CAPITULO 46 Un nuevo tormento.

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---Hiroki---

Cuando me despedí de Mookyul él me dijo que dejaría dos de sus hombres más fieles para protegerme, puesto no quería que de nuevo ocurriera lo de Nowaki, no lo iba a permitir ya que yo le pertenecía.


Mookyul es tan bueno conmigo pero a veces en vez de sentir que soy su esposo me siento su presa, nunca me ha faltado al respeto desde que se enteró que esperaba un bebé suyo.

Nuestro comienzo no fue el mejor pero debía entregarme a él, puesto era mi esposo y no podía oponerme.

Aunque me doliera y ahora por eso yo...

Perdí a Nowaki y espero un hijo de Mookyul...

Si en ese momento, cuando encontré a Nowaki me hubiera pedido que me fuera con él sin pensarlo hubiera huido, estaría a su lado sin importar qué.

Pero todo esto ha acabado, toda la magia y fantasía se fue.

Ya no me queda nada más.

Debo intentar amar a Mookyul pero simplemente no puedo, yo al único que amo es a Nowaki, lo he amado desde siempre, desde que tengo memoria, simplemente es eso.

Fue mi primer amor y será el único.

¿Por qué me pasan estas cosas?

Camine por toda la casa y me dirigí a la cocina porque se me antojaba un poco de helado, pero me distrajo el sonido del timbre y me dirigí a abrir.

-¿Sí?

Era un hombre pelinaranja de porte elegante, que me miraba con una sonrisa.  

  -Hola, mi nombre es Natsumi es un placer conocerte. –tomo mi mano y la beso- Tu debes ser Hiroki ¿cierto?
-S-Sí.
-que bien.
-¿Quién eres tú? –pregunte.
-Soy tu nuevo inquilino, digamos que soy uno de los inversionistas de Mookyul.
-¿EH?
-ÉL me dijo que podía quedarme aquí el tiempo que quisiera.
-Eso es...
-Puedes llamarla si gustas, -me miro- ¿Dónde está tu ducha? Bueno no importa iré a buscarla, por cierto, eres tan lindo como lo dijo, en verdad tengo envidia de Mookyul
-...
-De haber llegado antes, te hubiera arrebatado de sus brazos aunque, -rio- aún estoy a tiempo.

Camino hacía las escaleras y yo tome mi celular para marcarle a Mookyul.

-¿Qué ocurre amor?
-¿Por qué rayos no me dijiste sobre el inquilino?
-¿Huh?
-No te hagas Mookyul
-¿Inquilino?
-Sí, ¡Natsumi!
-Oh, -suspiro- se quedará en casa una temporada.
-¿Y por qué rayos no me lo dijiste?
-Mi amor no te exaltas.
-Se supone que soy tu esposo, deberás de habérmelo consultado ¿no crees?
-Hiroki lo siento, no te pongas triste.
-No estoy triste idiota.
-Que hermoso, -se rio- es un gran amigo, no necesitas estar a su lado siempre o hacerle la plática, piensa que solo es un sirviente.
-Ah. –suspire.
-Hiroki no seas tan sentimental, prometo llegar pronto.
-Eso espero.
-Cuida mucho a nuestra hija ¿ok?
-Sí.
-Nos vemos después y cualquier cosa importante llámame, si mi amigo te molesta solo dile al guardia él sabe qué hacer.
-Supongo que eso me tiene más calmado.

Colgué y me serví una copa de helado.

-Se ve delicioso. –comento.

Voltee lentamente y vi a ese hombre solo con una toalla puesta en su cintura y con su cabello mojado.

  -...
-¿Te gusta lo que ves? –pregunto.
-Idiota. –murmure.
-Soy compartido, no me importaría darle a chicos lindos y embarazados.
-Pues a mí no me importaría dejarte medio muerto.
-¡Uy! El gatito de Mookyul tiene garras.

Ese hombre empezaba a sacarme de mis casillas, así que tome mi copa de helado y me acerque.

-Entonces, ¿quieres probar mi helado? –sonreí.
-Me encantan tus cambios hormonales, -comento- podrías dármelo en la boca.
-Sí, solo tienes que cerrar los ojos.
-Supongo.

Él cerro los ojos y yo le vertí el helado en la cabeza y en parte de su pecho.

-Ag, está frio. –exclamo.
-Espero aprendas a no meterte conmigo. –gruñí y subí a mi habitación.

