Oneshot - Repollo

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Es casi mediodía, estoy sentado en el despacho con mis papeles. La tenue luz del sol, que se posiciona cada vez más en lo alto del cielo, me pega en un costado. Las cortinas se mueven un poco cuando miro hacia el ventanal, es una suerte que corra una brisa fresca, sino ya me estaría quejando del calor.

— Yuuri, si tuviéramos un hijo, ¿cómo crees que se vería?

Wolfram me mira tranquilo con sus grandes ojos verdes, eso me hace olvidar la imposibilidad implícita en la pregunta, y contestarle normalmente.

— Mmmm... creo que al menos de seguro tendría cabello negro. O tal vez hasta los ojos, porque casi siempre los genes mas fuertes son los de los colores más oscuros. Pero nunca se sabe, tal vez saldría igual a ti.

— Hummh.

Piensa en algo mirando al techo, luego sonríe complacido y sigue con su papeleo.

— Pero, ¿a qué viene esto de la nada?

— Solo curiosidad. Seria genial si tuviera el cabello como tú, cuando creciera sería muy apuesto.

Mi rostro se pone algo caliente, no me acostumbro a sus cumplidos aunque me los diga casualmente.

— Pero, si se pareciera a ti creo que sería más lindo. Rubio, ojos verdes, eso es mejor que lo mío. — con mi dedo índice y el pulgar restriego una de las puntas de mi soso cabello negro. — Si fuera niña, con ese cabello seria como una muñequita seguramente.

— ¿No te gustaría tener un varón?

— Ah, no sé. Sí, creo que sí. Ya tenemos a Greta, y es una niña. Y además, me gustaría tener un hijo al que enseñarle sobre beisbol, eso estaría bien. Tú podrías enseñarle a usar la espada. Me gustan las niñas, y claro que ellas también pueden hacer todo eso, pero creo que sigue siendo diferente.

— Entonces, ¿te gustaría tener uno?

La pregunta suena demasiado seria, pero cuando miro a Wolfram esta tranquilamente recostado sobre el dorso de su mano sonriéndome.

— Sí, claro. Es decir, no tiene nada de malo, ¿verdad? Un varón, suena genial.

Wolfram se ve realmente complacido, se acomoda de nuevo con sus papeles y comenta:

— A mí también me gustaría tener un varón.

Conrad, que hace un rato estaba conmigo, ahora habla con Gwendal de algún asunto importante en la frontera. Günter está sentado a mi lado, lo más cerca que puede pegarse a mí como siempre, y me apunta algunas correcciones en el documento que estaba revisando. Al menos concentrarme me hace olvidar su acoso sexual de cada segundo. Me pierdo unos momentos a propósito entre números y cantidades, la cantidad de trigo de este año parece estar mejor con respecto al del año pasado, eso es muy bueno.

No tuve demasiado tiempo para continuar calculando mentalmente cuanta ganancia mas tendríamos por esto, ni la baja del precio del pan para el pueblo, ni tampoco de alegrarme demasiado por ello. Siento algo extraño detrás de mí, y luego el ruido de unas tijeras.

Me doy la vuelta, Wolfram se encuentra parado triunfante, con un pequeño mechón negro entre sus dedos.

— ¿Qu-? ¡¿Me cortaste el pelo? — casi no puedo creerlo, ¡eso es como una violación! Bueno, no una de verdad. ¡Pero es un tipo de violación!

Gwendal y Conrad miran hacia nosotros después de que gritara.

— ¡¿P-pero que es ese comportamiento? ¡El cabello de Su Majestad! ¡¿Cómo pudiste? ¡No puedo perdonar terrible sacrilegio, tocar el cabello de Su Majestad ya es algo lo suficientemente molesto que tengo que soportar de tu parte! ¡¿Pero cortar sus hermosas mechas negras como la noche? ¡Lord Mocoso, has cruzado una línea imperdonable, tendrás que ser castigado-!

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