De mi boca no logre sacar ninguna palabra, así que asentí con la cabeza. Me hizo una seña para que entrara en el círculo y empezamos a bailar, yo al principio estaba un poco tensa, pero poco a poco me fui relajando en sus brazos.
-Supongo que te resultara extraña esta cita, después de lo de está tarde.
-Bastante –dije con tono firme.
-Pero esta vez necesitaba despedirme.
-¿Por qué ahora si y la primera vez no? –dije con tono de enfado, mientras dejaba de bailar y le miraba cara a cara.
-Porque no me daba cuenta de lo que sentía. –dijo con tono triste mientras se encogía de hombros.
-Y ahora que te vuelves a ir te das cuenta. –hice una pequeña pausa para evitar que me saltasen las lagrimas- ¿Para que me has hecho venir aquí? Todavía no lo entiendo.
-Necesitaba verte, una ultima vez.
-¿Por qué? Si esta tarde me "arrojaste a los brazos" de Pablo. –dije con tono de enfado mientras una lagrima se deslizaba por mi ojo, que rápidamente seque.
-Yo lo hice por ti, no quiero que vuelvas a sufrir por mi culpa.
-Me gustaría que la próxima vez me dejaras esa decisión a mi, pero como ya la has tomado, no se porque me has hecho venir si ahora estoy con Pablo.
-Pablo es un buen chico para ti, y yo...
-¿Tú qué?, tú eres tan bueno para mi como cualquier otro.
-No, no lo soy, porque Pablo por ejemplo no te ha hecho daño y no te lo quiere hacer, pero yo sin embargo si te lo he hecho.
-Me lo hiciste porque éramos dos jóvenes inmaduros, pero ahora hemos crecido y madurado y ahora es más difícil que nos hagamos daño.
-Pero si te hiciese daño otra vez no me lo perdonaría. –cuando acabo la frase me cogió de la cintura y nos quedamos muy cerca el uno del otro.
-Basta con que yo te lo perdone. -concluí mientras mi nariz rozaba la suya.
En ese preciso instante apareció Pablo:
-Suelta a mi novia –dijo con un tono agresivo, empujando a Alex lejos de mí.
-Solo estábamos hablando. –dijo Alex con tono tranquilizador.
-De qué tenéis que hablar a solas en la playa –su tono agresivo iba en aumento.
-De muchas cosas que no entenderías chiquitín. –el tono de Alex seguía siendo tranquilo y amigable.
-¿Cómo que chiquitín? –la verdad es qué Alex supera a Pablo en edad y en altura.
Después de decir esto empujo de nuevo a Alex:
-Pablo ¿Qué haces? –le pregunte intentando calmarlo. Porque no quería que llegasen a las manos.
-Proteger lo que es mío –Alex al ver la expresión de mi cara al oír las palabras de Pablo se rió- ¿De qué te ríes?
-Como que proteger lo que es tuyo, estamos saliendo, pero no soy de tu propiedad.
-Por eso me reía, Adriana odia que hablen de las personas en general y sobre todo de ella como si fuese propiedad de alguien o un objeto. –dijo con tono de burla por conocerme mejor que Pablo.
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Otra vez TÚ
RomantizmLo que tenía que ser un simple y divertido fin de semana entre amigos, terminó siendo una de las locuras más hermosas que jamás me han pasado.