02: Claire Knightly

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Capítulo 02: Claire Knightly

– Maldición...

Las maldiciones que lanzaba la castaña en susurros no iba a ser lo suficiente para salir de su nuevo cargo. Lo incomoda que se sentía con todos esos susurros y miradas de sus compañeros de salón hacia ella era más que molestas. Y no podía concentrarse con claridad en lo que maestro decía.

Era la primera vez que iba a ser guía de alguien. Nunca la habían nombrado para tal cargo y no planeaba serlo algún día. Y ahora, por obras del destino, la ponían a ella como guía de una semana.

<¿Por qué la ponían específicamente a ella en vez de los otros que en realidad querían?> Se preguntaba mentalmente la ahora enojada chica de cabellos castaños, agarrando el lápiz con firmeza mientras que ejercía más fuerza al escribir.

Estaba furiosa, y no podía hacer nada para remediarlo. Y ahora, estaba a cargo de alguien mayor que ella.



Victoria Frey

El timbre sonó por los pasillos de todo el nivel de preparatoria ( bachillerato, etc, como ustedes lo desean llamar). Los pasillos de empezaron a llenar de alumnos caminando apresuradamente a su otra clase, dejando sus mochilas en sus asientos sin ninguna delicadeza y salir del corriendo hacia el patio para tener su merecido descanso de media hora.

Victoria suspiro con pesadez mientras que cerraba sus ojos y acomodaba su flequillo hacia un lado guardando las cosas en su mochila verde menta y rosa con decoraciones de helados por doquier.

Desde que había ingresado a este instituto todos la miraban como su fuera algo nuevo en la tierra. La incomodidad que sentía en esos momentos era grande, y más cuando solo la querían ayudar por su cuerpo.

Se lo veía venir, desde que creció ha llamado más la atención solo por su aspecto físico. No era como antes, eso lo sabia a la perfección.

Ahora no pasaba por desapercibido como lo solía hacer. Antes nadie le prestaba atención. Antes no se fijaban en ella como ahora. Antes la odiaban.

Abrió sus ojos y se levanto de su asiento cargando su mochila en la espalda. Apenas dio un solo paso afuera del salón de clases, cayó en la cuenta de que no sabía absolutamente nada de dónde ir.

Todos sus compañeros de clases ya se habían ido a la cafetería o al patio, y los pasillos, anteriormente lleno de alumnos, se encontraba en silencio, solo había uno que otro chico caminando y entrando a salones que por ahora ella desconocía.

Miro a todos lados, tratando de encontrar un maestro, compañero o a lo que sería su guía; nada. No había nada más pasillos solitarios.

Chasqueo su lengua con molestia y empezó a caminar por el nivel de preparatoria sin rumbo alguno. Subiendo y bajando constantemente escaleras en busca de alguien que la ayude a orientarse, aunque solo sentía que se estaba perdiendo cada vez más.

"¿Dónde estaba su guía?" "¿No debería estar con ella ayudándola?" "¿Y si no encontraba su salón?" Preguntas atacaban la mente de Victoria mientras más caminaba sin rumbo.

¿Quién era su guía? Victoria no sabía quién era, no se había tomado la molestia de voltear a ver quién sería la que la ayudaría en toda una semana de clases. ¿Cómo se llamaba? Tampoco recordaba su nombre con exactitud. Solo sabía que era una chica, de nombre francés y apellido ciertamente raro para ella.

¿Lairre, Chloe? No lo recordaba. Y si lo hiciera, no sabría en donde estaría. Estaba empezando a odiar a esa chica sin siquiera haberla conocido. Aunque, también se culpaba así misma por ser tan despistada y con mala memoria si se trata de alguien o algo que no le importa.

Suspiro rendida y se paró en medio del pasillo sin intenciones de volver a caminar de nuevo. Dejo que su mochila en su espalda cayera al suelo causando un pequeño estruendo gracias a los tantos libros que esta traía y recargo su espalda a la pared.

Metió sus manos en los bolsillos de la falda a cuadros azules le proporcionaba y miro hacia el techo pintado de blanco. Su mirada recorría cada milímetro de esta como si fuera lo más interesante del mundo, mientras que sus labios se encargaban de lanzar maldiciones al azar por estar ahí.

Maldiciones a su tía por obligarla a iniciar una nueva vida. Maldiciones a sus compañeros por ser unos populares y calenturientos, maldiciones a el castigo que iba a recibir por llegar tarde a sus clases, y maldiciones a esa chica que se suponía que sería su guía.

– Iniciamos bien el primer día... – susurro pasa si misma con enojo.

Sus ojos se desviaron del techo al empezar a escuchar pisadas por los pasillos.

Victoria, con una pequeña esperanza de que sea algún maestro, se reincorporó rápidamente y tomo de nuevo su mochila verde acomodándola correctamente en su espalda.

– Lamento haberte dejado sola todo este tiempo, pero no podía encontrarte.

Una voz femenina suave como la cálida brisa pero a la vez fría como el hielo mismo llego a los oídos de Victoria. Rápidamente se dio la media vuelta viendo a la propietaria de aquella suave voz.

– Soy Claire Knightly, tu compañera de clases y tú guía del instituto hasta que te acostumbres a él, es un gusto.

Tan rápido como el nombre de Atala chica llego a sus oídos no pudo evitar sentir un odio hacia ella por dejarla sola. Más debía de admitir que aquella chica era atractiva:

Cabello castaño claro suelto hasta los codos, que a simple vista se veía que era sedoso. Piel pálida, su cara parecía realmente delicada y suave como si de una muñeca se tratase. Unos hermosos ojos amarillos como el oro, que a pesar de ser tan hermosos, podías notar cómo te miraban con frialdad. Su cuerpo no era del otro mundo, ni tan estilizado ni menos, era un poco menos del adecuado, que gracias al uniforme hacía notar un poco lo que le faltaba. La falda corta del uniforme podías notar sus finas piernas que la hacían ver sexy con las calcetas blancas, conjunto del uniforme, un poco más arriba de las rodillas.

Ella era Claire Knightly

– Lamento mucho dejarte sola, pero el maestro me llamo diciéndome las indicaciones de todo.

– N-no te preocupes, está bien.

Victoria no pudo evitar agachar ligeramente su cabeza. A pesar de que sus palabras eran sinceras, la forma en lo que lo demostraba era fingida. Y de cierta manera se sentía intimidada con aquellos ojos amarillos.

– Muy bien – Claire estiró su mano hacia en frente como un cordial saludo – ¿Te parece si empezamos?

– C-claro.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2016 ⏰

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