Pasado al descubierto

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La ojiperla levantó su rostro todo empapado de lágrimas y entonces.

-Naruto-kun, de verdad me amas como tu me lo has dicho-.

-Mas que a nada en el mundo- dijo eso mientras puso su mano sobre la mejilla.

-Quiero que me lo demuestres- le dice y se agacha su cabeza.

Para el rubio no sabia a que se refería la ojiperla y poco después ella tomo la mano del rubio y se la puso directamente hacia su seno, después de ese acto levanta su rostro.

-Quiero que me toques- toda decidida le dice esa propuesta sin parar de derramar lagrimas.     

En ese instante el rubio va directo hacia sus labios con tanta pasión, y al mismo tiempo no dejo de tocar su figura tan espectacular que la ojiperla tenia,en eso Naruto por un momento recordó aquella noche lluviosa que había pasado en su casa con Hinata, y ahora los besos ya se encontraban en el cuello. Y poco a poco ambos se quitaban toda prenda que le cubrían, hasta dejarse sin nada puesto, y de un momento el rubio vio el collar que el le regalo. 

-Hinata eres realmente hermosa- le dijo eso con un tono de seducción. 

-Pero que estas diciendo, nunca me considere a mi misma esas palabras- completamente roja le responde.

-Pero si es la verdad, detrás de toda prenda que te cubría tienes una belleza tan pura-.

Aprovechando el momento Hinata comenzó acariciarle la espalda mientras la acompañaba con unos pequeños besos. Y después le acaricia los pechos de Hinata, por otro lado para ella con todo el placer se deja con los ojos cerrados. Naruto le abre las piernas a Hinata y da comienzo a las embestidas que le hace a Hinata, solamente en ese pequeño lugar donde se encontraban ambos se escuchaban sus gemidos y los sonidos del viento que corre por la ventana. Y al final ambos sudados y agotados se quedaron acostados mientras abrazando entre ellos.    

-Sabes Hinata, nunca olvidare este momento en el que tu y yo, nos hicimos uno-.

-Yo tampoco lo olvidare- le vuelve a decir poniendo su rostro hacia su pecho.

-Por favor, ¿quédate a mi lado por siempre y para siempre?- le dijo con miedo, mientras le apegaba hacia su cuerpo.

Ella asintió y se permanecieron así hasta caer dormidos toda la mañana que todavía estaba nublada. Dieron los primeros rayos del sol que ya por fin pudo aparecer y logran despertar a un rubio que poco a poco abrió los ojos y de eso voltea a ver una cabellera oscura algo alborotada y acostada en su pecho, no pudo evitar mostrar una sonrisa y comienza acariciando su cabello.

-Debemos reunirnos con los demás para comer- le dice eso, susurrando en el oído.

La ojierla se levanta inmediatamente al igual que el rubio para vestirse y dejar por un momento ese lugar que marcaron su vida el uno con el otro y dieron el camino para que se reúnan todos. En un momento en el que todos comían, Hinata fue a buscar en sus cosas y de ahí estaban dos agujas y unos estambres de color rojo, tan concentrada estaba en su costura que ni se dio cuenta de que todos se habían ido, menos a un grupo.

-¿Hinata que tienes al lado?- pregunto Tenten con mucha curiosidad.

-Ah esto, es el diario de mi madre- le responde con una gran sonrisa en su rostro.

-Enserio déjanos ver- rápidamente Ino se le acerca a un lado, mientras que las demás también lo hacían.

En ese momento Hinata el resto de las demás pasaron el toda del día viendo el contenido del diario.

-No puedo creer lo que yo veo, tu madre fue amigas de nuestras madres- con tanto asombro le dice la pelirosa.

-Según en lo que está escrito se conocieron de una por una y así fue como se juntaron todas ellas-.

Devuelta la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora