no dijeran nada.

Los tres terminamos de almorzar, ellos se fueron a trabajar y yo me quedé durmiendo toda la tarde; y en la noche cenamos juntos otra vez, luego dormí como marmota otra vez.

Y en la mañana, a la hora de irnos, los tres fuimos en un auto de la casa; los guié a la oficina del director, en donde él nos hizo pasar.

—¿Los padres de Tepes-kun? —inquirió el hombre de edad avanzada sentado en su escritorio.

—Es un placer, soy Mikaela Tepes y él es mi esposo, Yuuichirou Ichinose —ambos le tienden las manos, que él estrecha con sorpresa.

—¿Pasa algo? —cuestionó mi mamá.

—Bueno, Tepes-kun hablaba de madre y padre, por eso pensé que eran una pareja heterosexual —se disculpó.

—Es un apodo que Michi usa de cariño hacia mi esposo, ¿verdad, Yuu-chan? —mi mamá se sonrojó por el comentario de mi papá.

—¿Para qué se le ofrecía vernos? —reí, mi mamá cambió de tema abruptamente.

—Tepes-kun es un alumno brillante, por lo que me gustaría su aprobación para que se salte este año y pase a segundo —explicó el director..