Supongo que todos en algún momento llegamos a sentirnos cansados o simplemente aburridos de la monotonia de la vida.
Este era mi caso, no soy mas que una alumna promedio, en un instituto común, ni si quiera entro en el rango de las más bonitas o las más inteligentes, no tengo algo que me haga sobresalir exactamente, a los 17 años no hago más que descubrir a ojos abiertos todo lo que la vida me proponga dia con dia, con la esperanza de algún dia sentir que hay algo en lo que no falle como siempre, aunque en lo que si nunca fallo es en alcanzar los lugares altos, se que suena como una total estupidez, pero tengo una estatura de 1,75 y un peso de 67kg no soy presisamente una chulada en el fisico, no tengo puntos de ganar por ningun lado, el cabello lo llevo por los hombros lacio color castaño oscuro y los ojos color ámbar, la piel dorada y unos lentes para aclarar la visibilidad, aunque a ratos me resultaban bastante incomodos así que los retiro cuando no me son necesarios, en fin nada de eso me hacia especial, inclusive en estatura, existirían muchas mas chicas como yo con tal altura y mucho mas bellas, a mi esto no me hacia especial en lo absoluto.
Mi padre vive por aparte, yo vivo con mi madre en un pequeño departamento a tan solo unas cuantas cuadras de mi antiguo colegio, pero después de que mi madre me cambiar a un instituto-según los papeles que leí- "más abanzado, no habia hecho más que pasar por ahí para tomar el metro.
Pero bueno, volviendo al inicio de la razón de todo esto, sucedio hace tan solo un par de semanas, habia estado discutiendo con mi madre de "si me ponia o no un pantalon o un short" parecia de alguna forma emocionada por lo que le habian dicho de mi nuevo profesor privado de Fisica, habia hecho todo un alboroto en recalcar que con esos shorts parecia ramera, le agradecí el cumplido de manera sarcastica y tome una pantalones negros y me acoste en el sofa a esperar una hora antes, me habia quedado dormida justo cuando llego el chico, podria imaginar a un viejo de cincuenta y tantos tocar a la puerta de mi casa para iniciar las clases o una señora algo extricta, en cambio al abrir la puerta me tope con un chico de mi tamaño, tal vez un poco mas alto, de cabello castaño claro y ojos verdes, la piel blanca pero no demasiado, tenia el cuerpo a toda medida, no pude evitar sonrojarme con aquél acontecimiento tan repentini, ese hombre era una completa obseción a primera vista, iba bajando de la moto cuando se coloco frente a mi y escuche sus primeras palabras
"-Hola Jess, soy tu nuevo profesor de Fisica y Matematica-se acerco lo sufisiente para saludarme con un beso a la mejilla al cual correspondi-un gusto, mi nombre es Axel Brown"
Entro por mis oidos como pura degustación, estaba atonita, ni en mis sueños mas absurdos habia imaginado un chico así como mi nuevo profesor.
Si bien era cierto siempre habia sido un desastre para cualquier clase de matemática-nunca me an gustado-y tampoco sentia que cambiara de opinion, pero en aquel momento senti un vuelco dar por todos mis sentidos, obligandome a ver que esta era mi realidad, que él, el chico sexy de frente era mi nuevo profesor, concentrarme seria un problema obvio, así que durante las siguientes dos horas no hice más que agachar la cabeza, la conversación tomaba a ratos otros rumbos-y no presisamente de la matematica-era bastante agradable, pero a su lado era un punto de oscuridad ante un sol radiante de belleza, oportunidades de dar frente a un chico así, eran nulas y de hecho al momento las siguen siendo, pero, ¡Joder!, era un encanto.
Se despidió de la misma forma en la que llego, acordó mas clases para cuando tuviera materia nueva, la curiosidad me comia no pude evitar preguntarle que edad tenia, "23 años", no estaba tan lejos a decir verdad, bastante joven, pero esto solo era una relación de alumno y profesor, los limites no sobrepasan mas que esta actual situación.
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Mi Profesor Privado
Teen FictionUna estudiante cualquiera de 17 años con una vida ordinaria, no era de notas ejemplares y por esa misma razón le toca estudiar un "poco más" y para bien de ella le va a agradar.