PrólogoEl líquido carmesí se empezaba a expandir por el suelo antes blanco de la cocina. El silencio que inundaba el lugar era algo incómodo e inquietante para la pequeña chica de tan solo 12 años.
Sus ojos perdidos viendo un lugar inexistente de la cocina, tratando de analizar lo que acababa de hacer hace pocos minutos.
Su mirada ahora se paseó por el cuerpo sin vida de su madre, viendo su pálido rostro manchado de su propia sangre al igual que todo su cuerpo.
La castaña miro sus manos aún tratando de analizar lo sucedido, como si se estuviera asegurando de lo que hizo. Miro el cuchillo que su mano derecha sujetaba con fuerza, mientras que la otra se encontraba cerrada en un fuerte puño de sangre.
Sus labios se curvaron hacia arriba mostrando una macabra sonrisa en su antes pálido rostro. Sus sonrisa llegaba a ser tan grande hasta el punto de ser espeluznante, y sus ojos ahora no mostraban esa seriedad con la que se caracterizaba; era todo lo contrario.
Dejó escapar una pequeña risa, que a los pocos segundos se convirtió en una carcajada mientras se llevaba una mano a su tersa mejilla manchando está de sangre.
La satisfacción que ella tenía era grande, matar a la persona que alguna vez amaste es algo que ella se suponía que no haría, pero por primera vez quería probar que se sentiría matar a una persona por sus propias manos. Y el resultado que se llevó le gusto por completo. Además de que odiaba a su madre, tanto para ser la prueba de quitar sus dudas.
Ella, aún riendo, se puso encima del cuerpo sin vida con sus piernas a los costados manchando así su uniforme escolar por completo. Si embargo, eso era lo menos que le importaba.
– Hey madre, ¿Estás bien?, te noto un poco... Muerta.
Aumentó sus risas, esta vez un tono más bajo que el anterior. Pasó su mano por la fría cara de la mujer, detallándola con esta.
– Tienes una linda cara, es una pena que ya no estés para presumirla – dijo aún sin desaparecer su amplia sonrisa.
Miro el cuchillo que aún sostenía su mano derecha antes de clavarlo en el pecho de su madre con brusquedad.
– Siempre fui tu desgracias – quito el cuchillo para después enterrarlo en otra parte – Siempre fui tu infelicidad – hizo el mismo procedimiento – Nunca me amaste, siempre fui tu vergüenza . No importa que tanto me esforzara, nunca te importé.
Con cada palabra ella hacía el mismo procedimiento de enterrar el cuchillo en diferentes partes del cuerpo con mayor fuerza unas que las otras. Su enojo era mucho mayor, que se maldecía por no agarrar algo de mayor filo o grandeza.
Se limpió el sudor que resbalaba por su frente una vez que dejo de atacar el cuerpo inservible de su madre. Se acercó a su oído a pesar de saber que no la escuchaba, y dictó las mismas palabras que deseaba decirles desde hace tiempo:
– Espero que ardas en el infierno.
[ • • • ]
La pequeña rubia se cruzó de piernas mientras que veía divertida a su padre retorcerse de dolor en el suelo de su habitación. Lo único que se escuchaba eran los quejidos de dolor que lanzaba el hombre tratando de conseguir ayuda.
– ¿Qué pasa padre? – pregunto con una sonrisa en su rostro.
El hombre, agonizando en el suelo no respondió ni sé tomo la molestia de hacerlo. El dolor que sentía en su cuerpo por aquellos clavos enterrados en su cuerpo y el veneno que empezaba a surtir efecto en él eran grandes.
– ¿Sientes dolor?
Aquella rubia río ante su comentario claramente obvio mientras que se paraba de la cama morada. Sus pies descalzos tocaban el frío piso con manchas de sangre de su propio padre.
Agarro el martillo nuevamente y se agachó para quedar un poco a la estatura del hombre. Sus ojos marrones recorrieron el cuerpo de su padre hasta encontrar lo que quería.
– Oye, ¿Cuál es la primera letra del abecedario?
Antes de que el hombre pudiera reaccionar y decir algo, fue callado por su propio grito de dolor al sentir como su estómago era perforado por el clavo de metal sin compasión alguna por su hija.
– Respuesta correcta – río más fuerte esta vez posicionándose encima de su padre sin llegar a tocarlo – Ops, me falto uno aquí – dijo antes de hacer el mismo procedimiento esta vez en el hombro del mayor.
El hombre ahogo un grito llegándose a escuchar por toda la casa, que para la suerte de la niña, estaba completamente vacía a excepción de ellos dos.
– M-maldita... – murmuró el hombre en voz baja pero a la vez audible para la rubia, que solo sonrió ante su comentario.
Por fin había obtenido lo que quería desde hace tiempo. No imaginaba que matar a su padre podía ser divertido para ella, a la vez que llegaba a ser adictivo escuchar esos gritos y volver a cometer algo parecido.
– No te preocupes, ya pasará pronto – comentó divertida – Por fin podré tener todas tus herencias y no mis hermanas. Después de todo era mejor que murieras, nadie querría tener a un asqueroso prostituto como tú – esto último lo dijo con cierto asco – Pero bueno, nadie puede esperar nada de personas como tú.
La rubia, en un movimiento rápido quito la corbata azul celeste a rayas naranjas que usaba su padre para trabajar.
– Tu nunca me quisiste como tu hija, siempre estuviste lejos de mi casándote con otras mujeres. Nunca tuve tu atención ni siquiera una vez, y mira a que llegamos. Tu, ahora completamente indefenso a punto de morir por las manos de tu hija, ¿Cómo se siente?
Su padre se quedó callado, solo podía mirar como su propia hija amarraba su corbata en su cuello, sintiendo que en cualquier momento su hija iba a tirar de la corbata y moriría.
– ¿Me quieres padre? –acercó a su rostro con cierto odio en sus marrones ojos. El mayor se quedó callado – Lo suponía.
De un momento a otro ella tiro de la corbata haciendo que está se apegará al cuello del contrario empezando a ahogarlo fuertemente. Se sentía horrible, la falta de aire se estaba haciendo presente rápidamente, mientras que sus ojos se entrecerraban.
La rubia se acercó a su oído, y con una voz profunda y fría que llegaba a asustar le susurró antes de morir:
– Espero que ardas en el infierno, padre.
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Sadistic Friends
Novela JuvenilSolo una cosa las une; el dolor. Portada hecha por: VickyStyles17 ✏️ Todos los derechos reservados. ✏️ Contiene escenas de violencia. ✏️ Ninguna copia ni adaptación sin mi permiso.