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°don't let them see what goes down in the kitchen.°

Los gritos en la parte baja se escuchaban por toda la casa. Resonaban en los oídos del más joven de la familia quien, acurrucado en una esquina de su habitación, lloraba sin poder parar. Cualquier persona que tuviese la oportunidad de verlo así, pensaría que se ha encontrado con un mismísimo ángel, pues el chico era hermoso aún con sus ojos rojos y su nariz mocosa. La cabeza de la familia gritaba en busca del menor mientras su madre intentaba calmarlo a toda costa, pero él  mismo sabía que eso no duraría mucho.

Todos creían que la familia Jeon¹ era la más perfecta de todo Busan, incluso las personas más cercanas a ellos pensaban que todo lo que sucedía dentro de las puertas era igual de perfecto que lo que se veía por fuera. Las ropas caras y los autos de lujo sólo servían para darles esa apariencia de muñecos de porcelana que tanto los caracterizaba. Pero todo aquello era más que una sucia mentira, un show del que nadie quería ser parte. Los padre, quienes hacían el papel de Barbie y Ken, no eran más que una barata imitación de los mismos. 

Nadie sabía que, al cerrarse las cortinas, aquél magnífico show se convertía en una carnicería. Nadie sabía que al cerrarse las puertas, sus padres se mataban con sexo y alcohol. Nadie sabía que ese hombre al que todos consideraban una inspiración, era el mismo que se acostaba con cualquier prostituta que se encontraba de camino a casa. Nadie podría imaginarse que, esa mujer que sólo bebía vino y champán en las fiestas de la alta sociedad, era la misma que se ahogaba en whisky todas las noches antes de dormir. Nadie había notado que, aquél ángel que había tenido más de cinco novias en un año, era el mismo que, a escondidas de sus padres, se encontraba con el chico que tanto amaba.

La puerta de su habitación se abrió lentamente. Él tembló del miedo al imaginarse que sería su padre, sabía que él no se controlaba cuando bebía de más y siempre descargaba toda su ira en contra del menor. El miedo fue reemplazado por alegría cuando vio entrar por la puerta a su hermano mayor, quien traía una cara de espanto y preocupación, la cual le cambió en cuanto vio que su hermano pequeño se encontraba ahí a salvo. Jungkook se paró rápidamente y corrió a abrazar al chico mientras se secaba las últimas lágrimas que resbalaban por sus mejillas. 

-Que bueno que estás aquí- envolvió con sus grandes brazos el cuerpo del más grande. Pese a que Yoongi era el mayor, siempre tuvo proporciones más pequeñas y más simples que las del pequeño ángel-. De verdad pensé que era papá.

-No le llames así- le cortó el de pelo grisáceo mientras se separaba para verlo a los ojos-, ese hombre no es nada nuestro, ¿ok?

Jungkook asintió lentamente, se encontraba perdido en los ojos de su hermano. De nuevo se encontraban en aquella cómoda posición que tanto les gustaba a ambos. Eran muy unidos y eso podía verlo cualquier persona, pero solo a ojos de ellos esa cercanía se convertía en algo más. Algo tan fuerte que ni sus padres, ni cualquier fuerza sobre natural, podría lograr vencer. Cuando ellos dos estaban juntos, el mundo pasaba a ser algo sin importancia.  

-¿Sabes qué ha pasado?- preguntó preocupado el menor-, ¿por qué discuten?

Yoongi se alejó de él y comenzó a dar vueltas por la habitación, parecía preocupado, como si algo le estuviese molestando. El ambiente era raro, tenso, definitivamente había algo que Yoongi no le estaba contando y eso lo estaba poniendo nervioso.

-¿No te has enterado?

-¿El qué?

-Parece que nuestro padre comienza a sospechar- la cara del mayor lucía afligida, con su ceño fruncido y sus manos en su cintura lucía más como un bebé-, alguien le ha dicho algo y él regresó furioso a casa. Intenté calmarlo diciéndole que sólo eran inventos pero él no se ha quedado tranquilo con eso, ha dicho que quería verte pero no puedo permitir que eso pase.

El corazón del menor cada vez se hacía más pequeño, sentía como si alguien le estuviese ahorcando e impidiendo que pudiese respirar con normalidad. Comenzó a alterarse, estaba aterrado, de verdad tenía miedo y no sabía cómo detener los temblores que recorrían su cuerpo.

-Hey, hey- le llamó Yoongi-, tranquilo, ¿si?, nada malo te pasará mientras yo esté aquí. Te prometí que te cuidaría siempre y esta no será la excepción. 

Él se acercó al más alto con la intención se abrazarlo, le dolía ver a su pequeño así, le dolía saber lo débil que podía llegar a ser. No entendía por qué su padre jamás hacía algo en su contra, porque lo preferiría antes que tener que ver al menor sufrir. Lo amaba demasiado y no podía entender cómo alguien podía simplemente lastimarlo.

-No iremos de aquí, Jungkook- le avisó el mayor-. Prepara tus cosas, sólo lo necesario. Yo me encargaré del resto.

Jungkook lo miró aterrado. Solamente Yoongi era capaz de ver ese lado de él, era el único que sabía los miedos de su hermano; y el único que podía darle la paz que tanto necesitaba en momentos como esos. 

No había mucho tiempo para pensarlo, necesitaban salir de ahí lo más rápido posible. Yoongi también sabía que su madre no sería capaz de detener a su padre por mucho tiempo. Solo esperaba poder sacar a Jungkook de aquél horrible lugar antes de que él terminara convirtiéndose en un juguete como lo eran sus padres.

Ayudó al menor a meter un poco de ropa en diferentes bolsas. Yoongi sabía muy bien en donde guardaba su padre el dinero y también él estaba a cargo de varias cuentas que le pertenecían a los dos únicos herederos de la fortuna que su padre tanto presumía. A ellos no les importaba el dinero, no querían tener nada en relación con ese pasado tan horrible que tanto los atormentaba, pero Yoongi quería lo mejor para Jungkook y sin dinero no podría darle todo lo que él siempre deseó.

-¡Jungkook!- el padre gritó mientras sus pisadas resonaban por las escaleras. La adrenalina recorrió por el cuerpo de ambos, pero sobre todo el miedo de que pudiera hacerles daño- ¡Jungkook! ¡Yoongi! ¿en dónde jodidos se metieron?

-Vamos, vamos- Yoongi empujó al menor hacia la única salida que les quedaba-, ¡Por la ventana! 

Afuera de la habitación, el padre intentaba abrir la puerta que se hallaba bloqueada. Golpeaba con fuerza mientras les gritaba maldiciones que eran como balas para sus hijos. Pero no había vuelta atrás, ellos se irían de ahí y no volverían jamás. No importaba si en el camino hubiesen problemas o si las cosas se ponían duras para ambos, era lo que querían y nada ni nadie podía detenerlos. 

Jungkook se deslizó por la ventana procurando no resbalar, pues la altura sería considerablemente dolorosa si no tenía cuidado. Yoongi le seguía por detrás, más preocupado por su hermano que por él mismo. Una ráfaga de viento golpeó sus rostros y el olor de la libertad les dijo que ya nada importaba, que ahora estaban bien. El menor buscó la mano del rubio como un apoyo y entrelazaron sus dedos mientras seguían escuchando los golpes y los gritos de su padre.

-Yoongi- lo llamó el pequeño de ojos hermosos-, te amo. Te amo más que a nadie en este mundo.

El mayor no pudo contenerse y le robó un pequeño beso de los labios. 

Cuando el hombre por fin logró entrar a la habitación ya fue muy tarde. Ambos chicos se hallaban corriendo por las calles de Busan, tomados de la mano y a sabiendas de que aquello era el inicio de algo hermoso, de algo especial. 

  °one day they'll see what goes down in the kitchen.°

{...}

  ¹ Decidí que Yoongi y Jungkook iban a llevar el apellido de Jungkook porque a mi, en lo personal, me gusta más. 

Se suponía que iba a subir este os el día después de haber subido cry baby pero como siempre yo y mi irresponsabilidad xD perdón si no es lo que muchas esperaban, es domingo y todos saben que nadie hace nada los domingos xd en fin, espero subir pronto el que sigue lksdjsd

❝dollhouse❞ // yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora