Un paso más y todo acababa, un paso más y la gran broma de Dios llegaría a su climax. Solamente era dar un paso y mi vida sería mejor, porque en algunas ocasiones hay más vida en la muerte que en la vida misma.
Di el paso.
La soga ahorcaba, el mundo daba vueltas, mis ojos no se cerraron por completo, pero no podía distinguir una cosa de otra en aquella habitación, en general dolía mucho, pero dolía aún más saber que ella no estaba.
A pesar de todo, en el fondo se encontraba un sentimiento de alivio porque tenía la seguridad de que independientemente lo que encontrara en el más allá (aún fuese el infierno) sería mil veces mejor que la soledad que me embargaba.
Le regalé una última sonrisa al mundo porque recordé fugazmente a aquellas personas que de una forma u otra dejaron una marca en mi vida, aquellas personas por las que hacía este ritual suicida, esas mismas personas que me dieron su amor, cariño y apoyo en mi vida, pero que Dios decidió arrebatarme por hacer de su enferma broma algo mas entretenido.
Lista de aquellas personas:
1.- Mi padre, hombre de negocios con un carácter duro ante el mundo pero tierno hacia mi, él me enseñó todo lo que se por que mi madre escapó de casa cuando era muy joven por problemas de drogadicción.
2.- Mi maestra de piano, una mujer muy joven y hermosa la cual me enseñó de la mejor manera en la que se puede aprender, con cariño y practica.
3.- Julia, la persona por la que estuve enamorado más tiempo (y hasta la fecha, incluso aquí antes de dejarlo todo atrás), la persona más tierna y aparentemente fiel del mundo.
Maneras en las que Dios me quitó a estas personas:
1.- Murió asesinado por estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado.
2.- Escapó de casa y de mi vida por sus vicios, si era mi madre.
3.- Me engañó con mi mejor amigo.
Una lagrima resbaló de mis mejillas al recordar mi paso en el mundo.
Cerré los ojos para nunca volver a abrirlos.
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Las Bromas De Dios
Short StorySi hay alguien arriba, tiene un sentido del humor muy curioso.