"Que desperdicio, el helado estaba realmente delicioso..."



---Yukito---


Hasta hace un momento estaba tan feliz de saber que tendré un bebé con la persona que yo más amo, con Akihiko pero...

¿Cómo rayos mi padre y él de Akihiko están aquí?

Los dos juntos...

Akihiko de un movimiento me coloco detrás de él.

-¿Qué demonios haces aquí Yukito? Deberías estar con tu esposo.
-¿Esposo? –sonrió Fuyuhiko- Lo ves Akihiko él no te amaba.
-¡BASTA! –gruñó Akihiko.
-Fuyuhiko por favor hazle entender a tu hijo que no se meta con él mío, que ya está casado.
-Lo haré pero educa a tu hijo para que no ande de fácil.

Mi padre se acercó y Akihiko aparto su mano.

-No toques a mi Yukito.
-No es tuyo, él solo es de Takeshi.

Mi padre saco su celular y llamo a alguien.

Ambos nos miraban con enojo y Akihiko me abrazó a su pecho.

-Tranquilo todo estará bien, -comento Akihiko- confía en mí.
-Nuestro bebé. –susurre.
-Sí es necesario escapar, lo haremos, lo importante es protegerlos.
-Takeshi ven en este preciso momento a la plaza principal de Osaka, ¿entendiste?

Mi padre colgó y me miro.

-Andando.
-N-No lo haré. –murmure.
-¿Cómo? –me miro con enojo.
-No iré contigo.
-Acaso, ¿no recuerdas nuestro trato?

Me estremecí ante la imagen de mi madre con aquellos golpes y empecé a titubear.

-Yukito, estoy contigo, no te dejaré ir.
-Mamá... -murmure.
-Prometo ayudarte pero no te vayas, lo vamos a enfrentar juntos.

Apreté más la mano de Akihiko y me pegué a su pecho.

-Lo siento padre pero no quiero volver, yo amo a Akihiko.
-¡Akihiko! –gruñó su padre- Ese chico solo juega contigo, tú mismo te diste cuenta.
-Yukito me ama, siempre lo ha hecho, lo que paso antes fue una de tus artimañas y no lo creeré, solo creo en la persona que amo.
-¡AKIHIKO YA BASTA, VOLVERAS CONMIGO!
-No padre, yo solo estaré con Yukito.

Aun me sigo preguntando.

¿Son amigos?

Tal vez...

Tal vez cuando me fui con Akihiko mi padre le dijo al señor Fuyuhiko que nos separara...

-Yukito no estoy jugando, VEN...
-Señor por favor deje en paz a Yukito, no irá con usted porque me ama a mí.
-LE RECUERDO QUE MI HIJO ESTÁ CASADO.
-PERO NO PRO AMOR.
-Sea como sea, lo está y debes de dejarlo en paz.
-NO.

Un auto se detuvo frente a nosotros.

-Ahí estas Yukito. –comento Takeshi- ¿Podrías soltar a mi esposo?
-...
-Muy bien, ve con tu esposo Yukito, que te está esperando, no lo dejes así.
-Maldición, -comento Akihiko- tenemos que irnos.
-Mejor ve...
-No te voy a dejar, daré mi vida por ti si es necesario.

De un movimiento Akihiko me cargo y empezó a caminar hacia la avenida.

-PERO QUE RAYOS...
-No me importa, -exclamo Akihiko- NO LES DARÉ A YUKITO, ÉL ME PERTENECE Y SI LO QUIEREN APARTAR DE MÍ LADO TENDRÁN QUE MATARME PRIMERO.

Nos subimos a su auto y empezó a manejar.

-Volveremos a la ciudad. –comento.
-¿Eh?
-Mientras ellos están cerca estás en peligro, debo de llevarte a un lugar seguro.
-Lo siento Usagi-san. –murmure.
-¿Eh?
-Por mi culpa tú...
-Yukito nadie tiene la culpa, ambos nos amamos y vamos a luchar por nuestra familia.
-No me dejes.
-No te dejare amor, -me beso- lo prometo.
-Quiero ver a mi hermano, tengo que decirle que tendrá un sobrino.
-Claro, le diremos. –sonrió.
-No sé qué haría sin ti.
-Ni yo sin ti mi amor.

Me beso con ternura y deje que sus fuertes brazos me calmaran, aunque sé que nuestros padres nos perseguirán, es nuestro tormento pero lo vamos a superar.



