Prólogo: My Life Before

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~Ash~

Ya a mis 26 años había dejado de vivir con mis padres años atrás, cansada de sus rechazos por no alcanzar las espectativas de una señorita de sociedad,  decidí dejarlos y ser yo misma por una vez en mi puta vida, venía de una familia adinerada, había tratado de complacerlos en todo, estudie, fui una chica perfecta, pero siempre vieron lo malo en mi. En cambio mi hermano mayor Austin, fue el rebelde sin causa de la familia, peleas, mujeres, dinero y alcohol. Incluso fue atrapado por la policía varias veces, siempre fue el favorito de nuestros padres y el mejor hijo.

No sentía rencor hacia mi hermano, éramos inseparables. A pesar de que él es 4 años mayor que yo. — Ash, es hora de irnos, enana— grito mi hermano desde fuera del cuarto—, me vi en el espejo, una chica delgada de estatura promedio, mi largo cabello rubio estaba ondulado y algo despeinado, mis ojos grises rodeados por grueso delineador negro, labial rojo en mis labios y mis piercings usuales uno en la ceja derecha, en el labio y un industrial en la oreja izquierda , estaba lista para salir usaba un Crop top negro, que dejaba a la vista mi ombligo perforado, y el tatuaje de mi espalda baja.

Un jeans rasgado, converse negras y chaqueta de cuero para cubrir el tatuaje del hombro. La puerta se abrió para dar paso a mi hermano un hombre de 30 años, metro ochenta, cuerpo trabajado, su camiseta ocultaba un dragón que empezaba en su antebrazo y terminaba con la cabeza de la bestia apoyada en su pecho, su cabello rubio y largo caía por un lado de su rostro, casi ocultando uno de sus ojos grises— te dije que te apures, Ashley— dijo mi hermano apoyándose contra la puerta— ya cállate, vamos a un bar, no es mi culpa que estés necesitado de tus usuales putas— el hizo una mueca— ese no es el vocabulario de una señorita de sociedad — replico imitando la voz de mi madre.

Rodee los ojos y lo seguí fuera del apartamento. Cuando íbamos bajando las escaleras me colgué de su espalda a caballito, el me agarro, y continuo bajando conmigo a su espalda apoye la barbilla en su hombro— Austin, ¿cuál es la prisa?— pregunte cuando llegamos al parqueo exterior, bajándome de su espalda, lo vi subirse en la Harley y me subí detrás de él — agarrándome de su cintura— nada solo necesito un trago con urgencia— dijo antes de arrancar la moto dirigiéndose hacia el bar. Al llegar al bar de motociclista bajamos y entramos al lugar, estaba lleno de gente que vestía con cuero, cadenas y desalineados, realmente era raro sentirme en mi ambiente en esa clase de lugares.

Nos sentamos en la barra a tomar dos cervezas— Mama llamo— dijo, ahora entendía porque las ganas de sacarme de mi apartamento, para que no le gritara y me viera suavizada por el alcohol— que dijo— pregunte, ya era normal que mi madre o padre no me llamaran en un día normal— Quieren que vayamos a una gala benéfica, los dos —me reí en su cara, mientras sacaba un cigarrillo de mi chaqueta, lo puse entre mis labios y lo encendí, aspire el humo para luego soltarlo— había agarrado el habito de fumar por estrés o por nervios— no pienso ir —dije apartando el cigarro de mis labios— tienes que ir serás mi acompañante— dijo mi hermano para darle un sorbo a la cerveza— muérete Austin no pienso fingir de nuevo ser la niña buena, todos me conocen saben como soy, no voy a avergonzarlos con mi actitud. A pesar de todo los amo y los respeto hermano. No voy a ir— me levante y salí del lugar. Me apoye contra la moto y me quite la chaqueta para dejarla ahí tirada sobre el asiento. Idiota, pensé solo mi hermano podía traerme a un bar de motociclistas para decirme que tengo que vestir de gala.

—Hey ricura, no crees que estas muy sola. Que dices si me haces un trabajito— dijo un hombre mayor de unos cincuenta tal vez, calvo de aspecto descuidado, alto del tamaño de mi hermano, sus ojos azules estaban nublados y enrojecidos por las drogas— Vamos Merle déjala. No crees problemas—dijo un hombre saliendo tras el otro, tenía la misma estatura, su cabello castaño oscuro estaba corto una barba recortada, usaba una chaqueta de cuero, sus ojos azules tan idénticos a los del otro hombre me decía que eran familia, pero al contrario del otro era un hombre atractivo, algo sexy. Aspire mi cigarro por última vez para tirarlo al piso y majarlo con el zapato. Me erguí — Si Merle, déjame en paz—dije poniendo expresión de asco.

Living in Hell (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora