Como la recuerdo

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Todas y cada una de las mañanas me despierto como cualquiera, tomo café en dosis letales, me baño con agua fría para que me de un poco de vitalidad y para despejar mi cabeza de los pensamientos subjetivos que uno tiene cuando esta recién despertado. Y me planteo que hare el resto de el día, claro después de ir a la escuela y entrenar, y ahi es cuando normalmente el cafe entra a este juego de asquerosa sobriedad, cotidianidad y tristeza llamada rutina, y entra de manera positiva y nunca falla. "Voy a ser la mejor version de mi mismo" - me digo. Claro como si todo el dia fuera a tener esta euforia repentina que me da la convinacion de la cafeína con la adrenalina de la ducha fria.
Y es cuando me replico "¿como se supone que lo vas a lograr y seguir teniendo ese animo?" Y es cuando me doy cuenta de que realmente el cafe hizo efecto. Mi mente empieza una conversación interna tortuosa que no frena a menos que tenga una ocupación fisica.
Y normalmente siempre culmina conmigo procrastinando salir de mi casa hallando el enigma de como ser perfecto bajo mis estándares.
Cuando finalmente me hago la pregunta clave "¿que tienen todas las personas exitosas que los hace tener en tal implacable carácter que todos admiramos y por el cual son exitosos?"
Una musa.
El primer nombre que me viene a la mente me da un sentido de esperanza enorme. Me hace sentir que realmente vale la pena cualquier tipo de sufrimiento con tal de poder verla solo un minuto. Unicamente poder verla o que supiera de mi existencia, que volviera a esbozar una pequeña sonrisa causada por mi, o ver otra vez su pelo cobre contra el sol dando ese efecto embriagador de luz sobre ella. Tan solo por eso valdría la pena cualquier sacrificio.
Porque ella fue la única que de alguna manera pareció entender mi filosofía, mi diálogo interno, la sombra interior. Con ella las palabras sobraban, En el momento en el que hacíamos contacto visual habia una descarga electrica que pasaba por todo mi cuerpo y me daba esa ilusión que tiene una persona inexperta en el amor, esa sensación de nunca antes haber tenido roto el corazón porque sabes que toda la vida tu camino era ella y siempre fue ella.
Abrazarla fue, es y será un extasis de confianza y amor en su mas puro estado como la sensación que se siente al estar en la casa en la que pasaste tu infancia.
Perfecta, mental, espiritual y físicamente.
Ella es la razón de que he hecho tantas cosas que me han dado respeto y admiración de los demás. Aun después de 4 años sin verla, ni hablarle. A miles de kilómetros de distancia.
Es lo mas cercano a una deidad para mi. La he soñado muchas veces y siempre es hermoso, porque es lo mas cercano a tocarla. Y se que en algun universo paralelo, en alguna vida pasada en algun plano astral estuvimos estamos o estaremos juntos. Y con solo imaginarla es suficiente para que yo agradezca haberla conocido, que se haya convertido en mi para que y que hoy sea mi motivación para ser la mejor version de mi mismo, lidiar con situaciones surreales y estresantes dia con dia. Solo con la esperanza de probablemente algún día, podría volver a verla, con la posibilidad me basta.

La musa que se convirtió en deidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora