Dejó su movil sobre la mesa después de haberse despedido por twitter de sus fans, ya eran altas horas de la noche pero él ya se había acostumbrado a dormir a ese horario porque a veces se quedaba mas tarde ya sea probando un juego que le enviaban o grabando. Se dejó caer sobre la cama de sabanas plomas que olían a lavanda, miró el techo y jugando con sus dedos que daban leves golpes a su vientre, se le vino a la mente la imagen de un chico de cabellos negros y ojos medio achinados; Guillermo era el nombre del susodicho y bueno, ¿Cuánto mas iba a esperalo? Samuel frunció sus labios mirando su reloj que ya marcaban la doce y media de la noche, el chico debería estar en su habitación hace ya media hora como todo los días desde que ellos vivían en aquel piso en Andorra hace mas de unos meses. Samuel se sentó, acomodandose en la cama e iba agarrar su móvil para llamarlo si es que Guillermo no hubiera aparecido en el sendero de su habitación con una sonrisa de oreja a oreja, aquella felicidad del menor que traía le fue contagiada muy rapida a su compañero.
"Willy, ¿Y eso?" comentó mirándolo de arriba a bajo con una sonrisa de lado, y ¿como quiere que le mirarán? No todo los días podías ver a un chico de más de veinte años con un pijama de oso y no de cualquier color sino de uno verde, ¿verde? Si, verde. Willy alzó una ceja, suspirando pesadamente y rodando los ojos, se había tardado mucho en conseguir aquel traje verde para que luego Samuel se burlara de eso y no apreciara el detalle de haber recorrido casi todo Madrid por conseguirlo, pero bueno que iba a a saber Vegetta si ni siquiera sabia a donde había estado si se escapo de él apenas vio el medio día, agarro su mini cupper rumbo a Madrid y por si las moscas también el móvil. Todo esto que estaba haciendo debía valer la pena total no todo los días era tan especial porque no todo los días es uno de pijamada con tu novio.
"Duh, hoy es nuestra noche de..." Willy se detuvo a mitad de oracion al ver que Samuel subió sus manos tapando su rostro tratando que la tierra lo tragase, Guillermo negó con la cabeza tratando de comprender a su tan olvidadizo novio "No me digas que te lo olvidaste"
A decir verdad Willy ya sospechaba en la posibilidad de que Samuel olvidará ese dia, total era muy común en él, le parecía casi milagroso que pudiera recordarse su cumpleaños, y el de él mismo; porque su aniversario y otras fechas importantes las tenia apuntada en una libreta por si las moscas.
"Chiqui si no quieres que te lo diga pues no lo hago"La ganas de matar a su querido compañero se hacían cada vez mas grandes y más aun si venia con sus bromitas estas.
"Te lo he recordado toda la semana macho como pudiste haberlo olvidado" reprochó. Dejando a un lado las bolsas de compras que llevaba en cada mano.
Guillermo se agachó hasta la bolsa de color arcoiris que tenía en letra grande y blanco el nombre de la tienda; de esta sacó una pijama de unicornio de cuerpo blanco con un cuerno morado en la capucha. Avanzó hasta donde estaba el mayor con algo de calma y paciencia, le entregó la pijama susurrándole un pontelo con las mejillas levemente sonrojadas, Samuel mordió su labio inferior esos pequeños detalles de Guillermo, el sonrojarse por casi cualquier cosa, le encantaban al mayor y es que justo por eso que quedó perdidamente enamorado de él, aquello es algo que le sigue encantando aunque ahora ya sean novios, él siente que el menor lo sigue enamorando día a día con esos pequeños detalles.
"¿Enserio quieres que me lo ponga?" el menor asintió freneticamente mordiendo su labio inferior "¿Y si mejor tú me lo pones?"
Guillermo ya no parecía un tomate sino ahora, lo siguiente, una chispa de lujuria se había apoderado de él y mas aún ahora que había dejado espacar al Guillermo que solo Samuel conocía, a uno que podía volver loco a cualquiera que lo tuviese en su cama, pero que solo el chico obsesionado con unicornios lo tenia, no lo dudo dos veces y se acercó a Vegetta tumbandolo otra vez a la cama.
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One Shots (Wigetta)
Short StoryLo que se me ocurren en noches de locura, los plasmo acá. Disfruten