El sol había salido, sus rayos alumbraron las ruinas de la ciudad y por ende a la prepa, fui el primero en despertar y aproveche el tiempo para quitarme las vendas de la cabeza y al mirarme en un espejo note que mi cabeza había empezado a cicatrizar, al salir vi que aunque Samuel había pasado la noche en vela no se veía cansado, al contrario se veía lleno de energía
-¿Qué tal la noche Esteban?-
-Bien…supongo… ¿porque tanta energía?-
-Encontré una caja de bebidas energéticas-
-Samuel… ¿Cuántas te tomaste?-
-em… ¡Todas!-
-¿No crees que te haga daño?-
-¿Crees que le voy a temer a unas bebidas energéticas después de todo lo que ha pasado?-
-Si no te matan esas cosas, lo harán tus excesos-
-Eres el menos indicado para decirlo, señor tabaco…-
-…antes eras chido wey…-
Antes de bajar me acerque a Susi para despertarla, para tratar de dejar los problemas en el pasado.
-Susi… despierta, es hora de irnos-
Ella se levantó rápidamente, me tiro al piso y puso una pequeña navaja en mi cuello, estaba estupefacto, mi cuerpo no respondía, ella al ver mi cara reacciono y se levantó con una expresión muy fría en su cara.
-Disculpa, pensé que eras una de esas cosas…-
-Em… no te preocupes, un error cualquiera lo comete…-
-Solo para que lo sepas, si te vuelves una de esas cosas, no dudare en matarte para sobrevivir, y espero que tú tampoco dudes en hacer lo mismo.-
No sabía que responder a eso, mi mente no carburaba lo que hacía, solo me di vuelta y baje para tomar provisiones, vi el hacha que me había salvado recargada en el barandal con las marcas de los dientes del perro en ella, la tome y pensé que jamás le podría tomar cariño a un objeto como ese.
Tome lo que pude cargar en mi mochila sin que pesara demasiado, o al menos lo suficiente para que me pudiera mover rápido, me acerque a la puerta y vi 2 patrullas volcadas y a un policía acostado cerca de ellas.
Cuando todos estábamos frente a la puerta, repasamos el plan, que era, básicamente seguir a Lalo hacia su casa, al salir el policía que estaba acostado se levantó y vio fijamente a Christian y el al policía, Christian balbuceaba:
-Papá…-
-Christian…acércate…-
Christian se acercó rápidamente a su padre… él se acercó a su oído mientras tosía y escupía sangre, y le dijo:
-nuestra familia está infectada, no vayas a la casa-
Christian se quedó inmóvil, mientras sus ojos se tornaban rojos y se llenaban de lágrimas.
-Toma esto, lo necesitaras…-
Él le había entregado un revólver, Christian lo tomo mientras gritaba-
-¡Papá, papá… no te mueras, por favor…!-
-…-
Su padre abandonaba la vida, mientras los gritos desgarradores de Christian empezaban a atraer a los fiambres, me acerque a él y le dije
-Christian…tenemos que huir…-
El solo se quedó inmóvil…su mundo colapso…había perdido a toda su familia.
-¡Christian, hay que salir de aquí!-
Se levantó, tomo el revólver, me miro con los ojos inyectados en sangre y lágrimas… y solo comenzó a disparar mientras gritaba.
-¡Vámonos!-
Comenzamos a correr hacia casa de Lalo, el camino estaba lleno de cadáveres y autos estrellados, cuando dimos la vuelta la cuadra estaba repleta de esas cosas, pensé que todo saldría bien hasta que unos fiambres salieron corriendo y se abalanzaron sobre Carmen, mientras Lalo trataba de abrir la puerta, El profesor estaba cerca de ella pero el no hizo nada, trate de ir a ayudar a Carmen pero, ya era demasiado tarde, la habían mordido en el cuello y en el vientre, sus gritos violentos y desesperados seguían sonando mientras los fiambres la despedazaban cuando Lalo pudo abrir la puerta todos entraron, si tan solo hubieran usado esa velocidad para protegerse unos a otros, aun estaríamos juntos pero no fue así, vi cómo se levantó ya convertida en un zombi con los intestinos saliendo por un costado, trataba de entrar a la casa pero mis piernas no reaccionaban
Poco a poco estaba perdiendo a mis amigos, a las pocas personas que aun estimaba.
Una mano me tomo por el cuello de la camisa y me tiro hacia adentro, pude ver como se acercaban a Carmen y la devoraban, rápidamente atrancaron la puerta y las ventanas, todos estaban ahí menos Lalo, pero ahí estaba ese sucio traidor del profesor, me levante y me acerque a él, con el cuerpo empapado de bilis y completamente sulfúrico, me miro de reojo mientras hablaba muy coquetamente con una estudiante.
-Pero que podía hacer yo, cuando reaccione era demasiado tarde, pero si hubieras sido tu no habría dudado en protegerte…-
Lo tome por el brazo y le dije:
-¿¡Por qué no ayudaste a Carmen!?-
-No pude hacerlo, cuando reaccione la jovencita ya había sido mordida, y por favor háblame con respeto muchacho-
- ¡Te respetaría si lo merecieras, por tu culpa ella está muerta, pero parece que te importa una mierda, pudiste evitar esto!-
-No me pondré a discutir contigo mocoso arrogante, si hubieras estado en mi lugar…-
-¡Si hubiera estado en tu lugar habría hecho algo, no hubiera huido como un cobarde!-
-Mira maldito niño impertinente, si sigues gritando esas cosas no se van a ir, y no quieres que alguien más salga herido verdad, yo sé que paso ahí, tú no sabes nada…-
Mientras él trataba de hacerme creer que no pudo haber evitado la muerte de Carmen, mi puño empezó a cerrarse mientras que con voz baja le decía:
-Cállate…-
-¡Tú no eres nadie para callarme!-
Mientras él seguía hablando con su bífida lengua, el odio me impulso y solté un golpe con todas mis fuerzas en su mentón para que dejara de hablar, cuando él estaba en el piso con la mano en la boca.
-Por tu pánico mis amigos y yo en la prepa casi morimos, y por tu estupidez y cobardía Carmen ahora está convertida en una de esas cosas, debería matarte ahora mismo…-
Carlos llego a ayudar al profesor, mientras se levantaba el solo me miro con rabia, Samuel se acercó y me llevo al patío y comenzamos a discutir:
-Esteban, no puedes hacer este tipo de idioteces y menos ahora-
-¿qué?, no me hagas reír Samuel, por su culpa Carmen tuvo un destino peor que la muerte…-
-Lo que hizo estuvo mal, no lo negare pero demos gracias a que solo fue ella y no todos nosotros…-
-¡Él pudo evitar su muerte pero no lo hizo!-
-Mira Esteban, recuerda que a veces es mejor un mal menor por el bien común… solo trata de no ser tan impulsivo la próxima vez…-
-Dime que garantiza una próxima vez, como sé que ese infeliz no hará lo mismo contigo, o con alguien más-
-Mira hay que llamar a nuestras casas tal vez haya un mejor resultado hoy…-
Lalo entro al patío y nos vio discutir, cuando me percaté de que estaba ahí le pregunte:
-¿qué ha pasado?, ¿tu madre o tu hermana ya contestaron el teléfono?, ¿había alguien en la casa?-
-Mi madre salió de viaje, así que probablemente esté bien y mi hermana mayor fue al supermercado…pero ninguna responde su teléfono…-
-…-
No tenía palabras de aliento para él, pero nada detenía a el tiempo que seguía su curso, mientras que todos marcábamos a nuestras casas esperando que alguien contestara, pero nadie tuvo éxito, cuando tome el teléfono marque el número, tenía las esperanzas de que alguien contestara pero, solo el sonido de espera, una y otra vez, trataba de pensar en algo positivo pero las circunstancias no me lo permitían.
Mientras todos tomaban asiento Christian encendía la tv para ver si estaban pasando una transmisión de emergencia, yo trataba de sintonizar una estación donde pudiera obtener información sobre la epidemia, Christian reviso todos los canales pero no había nada solo estática o mensajes de problemas técnicos, otra vez a esperar.
Pasaron las horas mientras que trataba de encontrar algún tipo de información, lo incesantes murmureos no paraban, yo seguí intentando pero no tuve éxito, no dejaba de escuchar estática, cuando me di por vencido me levante para estirar las piernas y me acerque a Christian.
-¿Y… has conseguido algo?-
-No…-
-Descuida ya veremos qué hacer para salir de esto, siempre lo hacemos…-
-jajaja… claro…-
No podía imaginar el dolor que Christian estaba sintiendo en esos momentos, no parecía sentir emoción alguna. Lalo se acercó a la alacena y saco un paquete de sopas instantáneas.
-Aquí hay suficientes para todos, pero hay que racionarlas…Esteban por favor ven y ayúdame a prepararlas -
-Ya voy…-
Carlos por alguna extraña razón no le pareció correcto que almacenáramos la comida, desde que lo conocí note que le gustaba actuar como si fuera el líder.
-¿Y nosotros que?, ¡No están solos en esto viejo!–
-Carlos, solo son unas sopas, ¿de qué te alteras?-
-¡¡ No me digas que estoy alterado, tú llegaste a los golpes con nuestro querido profesor solo porque Carmen no pudo sobrevivir!!-
-¿Estas comparando la muerte de Carmen con unas sopas?
-Ese no es el punto, solo quiero que sepas que no estás solo en esto viejo, ¿si me entiendes?
Carlos estaba actuando más lame botas de lo normal, pero no le di importancia mi hambre podía más que las estupidez humana común en esos momentos.
Cuando empezamos a repartir las sopas se acercó el maestro, o bueno Soriano supongo que ya no tenía caso hablarle por su título.
Ahora ya no había ricos o pobres.
Superior o inferior.
Blanco o negro.
Solo había gente tratando de sobrevivir.
Le entregue su sopa y se fue sin decir nada, solo se retiró, Carlos vino y tomo una ración que no le pertenecía.
-Lo siento, necesito energía…-
Aún seguía enojado y esa fue una de las gotas que empezó a derramar el vaso.
-Para que si no has hecho nada, ¡ahora ven y deja la sopa de Yuri en su lugar!-
-¿O si no que?, ¿me vas a golpear como a nuestro profesor?...-
-Si es necesario para que dejes de lamerle el culo a Soriano lo hare, ahora hazlo por las buenas Carlos.-
-¿Por qué tratas de ponerte como un líder?, ¡tú no eres el que manda!-
-Y no pretendo serlo, aquí todos han cooperado con algo, ahora te lo preguntare por última vez… ¿vas a darle su sopa, o te la voy a tener que quitar…?-
-Esteban, viejo yo la necesito más que ella, todo lo que ha pasado…ha sido tan…tan…-
-¿Traumático?, Carlos, no sé si te has dado cuenta, pero todos aquí estamos igual o peor que tú… ¡así que ya deja de lamer traseros!-
Carlos se fue con la cola entre las patas, Yuri me miro y solo dijo Gracias, cuando ya nos sentamos a comer pude ver a Carlos y a Soriano murmurando mientras me veían fijamente, como de costumbre no me importo una mierda así que solo seguí comiendo.
Ya que todos terminamos de comer empezamos a discutir los pros y los contras de quedarnos en la casa de Lalo, Carlos y Soriano empezaron a sacar los contras.
-Si nos quedamos, puede que muramos aquí…las puertas no se ven muy resistentes, y que hay si nos quedamos sin provisiones, nadie sabe cuánto tiempo durara esta epidemia, si nos vamos a mi casa es más probable que sobrevivamos –
-Carlos tiene razón muchachos-
Marilú contesto algo molesta.
-Carlos ya viste como está afuera, donde quiera que vayamos estaremos en peligro de muerte, además aquí cerca hay un centro comercial, también hay una estación de la policía…-
Ella tenía la razón, Carlos no podía discutirlo, pero el tema del transporte aún me preocupaba.
-¿Lalo donde está tu auto?, ¿es lo suficiente grande para que en caso de una emergencia podamos salir en él? –
Lalo comenzó a reír como si tuviera pena de algo.
-Lalo enséñanos el auto…-
-La cosa es que es un bocho…-
-Lalo me la estas mamando… ¿cierto?…-
-Es que mi hermana se llevó la camioneta…y pues… tu sabes…-
-No Lalo, no sé de qué mierdas hablas…-
Soriano empezó a secretearse con Carlos otra vez, parecía como si estuvieran tramando algo, tal vez solo está dejando que la paranoia me tomara, pero igual no confiaba mucho en ellos, Soriano se levantó.
-Aquí en la estación de policía hay patrullas y armas, porque no van a traer algunas…-
Edward había estado muy callado, reconocía su expresión y su silencio, estaba ideando un plan.
-¿Bien quienes van a ir a la estación de policía?-
Samuel, Christian, Lalo, Marilú y yo contestamos.
-Yo-
Edward empezó a contarnos el plan, mientras Carlos y Soriano seguían secreteando.
-El plan es este, paso 1:
Tenemos que esperar a que las calles se empiecen a vaciar, cuando salgan no asesinen a ningún fiambre a no ser que sea absolutamente necesario, mientras ustedes avanzan yo estaré en la azotea viendo las calles y les diré por dónde ir si una calle se comienza a llenar le llamare a Esteban para que tomen otra ruta ok… -
Carlos no paraba de buscar fallas en el plan de Edward.
-no puedes ver las calles sin binoculares-
Lalo saco de un baúl los binoculares.
-¿Y que si no hay patrullas?, ¿Y si la estación de policía esta infestada de zombis?, ¿Y nosotros que haremos aquí?...-
-Carlos…¡¡¡Y si cierras el pinche hocico!!! Ya sé que el plan no es perfecto pero en cuanto suba a ver las calles desde la terraza lo será, si no hay patrullas a la vista no van a ir a ningún lado, ¿oh dime tienes una mejor idea?, ¿Quieres ayudar no?-
-Si…pe…pero…yo…-
-Si quieres ayudar puedes ayudarme a perfeccionar el plan, puedes salir y ayudarlos a ellos, o puedes simplemente, ¡¡dejar de quejarte por todo y dejar de lamerle los huevos a los demás!!… ¿entendiste?-
-Mira estúpido 4 ojos deja de creerte superior a mí, no eres nadie, solo sabes dar órdenes que nadie sigue, ¡¡¡deja de creerte el líder!!!-
-No me creo superior a ti, pero si tu sientes que lo soy ese es tu problema, solo te di opciones ya que según tú quieres ayudarnos, no doy ordenes hago planes y si tienen errores me gustaría saberlos porque no quiero que alguien salga herido por que yo si cuido a mis amigos.-
Era la primera vez que veía a Edward tan iracundo y a Carlos tan cegado por la furia, él se acercó y tomo a Edward de la camisa y empezó a levantar el puño, Samuel lo detuvo, pero Edward sabía que Carlos solo estaba disfrazando su temor, soltó a Edward y salió al patio a sentarse en una esquina y Soriano fue detrás de él, Edward siguió explicando el plan.
-Bien, Lalo sube a revisar las calles-
-¿Y qué hay del paso 2?-
-Cierto… el paso 2:
Cuando lleguen a la estación de policía traten de tomar todas las armas y municiones que puedan, tomar una camioneta donde podamos viajar todos, recuerden que el tiempo apremia… Christian lamento pedirte esto pero necesitare el revólver…-
-¿Qué? pero si nos acorralan afuera que haremos…-
-Christian si comienzan a meterse a la casa que vamos hacer, necesito que confíes en mí el revólver es para proteger a todos en la casa, no quiero perder a nadie, yo los estaré guiando desde la azotea…-
-Entiendo… solo trata de que no pase nada que este fuera del plan ok…-
Todos subimos a revisar las calles y ver si la ruta de Edward era más segura y directa hacia la estación, cuando ya mejoramos casi por completo el plan, el sol ya comenzaba a ocultarse y las luces de la calle empezaron a encenderse, todos bajaron a hacer la cena menos Christian y yo.
-Entonces, mañana saldremos otra vez…-
-Sí, descuida yo te cubro la espalda Esteban, no perderé a nadie más…-
-No te preocupes por mí, ahora ni tú ni yo tenemos algo que perder en esta mierda de mundo…-
-¿Y qué hay de nuestros amigos? ¿Acaso ellos no cuentan?…-
-Claro que sí, lo siento no pienso bien lo que voy a decir…-
-Descuida-
El simple hecho de pensar en perderlos me aterraba, no podría soportar otra perdida así, no ahora.
La noche llego y con ella un silencio muy pacífico, me empecé a aburrir y comencé a picar algunas verduras para la cena, me sentía como en familia, otra vez comenzaron las risas y las pláticas, ver a todos mis amigos felices y tranquilos me lleno de una gran paz, al terminar de preparar la cena y empezar a repartirla vi que Christian no dejaba de ver las balas del revólver y su expresión era algo preocupada así que me acerque a él.
-¿Que tiene el revólver?-
-Ven a la azotea tengo algo que decirte…-
-Ok-
-Esteban, las balas son antimotines…-
-¿Qué quieres decir?-
-Son salvas…-
-¿Entonces que les decimos?-
-Mira de momento hay que mantener esto en secreto, no quiero preocuparlos más de lo que ya están…-
-Ok mañana en la estación de policía tenemos que recoger municiones normales, no podemos protegernos con salvas-
Regresamos y comenzamos a cenar con todos, pero el ambiente a pesar de ser tolerable y algo alegre no me quitaba la idea de mi familia en peligro o peor, así que mejor subí a la azotea y termine de cenar.
Comencé a contemplar las estrellas y a hurgar en mis bolcillos para ver de qué disponía, saque las llaves de mi casa, mi celular con los audífonos, y 1 peso, tome mi celular y comencé a escuchar música mientras contemplaba el cielo estrellado, había tantas cosas de las que me había perdido, supongo que como podía morir en cualquier momento tenía que disfrutar del tiempo que me quedaba, entre canción y canción fui perdiendo la noción del tiempo, hasta que Carlos subió para hablar conmigo.
-Esteban, viejo, ¿porque golpeaste a nuestro maestro?-
-Carlos, el dejo morir a Carmen, no me vengas a decir que el no pudo ayudarla, o que ya era demasiado tarde-
-No viejo, él sabe que es lo mejor para todos, él sabe que yo debería de ser el líder, yo los puedo proteger de ustedes mismos…-
-Carlos, todos dependemos de todos, no hay un líder todos cooperamos con todo, la opinión de todos importa-
-No lo discuto, pero yo sé que es lo mejor para todos, si te unes a mi serás como un vicepresidente, serás mi mano derecha en toda decisión que tome, solo tienes que admitir que se lo que es mejor para todos.-
-No Carlos, esto es una democracia todavía, no me uniré a ti porque todos pertenecemos al mismo bando-
-Es mejor para ti ser mi aliado, no mi enemigo, eres leal, sigues tus ideales, no me hagas arrepentirme de darte esta oportunidad-
-haber Carlos, ¿Qué es lo mejor para todos?-
-Deberíamos ir a mi casa, ahí estaremos sanos y salvos, y mira nada más cuantas hermosas hay aquí, no me vas a decir que no te atrae ninguna, si eres mi aliado podrás tener a cualquiera, habrá de todo a montones, podremos hacer lo que queramos…-
-¿Y si alguien se opusiera?-
-Es lógico que habrá quien no quiera respetar nuestra autoridad, pero como dijiste esto es una democracia, si jugamos bien las cartas nadie se opondrá a nuestro plan de salvación…-
-Interesante…-
-Bien parece que me di a entender… ¿entonces que pensaste sobre mi oferta?-
-Temo que la rechazare-
-¿Qué? ¿Por qué?-
-Mira estas chicas no son tu juguetes, tú no sabes lo que es mejor para todos, tú solo quieres que te sigamos ciegamente para hacer lo que tú quieras, te importa un carajo la supervivencia de los demás solo quieres aprovecharte de la situación en la que estamos, te crees el centro… voy a fingir que esta conversación nunca paso ok, si crees que me equivoco mañana en el desayuno arguméntate enfrente de todos y quien te quiera seguir que lo haga, nadie los va a detener-
-Jajaja te vas a arrepentir de esto… te vas a arrepentir…-
Su expresión de diversión antes de bajarse me perturbo bastante, comencé a pensar sobre si alguien seguiría a Carlos, pase la noche con esa pregunta rondando en las cavernas de mi mente, apenas pude dormir antes de que fuera hora de levantarse, al bajar a la sala vi que Carlos si estaba discutiendo su plan.
-Entonces… ¿Quién viene conmigo?-
Todos lo vieron pero nadie respondió.
-¿Susi?… ¿Marilú?... ¿Lalo? … ¿Samuel? … ¿Lucero? …
-Carlos ya estamos bien aquí no hay necesidad de irnos…-
-Entiendo… gracias por escucharme chicos…- ya pueden volver a hacer lo que estaban haciendo…-
La hora de actuar había llegado tome mí mochila y subí con los demás a revisar las calles que por suerte estaban casi vacías pero antes de salir Christian me dio el revólver para entregárselo a Edward al entregárselo le dije.
-Mantén vigilado a Carlos…-
El asintió con la cabeza, ya podíamos salir y esperar indicaciones, antes de cerrar la puerta pude escuchar como Susi dijo en voz baja:
-Suerte…-
Al salir un par de fiambres se empezaron a acercar pero debíamos de apegarnos al plan, comenzamos a correr por las calles donde los cadáveres y el olor a podredumbre abundaban, pero era algo casi permisible, una camioneta que tenía un fiambre en el asiento del conductor estaba cerca de nosotros, al pasar corriendo por un lado note que estaba picando unos botones al estéreo del auto, mi celular comenzó a timbrar y nos detuvimos.
-¿Edward que pasa?-
-No olvides traer granadas o algo así…-
-Bien-
Mientras perdía el tiempo hablando por teléfono, de la camioneta comenzó a sonar una canción en un volumen bajo, deje de hablar con Edward para ver eso, quede anonadado.
-(¿el fiambre pudo prender el estéreo?)-
No lo podía creer… acaso estaban recuperando sus facultades mentales y físicas… oh había sido simple casualidad, mientras todos se acercaban a verlo el fiambre subió el volumen al máximo, cuando volví a hablar con Edward.
-Esteban… ¿Esteban sigues ahí? …-
-Edward… las calles…-
-Ah… claro, claro… Esteban el trayecto original está despejado pero detrás de ustedes va un horda ¡¡muévanse rápido!!-
Termine la llamada y comenzamos a correr lo más rápido posible, de las casas comenzaban a salir más zombis, solo faltaban un par de cuadras presione a mi cuerpo a aumentar la velocidad hasta el máximo, la entrada a la estación de policía estaba abierta, en cuanto entraron cerré las puertas y mi celular comenzó a sonar otra vez.
-Esteban, bien jugado yo te marcare de nuevo cuando las calles se vuelvan a vaciar ok…-
-Ok-
Recorrimos sigilosamente la estación, hasta llegar al cuarto donde guardaban las armas y las municiones pero al abrir la puerta un fiambre salto sobre Marilú e intento morderla por fortuna Samuel actuó rápido y logro decapitar a él fiambre antes de que la mordiera, la ayude a levantarse y solo me abrazo y apretó fuertemente antes de comenzar llorar y a hablar entre llantos.
-Casi… Casi… Casi me muerde…-
-Lo se… por suerte no lo hizo… ahora mantente más concentrada ok…-
-Ok…-
Samuel y Marilú se quedaron recogiendo municiones y armas mientras que Christian y yo buscábamos una camioneta blindada, cuando llegamos al estacionamiento vimos que solo quedaba una camioneta el resto eran autos comunes, pero la camioneta tenía torreta incluida, le dije a Christian:
-Christian ve a buscar las llaves, yo buscare por aquí-
Vi una puerta al final del estacionamiento, y como Christian no llegaba decidí entrar a ver que había ahí, me comencé a acercar lentamente cuidándome la espalda y mientras avanzaba comencé a escuchar que alguien estaba caminando, mi corazón comenzó a latir rápidamente, mientras que continuaba avanzando buscaba a la persona o al zombi que estaba haciendo esos ruidos, me quede parado frente a la puerta, pero los pasos no dejaban de escucharse, logre percibir que algo había salido de entre los carros pero el miedo me impedía voltear, por un segundo mi corazón se detuvo, comenzó a acercarse lentamente, baje mi hacha y mi corazón comenzó a acelerarse cada vez más, gire lentamente y lo que vi me dejo sin respiración, era una niña con una mordida en el cuello, se empezó a acercar y comenzó a gruñir, fue algo tan perturbador que me tire al piso y me recargue en la pared, no tenía el valor para atacarla, solo era una niña, como pudo pasar esto, la niña seguía acercándose a mí, pero no podía reaccionar, cuando se acercaba demasiado la alejaba con el hacha, solo podía pensar en que la muerte no tenía piedad de nadie, mientras que la niña seguía intentando comerme el tiempo avanzo hasta que todos fueron al estacionamiento donde estábamos la niña y yo, Samuel se acercó con una escopeta y coloco el cañón en la boca de la niña cuando ella volteo, pero Samuel no disparaba.
-¡Esteban quítate!-
-Samuel…solo…solo es una niña…-
-¡¡Es un peligro ahora quítate!!
Me levante resignado, no podía ver como una pequeña niña perdía su vida solo me voltee y escuche como Samuel jalaba el gatillo seguido de del estruendoso canto de la escopeta.
-¿Esteban has encontrado las llaves?-
-No-
-Carajo, ¿ya revisaste dentro de la camioneta?-
-Sí y no hay nada-
-¿y dentro de esa puerta?-
-No he revisado…-
Christian abrió la puerta y encontró a un empleado tirado en el piso según su gafete su nombre era Jesús, se acercó y lo saco de los pies, pensamos que sería un zombi pero solo estaba ahogado de borracho.
-¿Qué hacemos?-
-Esteban trae un balde con agua fría, Christian saca una cubeta que esté vacía, Marilú tráeme unas donas de la máquina que está en el pasillo.-
Trajimos todo lo que Samuel había pedido, cuando lo empape comenzó a despertar, nos vio pero no se pudo contener y empezó a vomitar, después de vomitar salvajemente empezó a entrar a sus 5 sentidos, mientras que él comía nosotros buscábamos las llaves, buscamos por todo el lugar pero no encontramos nada, le dije a Samuel:
-¿Qué tal si dejamos de dar rodeos y le pedimos que nos diga dónde están las llave?-
-Pero desde cuándo estaría ahí en el cuarto, tal vez no sabe de la epidemia…-
-Pues aquí secreteándonos no llegaremos a ningún lado-
-¡Hey Chuy! ¿Tú sabes dónde están las llaves de esta camioneta?-
A lo que él contesto con la boca llena:
-Sí, están en la oficina del comandante-
Christian le pregunto:
-Si sabes sobre la epidemia… ¿verdad?-
-Sí, cuando todo comenzó todos los policías se fueron a ayudar a la gente, por aquí se rumoraba que era algún acto terrorista, pero luego los recepcionistas empezaron a convertirse en zombis, cuando me vine a esconder, encontré una botella de ron que guardaban para una ocasión especial y pues…-
-Te embriagaste hasta perder el conocimiento, así si te agarraban no sentirían nada…-
-Algo así… ¿pero acaso la estación está sola?-
-Si la única a la que encontramos fue…-
-La hija del comandante…pobre niña…-
-Pues tenemos un refugio no muy lejos de aquí si gustas puedes acompañarnos-
-Suena bien, pero primero hay que ir por las llaves-
Mientras hacíamos un nuevo amigo mi cabeza no dejaba de pensar en esa niña, sin darme cuenta ya estábamos afuera de la oficina del comandante, pero había un silencio muy sospechoso, si el ruido atraía a esas cosas, porque no se escuchaban golpeando las puertas, Chuy se acercó muy tranquilo a la puerta y la abrió como si nada, pensé que solo eran delirios de mi imaginación, así que avance pero Marilú me detuvo, mire hacia adentro de la oficina y vi como Chuy tomo las llaves pero un fiambre salió del escritorio y salto encima de él.
-¡Ayúdenme!-
Christian le disparo al zombi cerca del cráneo, Chuy se quedó en el piso mirándonos pidiendo ayuda, no podíamos hacer nada.
-Ayúdenme… por favor…-
-Te podemos librar de este destino…-
Mientras tosía y escupía sangre asintió con la cabeza, Samuel me dio un revólver, lo levante pero no podía dispararle, a pesar de que no era nada mío no me sentía bien, mi dedo se colocó en el gatillo pero seguía sin disparar mientras que él se levantaba ya convertido, comenzó a acercarse poco a poco, mi mente estaba en estado de shock a pesar de que ya había matado zombis antes porque me contaba trabajo matar a este, Samuel grito:
-¡¡Ya!!-
No pude mirarlo a los ojos, solo hale del gatillo y escuche el disparo al voltear a verlo su cabeza echaba borbotones de sangre y cuerpo estaba inerte en el piso.
Mientras Samuel estaba buscando las llaves me senté en la silla que estaba en el escritorio y comencé a buscar entre los cajones, solo documentos de crímenes que habían sucedido recientemente pero debajo de ellos se encontraba una caja de chocolates importados, sin pensarlo metí la caja en mi mochila.
Note que Edward ya no me había llamado, así que tome el teléfono de la oficina y le marque yo pero no contestaba, empezaron a comentar sobre que pudo pasar.
-¿Y si atravesaron las puertas?-
-Tal vez ya no tiene crédito-
Pero yo sabía quién estaba detrás de esto.
-Carlos…-
Samuel me pregunto:
¿Qué dijiste Esteban?-
-El maldito sociópata tenía un plan para adueñarse del grupo…-
-Esteban no mames, no crees que eso es algo paranoico, digo, está dañado pero no tanto-
-No es paranoia, él me lo dijo, quería que fuera su mano derecha o algo así…-
-Ok digamos que te creo, ¿porque no lo hizo desde un principio?-
-Él estaba esperando a que nosotros nos fuéramos, así no tendría quien se le opusiera, la casa estaría vulnerable y los únicos que podrían hacerle frente serian…-
-Edward y Lalo… ¡carajo hay que darnos prisa!-
Salimos corriendo hacia el estacionamiento Yo abrí la cortina para que saliera la camioneta al subir a la parte de atrás Samuel piso el acelerador a fondo, las calles se llenaron, todos los zombis estaban rodeando el auto en el que el fiambre había prendido el estero, para llegar a la casa de Lalo rápido teníamos que pasar por esa calle, no podíamos perder el tiempo Samuel me dijo:
-¡¡Toma la torreta!!-
El re-golpe de la torreta no me dejaba apuntar bien pero logre quitar algunos del camino a los demás les pasamos por encima.
Cuando logramos pasar a la mayoría comenzaron a seguirnos Samuel tenía talento para manejar, esquivaba a los demás autos y a los zombis que había en el camino los arrollaba poco a poco los dejamos atrás pero aun nos seguían; Al bajar de la camioneta entramos pero no había nadie, pude escuchar un grito que venía de la azotea seguido de un disparo, Samuel y yo subimos lo más rápido que pudimos a la azotea mientras que Christian y Marilú atrancaban la puerta.
Al entrar a la azotea Carlos nos apuntó con el revólver mientras nos amenazaba.
-Te di la oportunidad de ser mi mano derecha viejo, pero la rechazaste…Todos pudieron hacer esto por las buenas pero no aceptaron que yo sé lo que es mejor para todos, ahora tendremos que hacerlo por las malas-
-¿¡Donde están Edward y Lalo!?-
Mientras nos apuntaba contesto:
-ahí… Samuel ve contra la pared-
Estaban amarrados y llenos de golpes, Carlos había perdido el juicio por completo, me empecé a acercar pero Soriano me detuvo.
-¿A dónde crees que vas?, Sabes ahora que lo pienso tú me debes algo…-
Me tomo por el cuello de la camisa, lanzo una navaja al piso y comenzó a golpearme, hasta que Carlos intervino.
-Bien con eso será suficiente, ahora amárralos…-
-Oye pensé que éramos un equipo Carlos-
-¡Solo cállate y hazlo!-
-¿O si no que me harás?-
Carlos estaba muy alterado, sus manos estaban temblando, Soriano se empezó a acercar a él.
-¿Qué te parece si me das el arma, y dejas que me haga cargo?-
-¡¡No yo estoy a cargo!! –
-Carlos, baja el arma despacio…-
Carlos comenzó a retroceder hasta que llego al borde de la azotea, Soriano lo tomo de los hombros.
-Hasta aquí llegaste…-
-Eso crees…-
Carlos lo tiro de la azotea, Soriano comenzó a gritar del dolor parecía que sus piernas estuvieran rotas, Carlos comenzó a reír mientras a Soriano lo devoraban los zombis violentamente.
-yo… yo no quería, él se acercó…jajá…-
Me levante y escupí algo de sangre.
-Carlos…recuerdas lo que me dijiste sobre ser tú aliado…-
-¿Ya lo reconsideraste…?-
-Si…-
Mientras que hablábamos se empezó a acercar.
-¿Y qué pensaste viejo?-
-Creo que no te debes de comportar así, si tienes un problema lo hablamos y ya-
-Todos… todos hablan a mis espaldas…dicen que soy una mala persona-
-mira eres un chico con sus cosas como todos, no pareces mal tipo de cualquier modo, si bajas el arma ahora nadie saldrá herido.-
-Yo… yo controlo la situación… ahora dime ¿estás conmigo o en mi contra?-
-Estoy contigo, pero si le haces algo a estas chicas acabaras mal-
-Si les pasa algo será por su culpa, por no querer cooperar, yo no seré el culpable de lo que les pase…igual que a Edward y Lalo…-
-Ahora niegas que es tu culpa, sientes que el mundo te maltrata… acusas a los demás mientras te escondes de tu verdad como una rata…-
-Calla…-
-Te alejas de esta realidad bajo presión…-
Me empecé a acercar cada vez más, Carlos levanto el revólver y me apunto.
-Yo… los llevare a un lugar seguro… mi familia los cuidara bien…-
-Carlos, nadie contesto en tu casa… lo más seguro es que no haya nada ni nadie ahí…-
-Cállate o disparo…-
-Tú crees que todos vamos tras de ti, te crees el centro, te defiendes de enemigos que no existen… crees que eres el único que está sufriendo aquí…cada uno tiene su cruz, algunos están peor que tu…-
-¡¡Cállate de una maldita vez o te disparo!!-
Me acerque hasta que el cañón se colocó en mi pecho.
-¿Me odias? ¿Me quieres golpear?… yo me alegro de que te falte valor, capacidad…-
-¡¡No me provoques!!-
-Odio contra mí o contra ti… ¿Acaso importa?-
-¡¡Cállate!!-
-¿Me vas a matar?, vale muéstrame los ojos de un asesino…-
-…-
Me moví lo más rápido que pude y trate de arrebatarle la pistola y comenzamos a forcejear, Samuel se acercó pero Carlos empezó a disparar el arma, todos se escondieron mientras las balas volaban, sentí como una impactaba en mi vientre, era lo más doloroso que había sentido pero pude tirar a Carlos , ya estando en el piso pude alcanzar la navaja y la clave en su pierna el soltó la pistola y saco la navaja, en el piso comencé a gritar del dolor, se puso sobre mí y trato de sepultarla en mi pecho pero lo pude detener podía sentir la punta rasgándome el pecho Samuel y Christian lo tomaron por detrás, los demás fueron a desamarrar a Lalo y a Edward, todos me rodearon y el dolor comenzó a bajar, Susi se acercó.
-Solo cierra los ojos…-
-¿Porque?, no es como si me fuera a morir…-
-jajaja… claro que no, solo… solo duerme un poco… mañana será otro día…-
Christian se abrió paso entre las personas después de amarrar a Carlos.
-Esteban, ¿qué te paso?-
-¿Pues tu qué crees?-
-Ya les dijiste que esas balas eran de salva… ¿verdad?...-
-Yo… pues…-
Susi me ayudo a levantarme.
-Entonces… ¿eran salvas?-
Supongo que todos se habían dejado llevar por el momento, ya que nadie se percató de que no estaba sangrando, era el momento de decir la verdad.
-Si… se los iba a decir, pero me enterneció verlos así…además descubrí que Susi tiene corazón de pollo.-
-Ay Esteban…-
Voltee a ver a Susi que comenzó a alzar la mano, pensé que me daría un abrazo o una pequeña palmada en el hombro, pero su mano bajo con mucha fuerza sobre mi cara, su bofetada me dolió más que la bala que me impacto en el vientre, Lalo y Edward se acercaron a Carlos.
-ahora quien manda niño rata…-
Carlos no paraba de pedir perdón, quería que lo desamarráramos, Lalo se hartó de escucharlo y puso un trapo en su sucia boca, solo podíamos escuchar sus balbuceos.
-¿Y qué haremos con él?-
Susi y Marilú contestaron de una manera muy fría.
-Hay que matarlo en algún lugar-
Pepe contesto:
-No creen que eso sería muy cruel…-
-Tú crees que lo que el planeaba hacer no era cruel, es alguien desagradable…-
-No digo que estuviera bien lo que hizo, pero abandonarlo sería rebajarnos a su nivel-
-No me importa ¿que acaso no quieres vengarte de lo que le hizo a Lalo o a Edward?-
-dejemos de discutir por hoy, hay que bajarlo y encerrarlo; mañana decidiremos qué hacer con el-
-ok…-
Lalo, Edward, Susi y Marilú se acercaron a él y le dieron una paliza que tenía bien merecida, lo dejaron muy aturdido, el sol estaba empezando a ocultarse, bajamos a Carlos y lo encerramos en el patío, las cosas habían cambiado tanto y tan solo habían pasado 3 días, poco a poco estábamos perdiendo nuestra humanidad, lo que solíamos ser.
Todos tomaron un arma y empezaron a averiguar cómo se usaban, claro que se las dimos descargadas no quería que ocurriera algún accidente, para el final del día Christian logro sintonizar un canal que estaba transmitiendo una emisión de emergencia.
-Si usted no está infectado por favor diríjase a las zonas costeras del estado, también habrá brigadas en las lagunas y ríos que los transportaran, ahí habrá barcos llevando a las personas a un lugar seguro, tienen 5 días para llegar antes de que parta el ultimo barco, les deseo mucha suerte a todos.-
-Entonces esto no solo estaba pasando en el estado, también en el país, quizás ya sea global-
-Ya está decidido mañana saldremos a la zona costera más cercana-
El tiempo apremiaba pero no faltaba mucho para que anocheciera así que lo mejor sería discutir todo durante la cena y así todos darían su opinión; Al estar todos reunidos lo primero que discutimos fue que hacer con Carlos pero no llegamos a ninguna solución justa, pero ahora que lo pienso ¿Aun puede haber justicia en un lugar como este?, las cosas han cambiado tanto en tan poco tiempo.
La opinión de la mayoría fue dejar su “juicio” para mañana en la mañana.
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Undead
ActionQue tal chic@s, si aun hay alguien ahí que siga visitando este perfil les dejare una historia que escribí cuando recién empezaba, cerca del 2012. No soy ciego, la gramática y en general la estructura es un asco :s Pero le tengo un gran cariño a est...