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9. dije: ¿me lo puedes devolver?

Dedicado a @BooksAreMyUniverse quien adivinó la primera de que Tops era, y por sus hermosos comentarios que siempre están ahí en cada capítulo ❤ Gracias

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9. dije: ¿me lo puedes devolver? (él dijo: nunca en tus sueños más salvajes)

Cuando Alec no respondió, pues no quería descubrir el secreto de Magnus y arrebatarle su lugar especial, Will le llevó a su despacho para llamar a sus padres.

El despacho está hecho un desastre, pensó Alec mientras se sentaba en la silla frente al escritorio. Habían miles de libros amontonándose sobre las estanterías, escritorio y suelo, polvo amontonándose por todas partes. Era un poco tétrico con la persiana medio bajada de la ventana.

"Te lo voy a preguntar una última vez antes de llamar a tus padres, Alexander" dijo el señor Herondale, apoyándose en el escritorio frente a Alec. "¿Por qué te has saltado mi clase?"

Los labios de Alec estaban prácticamente sellados, mientras que el joven huía de la mirada de su profesor. Will suspiró.

"Alec, eres un buen chico. Tienes una excelentísima media, ninguna falta y nunca te has metido en problemas. Si ha ocurrido algo, puedes decírmelo" le aseguró Will, apoyando su mano en el hombro de Alec.

Alec quiso decírselo todo. Quiso decirle que había seguido a Magnus, muerto de preocupación, y que el moreno había recibido una paliza, y que lo único que había querido era reconfortarlo y ayudarlo, olvidándose por completo de la hora.

Pero, si llegaba a decírselo, habría descubierto los secretos de Magnus, y él no quería, de alguna manera, traicionarlo.

Así que siguió manteniendo silencio.

El señor Herondale soltó un suspiro y se incorporó.

"Está bien, ya veo, no quieres colaborar. Pero, si tienes algún problema, puedes hablar conmigo cuando quieras. Estaré aquí siempre, Alexander."

Alec asintió débilmente y, después de que Will le dijera que estaba castigado después de clases, él se dirigió a su siguiente clase solo, con la cabeza gacha, intentando aceptar que, de alguna manera, ya no era tan perfecto como quería aparentar a los demás.

Y maldita sea, tantos años construyendo la mascara que se estaba empezando a romper, arruinados por culpa de aquel subterráneo, que de manera injustificada, recibía palizas.

Si solo supiese el nombre de la persona que le había hecho daño a Magnus, Alec enseguida le cogería por el cuello y...

No, se negó interiormente, Alec, a ti no te gusta la violencia. La violencia no es buena. Tú lo sabes bien.

Intentó empujar aquellos pensamientos al fondo de su mente y entró a su siguiente clase.

Cuando las clases terminaron, tuvo que ir a conserjería porque no sabía donde estaba el aula de castigo.

Entró por la puerta sin saber qué podía encontrarse.

Lo primero que vio fue a la bibliotecaria, Tessa, leyendo un libro sentada frente a los pupitres en el escritorio del profesor. Después, paseó su mirada al rededor y abrió los ojos como platos al ver a su hermana sentada en la fila del medio, recostada en el asiento, con los zapatos encima de la mesa y masticando un chicle.

"¿Isabelle?" preguntó, parado frente a la clase. También estaban Jace y Clary junto a ella hablando muy pegados, Simon y Raphael al fondo de la clase, y, para la sorpresa de Alexander, Lydia y Magnus hablando animadamente. "¿Qué hacéis todos aquí?"