---Gilbert---

Afortunadamente los amigos de Rick hicieron la salida y sin esperar más los cuatro escapamos, teníamos que portar túnicas para no ser descubiertos, sus amigos nos dejaron en la casa de mi amado, y luego ellos siguieron su camino.

Cuando me presente ante Roderich no podía más y lo estreche entre mis brazos, es la persona a la cual amo tanto, no quiero separarme de él.

Afortunadamente llegue a tiempo, me alegro que el imbécil de Steven se haya salido de viaje, ahora lo importante es llevarme a mi amado y mi mejor amiga lejos de aquí, donde nadie nos encuentre.

Roderich se quedó dormido en mis brazos y para ser sincero, me quede despierto observándolo, extrañando cada parte de él.

Mire su mano y tenía puesto el anillo, así que se lo quite y lo aventé por la venta.

-El único anillo que debes usar solo es el mío.

Acaricie su cabello tan sedoso y lindo.

-No sabes cuánto te extrañe, te amo tanto, tanto que no tienes idea.

Bese su frente y sonreí.

-Me siento tan feliz, creo que ahora puedo morir tranquilo, aunque no quiero hacerlo.

Lo mire por completo.

-Quiero tener una familia contigo, ser felices por completo.

Se movió un poco y yo lo acurruque en mi pecho.

-Duerme tranquilo mi amor, yo te voy a proteger, -sonreí- gracias por intentar salvarme a costa de tu felicidad pero ya es hora de que yo sea el que te proteja.

Me levante porque me dio un poco de sed y escuche unos sollozos, no aguante más y corrí a la habitación de al lado.

Al abrir la puerta encontré a Nelly aferrándose a Rick, ambos se abrazaban y lloraban con sentimiento, Nelly acariciaba la mejilla de Rick.

-Nelly. –murmure.
-¡HERMANITO!

Corrió a mis brazos y la abrace fuertemente.

-Sabía que estabas viva, tú...
-No importa, no importa.
-Lo siento Nelly debí buscarte yo.
-Eso no importa ya, ahora solo importa que están libres y que siguen vivos, lo único que quiero es que mis hijos sean felices.
-Nelly, -tome sus manos y las besé- lo importante es que debemos irnos a un lugar más seguro.
-M-Mis hijos.
-No te preocupes, yo me encargaré del resto, y sé que Nowaki nos ayudará.

"Tengo que sacar a todos de aquí..."



---Shinobu---


Camine hacía mi casa, no pensé que Miyagi se pusiera tan pesado con respecto a cosas intimas, sé que soy anfitrión pero, ¿preguntar sobre mi virginidad?

Que idiota.

Me di cuenta que sin querer había tomado una tarjeta de presentación de Miyagi.

Ese hombre en verdad es tan extraño pero me agrada su compañía, incluso su familia fue tan linda conmigo.

¿Podré tener una relación tan bonita? ¿Dónde la familia me acepte?

Supongo que fue lindo mientras duró, espero tener clientes de esa magnitud, que me saquen sonrisas y no quieran algo más que compañía.

-Qué lindo culo tienes hermoso.

Respire profundamente y voltee lentamente.

-Vete al demonio.

Él me miro sorprendido y se quitó los lentes.

-¿Shinobu?

Sí que este es mi día de suerte, maldita sea...

-Ikki... -gruñí.
-Vaya, estás como quieres.

Lo ignore y seguí caminando.

-Espera, -me sujeto del brazo- quiero hablar contigo.
-Pero yo no.
-Vamos Shinobu.
-Déjame en paz. –me aparte- Te odio.
-Y, ¿cómo está nuestro hijo?
-No te interesa.
-Sabías que, puedo quitártelo.
-¿Qué?
-Hagamos un trato, ¿sí? Vuelve conmigo y seguirás teniendo a ese chiquillo, o si no, te lo quitare ya que tengo mucho poder e influencias.
-...

Apresuré mi paso hasta que cruce la calle rápidamente antes de que el semáforo cambiara de color dejándolo atrás.

Al llegar a mi departamento me recargue en la puerta.

-¿Shinobu?
-Misaki, -murmuro y lo abrace- Misaki...
-¿Qué ocurre?
-L-Lo vi.
-¿Eh?
-Ikki, él me quiere quitar a Rintaro.
-¿Qué has dicho?
-Misaki, no quiero que me lo quiten.
-Tranquilo, vamos a encontrar una solución.

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora