Insensibilidad

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Al salir del edificio el tanque estaba lleno, las armas cargadas y nuestra vida en un hilo.
Lalo iba muy sereno apenas eran 3 kilómetros para llegar, sin mencionar a los Undeads que habría en él camino, pero él iba con todo el tiempo del mundo aun después de lo que dijo.
-¿No crees que vamos muy despacio?-
-No quiero llamar la atención de esas cosas, no les pasara nada-
-No estoy tan seguro…-
El camino parecía calmado, los truenos y los rayos parecían hacernos un favor manteniendo desorientadas a esas cosas, la lluvia no se hizo esperar y la visibilidad no era la mejor pero aun podíamos avanzar lento y seguro.
Las calles por las que íbamos no estaban inundadas de fiambres pero tampoco estaban vacías, Lalo y yo comenzamos a hablar.
-Bueno, aún faltan 15 o 20 minutos para llegar, y a este paso será cerca de una hora…Oye Lalo, em… ¿no puedes ir más rápido?-
-Si…pero creo que lo mejor es ir lento y seguro-
- Lo mejor es apresurarnos o al menos no ir tan lento, creo que corremos menos riesgo si nos damos prisa-
-Bueno, yo estoy manejando así que te jodes-
-Sabes que no soy alguien paciente Lalo, solo te pido ir un poco más rápido…este clima no durara todo el día-
Lalo comenzó a acelerar, cuidando no chocar ni aventar a ningún fiambre, entre más nos acercábamos la ciudad se veía más demacrada, cadáveres siendo devorados por otros cadáveres, autos volcados, charcos de sangre, casas abandonadas y algún edificio en llamas.
Comenzamos a movernos lento y rápido según lo llena que estuviera cada calle, cada vez más cerca, tan cerca y a la vez tan lejos, la frustración de sentir que te mueves pero no avanzas era casi insoportable; Las ultimas 2 cuadras que nos faltaban para llegar estaban repletas, ellos solo estaban parados entre las filas de autos que se quedaron atorados por el trafico sin saber a dónde ir por los truenos, Lalo comenzó a buscar una calle por la cual pudiéramos pasar con el auto pero solo conseguimos llegar al mismo lugar.
-Solo tenemos una opción Esteban…-
-¿Y si activamos una alarma?-
-Descuida gordito, si nos movemos rápido no se darán cuenta-
-Lalo no es el momento, toma tu arma y las llaves-
Salimos del auto lentamente,  y avanzamos hasta la parte trasera de una camioneta Lalo subió y me ayudo a subir, teníamos que avanzar por la parte de arriba de los autos sin activar ninguna alarma, aunque los truenos los mantenían distraídos el ruido que provocábamos al saltar de un auto a otro empezaba a llamar la atención,  teníamos que calcular el momento en el que el trueno haría su aparición después del rayo para saltar y así encubrir nuestros movimientos.
Aunque avanzáramos la meta aún se veía muy lejos, la lluvia complicaba el aterrizaje y un pequeño resbalo nos daría  un destino peor que la muerte; Lalo se detuvo en una camioneta y me indico acercarme, al llegar hablamos entre susurros.
-ok, estuve pensando en esto desde 5 carros atrás…y hay posibilidad de que funcione-
-¿Qué?-
-Cómo puedes notar no hemos avanzado mucho y aún nos falta buscar la camioneta…hay 2 opciones, seguir como hasta ahora o…-
-¿O qué?-
-Tú regresas y tratas de llamar la atención de la mayoría para despejarme el paso y así puede que la encuentre más rápido, fijamos un punto por el cual pueda recogerte y regresar, sé que no es el mejor plan pero puede funcionar-
-¿…y si no?-
-Tuvimos una buena vida  -
-Pues vale… espera ¿Por qué tengo que regresar yo?-
-Porque yo soy más rápido y el que puede manejar Esteban-
-…ok, ¿dónde te veré y que tengo que hacer?-
-nos veremos  3 cuadras abajo,  ingéniatelas…necesito que sea lo suficientemente grande y ruidoso para atraer a todos o por lo menos a los suficientes para despejar el paso-
-¿y si algo no funciona? ¿Cómo sabremos si uno no va a volver?-
-daremos 2 disparos-
-¿Y si nos acorralan y disparamos?, eso es algo confuso-
-el cargador tiene 16 balas, traje 4  balas  extras, tu tendrás dos y yo las otras dos, al vaciar el cargador las tenemos que disparar… la señal será esa… dar los últimos dos tiros.-
-…ok, regresare y haber que se me ocurre-
-Espero volver a verte-
-Sabes, eso no me anima-
Comencé a retroceder por encima de los autos sin esperar a los truenos y por ende, como ellos no estaban distraídos empezaban a acercarse y a seguirme, movían un poco los autos, estaba ¿nadando con tiburones?, bueno era algo parecido hasta cierto punto,  logre avanzar casi sin problemas ya que había uno o 2 truenos de forma esporádica que los aturdían.
Cuando un pequeño camino se abrió al final de la cuadra salte hacia él y comencé a correr, llame la atención golpeando los autos y activando sus alarmas, mientras corría un grupo cerro el parte de la cuadra, mi respiración se cortaba, no pude ver si Lalo ya no estaba, solo vi que las puertas de una Ferretería Calzada  estaban abiertas, entre corriendo y me oculte entre los pasillos.
Me recargue contra una pared mientras trataba de recobrar el aliento y empecé a pensar:
-(Debo darme prisa…Carajo, ¿¡Que hago!? Dios tengo…tengo miedo…si una de esas cosas me muerde estoy jodido…  ¿Por qué ahora? porque después de tanto, siento miedo… ¿Dios estas ahí? )-
Los fiambres se empezaban a acercar, tome una lata y lancé por encima de los aparadores esperando que se alejaran pero fue casi inútil, unos cuantos fueron hacia donde cayó la lata pero el resto parecía saber que eso era un señuelo. Cada vez entraban más zombis y había menos lugares  a donde huir y menos posibilidades de poder salir, mientras  transitaba por los pasillos buscaba algo que me pudiera ayudar, solo veía botas, herramientas, equipos de seguridad, etc. Podría tener los materiales pero no el plan.
Pude ver una escalera y sin perder tiempo subí a una segunda planta, tome un machete y  mientras me encargaba de los pocos  fiambres que había ahí vigilaba que no subieran más, ahora estaba solo.
-(Hay Bombonas de Gas…aunque tal vez no pueda cargarlas sin que me detengan, esas cosas siguen entrando y saliendo. Podría saltar al aparador y salir a buscar una forma de llamar la atención… ¿Lalo ya se abra ido?… ¿¡Dios que hago!? Espera… ¿Dios?)-
Los fiambres empezaron a subir, era una cantidad peligrosa para mí solo, tenía que saltar hacía el aparador, no era mucha distancia pero el ruido era un factor clave, un error, por mínimo que fuera podría hacerme caer, llamar la atención aún más y que tiraran el aparador sin importar cual  fuera terminaría muerto o al menos era lo más probable.
-(¡Carajo! ¡Dios no me va a salvar!)-
Tome una lata de pintura del suelo y la lancé con toda mi fuerza a una alacena que había en la esquina, salte y  el ruido de la lata  empezó a atraerlos tanto a los que estaban adentro como a algunos que estaban afuera, empecé a regresar a la puerta mientras los veía caminar por el pasillo.
La salida estaba tan cerca que ya podía oler la tierra mojada, el olor a podredumbre lo ignore lo mejor que pude, voltee hacia atrás casi como un reflejo, su mirada estaba fija en mí, me quede estático mientras que él se trataba de pasar por encima del barandal.
-(Esa cosa…puede… Puede verme y está tentando venir hacia mí)-
El cayó encima de las bombonas y quedo atorado, recobre el sentido y seguí avanzando, escuchaba como se movía entre las bombonas.
-(Mierda… si no salgo rápido de aquí Lalo me va a dejar…)-
Mientras esperaba un momento apropiado para bajar, el fiambre seguía moviéndose y llamando la atención de los demás haciendo que lo rodearan, dándome la oportunidad de escapar.
Escuche un trueno y aproveche para bajar sin llamar la  atención, salí de forma en la que no me escucharan ya que en la calle había algunos pero estaban desorientados por el trueno, mire hacia las bombonas, había pequeños espacios por lo que podría disparar y hacer explotar el lugar pero mi puntería no era lo bastante precisa, de hecho no lo sabía con certeza.
Saque el arma y apunte, mis manos estaban entumidas y heladas,  todo podía pasar.
-(Son 16 tiros, 18 si cuento las otras 2 balas…)-
Me aleje algunos metros de la entrada, me costaba trabajo respirar, el primer disparo dio en el muro a  centímetros de la bombona, se acercaban los zombis  que  estaban adentro y los que merodeaban afuera, dispare otras tres veces para intentar matar a los que ya estaban muy cerca,  tuve que alejarme de la tienda algunos metros, sin pensarlo cerré los ojos y dispare hasta vaciar el cargador.
-¡¡Dios muéstrame que estas aquí!!-
Ningún disparo dio en las bombonas, los zombis seguían acercándose y solo tenía 2 balas más.
-(con que así son las cosas… ¿ahora…que voy a hacer?, supongo que con el ruido de los disparos ya cumplí con mi deber… Iré a esperar a Lalo...)
Saque el cargador y metí las 2 balas, comencé a caminar  y mientras ellos se acercaban una leve llovizna comenzó, lograba ver a Lalo a poco más de una cuadra, él estaba  asomado por el quemacocos  haciéndome señas de que me apresurara, voltee para darme cuenta de que las cuadras de atrás estaban plagadas de ellos.
-¡¡Ya voy Lalo!! (Apenas estoy entrando en calor…)-
Comencé a correr mientras que sacaba el arma,  use las balas en dos autos que estaban estacionados para que se entretuvieran ahí, cuando subí al auto Lalo se me quedo viendo.
-¡¡Pero que mierda tienes en la cabeza!! ¡¡Gracias a Dios estas vivo!!-
-Si… Gracias a Dios… hay que salir cagando leches de aquí-
Pisó el acelerador a fondo y tras pasar algunas calles comenzó la charla.
-Joder Esteban ¿en qué pensabas cuando gritaste?-
-En que tal vez no me ibas a entender con señas y gestos, bueno eso no importa, ¿Cómo diste con la camioneta?-
-Fue algo rápido, en cuanto saliste corriendo todos se empezaron a desplazar hacía donde estabas, ahí aproveche y logre llegar al parque, subí a un árbol y logre ver la camioneta en el estacionamiento y fui por ella… Gracias por confiar en mí-
-¿Somos amigos no?, Gracias por no dejarme atrás-
-Pensé que ibas a morir cuando escuche los disparos, vaciaste el cargador muy rápido… ¿Esteban…todo en orden?-
  -Si…no quiero hablar de eso, solo te diré una cosa-
-¿Qué sucede?-
-Creo que debemos darnos prisa-
-…-
Tras un camino lleno de silencio dentro del auto logramos llegar a la tienda de automóviles, la calle estaba desolada así que bajamos de la camioneta y al estar en la puerta Lalo preparo el arma.
-¿Qué haces Lalo?-
-Prendo un cigarrillo, ¡¡Que parece idiota!! … no sabemos que nos aguarda ahí dentro,  puede que sea una trampa, puede que los zombis estén adentro, puede que no volvamos a ver a Alejandra ni a Christian-
-¿No estas algo paranoico?-
-Ese tipo nos obligó a ir por una estúpida camioneta a un hospital psiquiátrico en el centro, no es paranoia es precaución-
Nos colocamos en la entrada, levante el hacha que creía perdida y un disparo se escuchó dentro, ayude a Lalo a brincar el portón y abrió desde dentro, volvimos a atrancar la puerta y salimos corriendo hacia adentro, al llegar a la sala principal de vehículos ellos estaban sobre el jeep, Christian, Alejandra y Yustus.
Lalo abrió fuego al igual que Alejandra, había cerca de 20 o 25 de esas cosas esparcidas.
-Esteban, Alejandra y yo te cubriremos, llama su atención para que ella pueda bajar-
-ok-
Comencé a romper los vidrios, y a atacar a los que se acercaban, ella y Yustus bajaron, esas cosas empezaban a rodearme los disparos ya no estaban llamando su atención.
Uno de ellos se me abalanzo, caí encima de los vidrios rotos y empecé a gritar ya que algunos también se encimaban, el peso era demasiado para sostenerlo, uno de los vidrios me corto cerca del cuello, escuche que gritaban mi nombre entre los disparos, cerré los ojos, el peso disminuía, miraba al techo esperando que todo hubiera acabado.
Alejandra se acercó, rasgo un pedazo de su camiseta y tapó la herida.
-¡Esteban! ¡Esteban! ¿Estás bien? Estas pálido y tembloroso-
Sentía la nuca mojada y algo pegajosa por la sangre, era obvio que aún tenía miedo pero por alguna razón lo encubrí con ira, más que nada de que me hubiera infectado.
-¿¡Te parece que estoy bien!? ¡¡Demonios mujer estoy Sangrando!!-
-¡¡Estoy tapando la herida así que sé que estas sangrando!! Por lo visto estas bien porque me puedes gritar-
-¿¡¡Cómo voy a estar bien!!? ¡¡Si tengo no sé cuántos vidrios en la espalda!!-
-No me grites por hacerte una pregunta-
Me ayudo a levantarme y mientras caminábamos hacia donde Lalo y Yustus estaban, ellos bajaron a Christian de la parte superior de la camioneta, mire mi camisa y note que estaba llena de sangre sin saber si era mía o de ellos, la sangre estaba tibia pero sentía el cuerpo frio.
Lalo pregunto:
-¿Christian está vivo?-
Yustus respondió.
-Pensé que  aguantaría los analgésicos pero veo que le di un poco más de lo debido…-
-Quiero que lo despiertes-
-pero… ¿Qué?-
-Sí, no nos vamos a ir con él en ese estado, y no te daremos las llaves si el no despierta, ¿O tu qué opinas Esteban?-
-tienes razón-
-Dale gracias a dios que está vivo, mira Esteban está sangrando mucho y… déjame curarte, hay gasas y alcohol…-
Me di la vuelta para recoger el hacha, Lalo se quedó con las palabras en la boca, no quería aceptar el favor de Yustus pero no tenía otra opción, Yustus saco de su mochila las gasas, un par de pinzas el alcohol.
-Date vuelta, voy a sacar los vidrios-
-Pero creía que solo tenía la herida, no el vidrio incrustado…-
-Gracias a Dios no han llegado tan profundo-
-(Dios jajaja) como digas-
-Dime Esteban crees en Dios-
-¿En el señor barbudo que nos está viendo?-
-Tal vez, todos debemos tener fe en algo…o en alguien…-
-mi fe no está en el-
¿Por qué?-
Mientras echaba alcohol y sacaba los vidrios, yo aguantaba el llanto.
-¿Por qué?, vivimos intentando ser a su imagen y actuar según sus normas-
-¿y eso está mal?-
-No digo que eso este mal, pero tú crees que esta vida no es ingrata… no hizo racistas, nos permitió odiarnos, se supone que acudimos a él cuándo necesitamos ayuda y entendería que haga caso omiso de ciertas cosas pero dejar morir a la gente de formas…de formas como esta-
-¿no crees que él nos ama? ¿Que quizás este es su plan?-
-No parece, ¿qué clase de amor es este?-
-Tal vez gracias a él aún estamos vivos-
-Entonces él nos hizo así de débiles para después “salvarnos” en el último momento, parecemos sus juguetes-
-esta podría ser obra del hombre no de él-
-Si esta fuera obra del hombre, ¿Por qué no hace algo?, se supone que somos su creación más preciada…sabes, por poco me olvido de una cosa…-
Mientras Yustus colocaba las ultimas gasas, me levante y el coloco una chamarra en mi espalda.
-Toma, Gracias por traer la camioneta, no tienes idea de lo feliz que me hicieron…-
-ok…de nada…supongo, pero una cosa…-
-¿Qué sucede?-
-Gracias pero si algo les llega a pasar a ellos…no tendré contemplaciones-
Me puse la chamarra y regresamos a donde estaban los demás, al llegar Christian estaba en el piso balbuceando, recobrando los cinco sentidos. Lalo y yo llevamos a Christian y lo sentamos cerca de un auto, no teníamos tiempo que perder. Alejandra levanto la voz:
-Bien, ya tienes la camioneta, ahora danos el jeep-
Lalo me comenzó a secretear.
-Esteban… ¿y si lo matamos?-
-¿Cuál es tu problema con los homicidios? No lo vamos a matar carajo… -
Yustus nos escuchó.
-Saben…pueden quedarse con la camioneta, solo quería una foto que tenía en la guantera, y si me quieren matar… -
Alejandra, Lalo y yo nos miramos antes de estallar.
-¿Me estás diciendo que Esteban y Lalo fueron a recuperar una estúpida foto?
-Si me dejaran explicarles…-
Lalo continúo.
-¿Explicarnos?, ¡¡pudimos morir ahí afuera y por una foto!! , bastardo hijo de…-
Christian estaba despertando, lo cual desvío nuestra atención. Mientras sus ojos trataban de abrirse y su boca formular palabras, Lalo y Yustus se acercaron y trataron  de hablar con él, mientras que yo fui con Alejandra a preguntarle qué había pasado mientras nosotros estábamos fuera.
-Tu teléfono ya no tiene batería, poco tiempo después de que se fueron se apagó,  más tarde Christian estaba actuando raro y golpeo un auto, activo su alarma y esas cosas se empezaron a cercar, Yustus desactivo la alarma y subimos al auto, lo demás pues ya lo sabes-
-Ok, pues no paso mucho-
-No, solo casi morimos pero ya es lo normal-
-mee-
-¿Y qué les paso a ustedes?
Yustus levanto a Christian y nos dijo:
-Vamos a la camioneta, recojo la foto y si quieren se pueden ir-
-Como si nos quisiéramos quedar, espera… ¿Y el jeep?-
-¿Quieren el jeep?-
Yo  le replique a Alejandra:
-La camioneta está bien, ya vámonos-
-Eso no es justo, yo quiero el jeep-
-Me importa un pepino, la camioneta es más grande y si quieres el jeep Yustus tendría que ir por las llaves y eso nos quitaría más tiempo, y ya nos tenemos que ir-
-Pero… el jeep es verde  -
-Y yo digo que nos vamos-
-no eres el líder-
-No, pero mira sometámoslo a votación, ¿alguien más quiere esperar a que Yustus busque las llaves del jeep? ¿Nadie?... vale… ¿Quién ya se quiere ir?-
Todos levantaron la mano incluso Yustus y Christian.
-Bien, vámonos…esto fue unánime, em… no lo siento, ¿Alguien tiene balas?, las mías se acabaron-
Mientras caminábamos hacia la puerta Alejandra saco un cargador y me lo dio, al ponernos  en la puerta sabíamos que era el momento de decirle adiós a Yustus.
-Bueno chicos, pasamos gratos momentos y todo pero es la hora de despedirnos…-
Todos se despidieron, Yustus fue a la guantera, tomo la foto y la guardo, no hubo mucho intercambio de palabras solo un adiós de nuestra parte, rápido y conciso, al subir a la camioneta escuche que murmuro:
-Nos vemos luego…-
Lalo encendió el auto y arranco, por el espejo retrovisor veía a Yustus apretar la foto mientras lloraba, en parte me sentía bien  por ir de camino a casa pero al llegar tendríamos que mantener la decisión de dejar a Carlos, de cierta forma me sentía aliviado, volvería a ver a todos y bueno seguíamos vivos.
Lalo tomo otro camino para regresar, Alejandra nos preguntó cómo había salido todo, Lalo conto su historia y yo la mía. Un camino largo y extraño ya que teníamos a Christian semi-drogado y avanzábamos lenta y pausadamente.
A un par de cuadras de nuestro destino, las calles estaban despejadas, Lalo avanzo a una velocidad moderada, vimos que Edward estaba en la azotea con unos binoculares, al ver el auto me imagino que sonrío, nos aparcamos fuera de la casa, Lalo apago el auto y dijo en voz baja:
-Al fin en casa…-
Bajamos a Christian y entramos, él estaba un poco más consciente  de lo que había pasado. Lo dejamos recostado en un sillón, Lalo se sentó en otro sillón en lo que los demás bajaban, Samuel fue el primero en bajar.
-Parece que les fue bien…pero, ¿porque Christian esta desmayado?-
Yo conteste:
-Se rompió el tobillo, pero ahorita te contamos…necesitamos recuperar fuerzas-
Los demás bajaron y contamos la “aventura” de ese día, al terminar la historia  nos dispersamos, Marilú y Edward prepararon sopa mientras los demás los esperaban en la sala junto con Christian; Cuando la comida estuvo lista la repartimos pero no podíamos dejar a Carlos sin comer un día antes de irnos así que Samuel decidió llevarle la comida, cuando él estaba subiendo Alejandra le dijo:
-Déjame llevársela-
Samuel accedió sin preocupación alguna, Alejandra tomo el plato con comida y subió a dárselo a Carlos; Christian estaba despertando, nosotros lo rodeamos para ver cómo se encontraba.
Edward dijo:
-Chris… ¿cómo estás? –
-Mierda…no fue un sueño ¿verdad…?-
-No…-
Comenzaron a preguntarle si sentía bien, o si tenía algún malestar, yo subí a buscar los chocolates que tenía en la mochila, Alejandra ya se había tardado así que la fui a buscar, cuando salí al patio le pregunte:
-¿Por qué tardas tanto?-
En ese momento Alejandra volteo y Carlos se levantó para tomarla del cuello:
-Si llamas a los demás le rompo el cuello-
-Ok, no le hagas nada…te vamos a soltar, pero ¿A dónde vas a ir? ¿Qué vas a hacer?-
-No te importa, planeaban dejarme aquí pero eso no pasara-
-Eso era mejor que matarte Carlos-
Alejandra forcejeaba pero Carlos la tenía bien agarrada.
-me darás una pistola y 2 cargadores, también un auto… y me la llevare a ella…-
-No-
-Bueno entonces la matare-
-Tuvimos piedad, no me hagas hacerte más daño-
-¿Qué harás? ¿Matarme?... no tienes las agallas-
Me intente acercar pero Carlos apretó su cuello con más fuerza.
-¿Qué haces?, ¿Quieres morir o que la maté?-
-No quiero que la mates… y tampoco quiero  morir-
Alejandra con la respiración cortada dijo:
-No dejes que te intimide-
-No, no quiero morir…así que tú tendrás que hacerlo-
Alejandra  golpeo la cara de Carlos con su cabeza y su estómago con el codo, él la soltó y yo lo derribe de un golpe en la cara para seguir golpeándolo en el suelo, lo mire y él me dijo:
-Por el amor de dios... ¿eso es todo?-
Escupió algo de sangre en mi cara, seguí golpeándolo mientras que Alejandra me trataba de quitar.
-¡¡Ya déjalo!!-
El grito hizo que subieran los demás subieran, empuje a Alejandra y lo seguí golpeando, ella se acercó y me dio un puñetazo en la cara.
-¡¡Ya basta!!-
Los demás entraron y preguntaron qué había ocurrido, Alejandra les conto:
-Cuando yo subí a darle la comida a Carlos él me empezó a decir que lo soltará…después llego Esteban y las cosas se salieron de control-
Lalo lo amarro con un lazo más grueso todos actuaron como si nada y bajaron de nuevo, Alejandra se quedó en el patio conmigo y con Carlos.
-Perdón por el golpe Esteban…pero no te detenías-
-…-
Carlos y yo nos mirábamos fijamente en silencio, hasta que él dijo con una sonrisa maquiavélica:
-Tú también eres una bestia-
Alejandra se quería ir:
-Ya déjalo por la paz Esteban, solo te está provocando…-
-No, solo te estoy diciendo la verdad…Tú eres una bestia, eres igual o peor que las cosas que hay afuera…-
-Te lo advertí Carlos… sabias que se iba  a derramar sangre, si no lo hacías tú lo haría yo… es algo que tú mismo me dijiste, es matar o morir-
Carlos se recargo en una pared:
-¿Crees que te tengo miedo marica?-
-¿Ves esta sangre en mis nudillos?, que tal si hago que me cubran toda la mano-
-Anda perra, te reto-
Me levante y me acerque rápido a él con el puño cerrado, él cerro los ojos Alejandra me grito, pero mi puño golpeo la pared.
-Me dices marica después de que tomaste a Alejandra como rehén, tú me dijiste que alguien iba a morir y solo tú eras mi oponente… ¿Y soy un hombre o una bestia?, Carlos solo es la madre naturaleza hablando de nuestra “humanidad” y si, tienes que matar cuando tienes que matar… o al menos eso dices… pero estoy seguro de algo Carlos, si vuelves a hacer algo como lo de hoy, mis ojos serán la última cosa que tú veas…-
Salí y tome mi mochila para subir a la azotea, mientras subía las escaleras escuchaba los truenos y veía al sol intentando salir; me recargue en una barda las gotas de lluvia caían, escuche que alguien subía las escaleras, ya me imaginaba el sermón que esperaba después de lo acontecido.
Marilú subió y se sentó a un lado de mí.
-¿Qué paso?-
-El se quería llevar un auto, algunas armas y bueno…a  Alejandra-
-¿y por eso lo golpeaste?-
-Tú, Alejandra y la gran mayoría lo querían muerto, yo solo le di una “advertencia”-
-Pero ¿no crees que te pasaste? –
-Él se lo quería llevar todo por lo que luchamos, el auto  y las armas por las que arriesgamos la vida, se lo quería llevar-
-¿y para que la quería a ella?-
-Pues el… el, la lleva para cosas-
-ok… pero ¿era necesario golpearlo?-
-Sí, soy alguien impulsivo…pero, creo que los demás hubieran hecho lo mismo-
-Y si hubiera sido alguien más… ¿hubieras echo lo mismo?-
-pues… si…mira pasemos el mal trago con esto, encontré estos chocolates-
Bajamos y al pasar por el patio Carlos no me quitaba la mirada de encima; en la sala había un silencio tremendo que fue roto por Lalo.
-Esteban ¿mañana nos iremos?-
-Pues no lo sé, ya tenemos todo…pero, Christian no se puede mover-
Alejandra dijo:
-Yustus no le acomodo el pie y eso nos hará más lentos-
Lucero se levantó y dijo:
-Yo tome un curso de primeros auxilios y nos dieron un extra sobre como acomodar los huesos, dislocaduras etc etc, pero no sé si Christian se sienta bien-
Todos miramos a Christian, él se logró poner de pie apoyándose en el sillón.
-Si ella me lo puede acomodar pues…está bien- (¬u¬)
-él pie…recuéstate en el suelo y que alguien te de algo para morder…-
Lalo tomo una pesa de hule que tenía en su cuarto y Christian la empezó a morder, Lucero se colocó enfrente de sus pies y empezó a contar:
-1...2...-
Tiro de su pie al frente y al centro  en un solo movimiento, se escuchó el crujir del mismo, Christian intentaba gritar; al pasar unos minutos él se empezó a relajar y se recargo en el sillón; saque la caja de chocolates.
-Tal vez esto los anime un poco…-
El sol seguía en el cielo oculto entre las nubes pero la noche tardaba en llegar, aún faltaban algunas cosas por arreglar antes de irnos, el viaje demandaba valor, confianza y sobre todo coraje.
La cena casi esta lista-exclamo Lalo- me senté junto a Christian y me pregunto.
-¿Tienes miedo?-
-¿De qué? ._. –
-Tal vez de que le estemos jugando mucho al vergas-
-O_O ¿jugándole al vergas?… pues supongo… ¿tú no tienes miedo?-
-¿De qué? Dime, ¿Qué más puedo perder?-
-a tus amigos puto :v-
Entre las palabras la noche llego, y la iluminación de las velas era algo relajante, la sopa instantánea cada vez sabía peor  y los nervios no ayudaban; Lalo coloco un cuchillo sobre la mesa.
-Aquí esta…ya no habrá vuelta atrás, ¿aún lo quieren hacer?-
Tome el cuchillo.
-Yo lo entregare, sé que no actué correctamente, pero dejare eso en el pasado-
Repasamos el plan una y otra vez antes de dormir, pensar en eso me mantuvo despierto lo suficiente como para ver como la noche se hacía día; me fui a  enjuagar  la cara al baño y me mire en el espejo buscando algo, o tal vez a alguien, esperando no ver los ojos de un asesino.
Los demás fueron despertando, Edward se sentó a ver el arma mientras que Samuel Lalo y  Lucero salieron a revisar la calle, los demás empezaron a subir el equipaje a los autos conforme iban saliendo; Christian al salir me entrego el cuchillo.
-no lo vale…-
-…-
Edward fue el último en salir, nadie le dio una última palabra, tal vez por sentimientos encontrados, la velocidad con la que las cosas cambiaron dio un golpe duro a la cordura y sensibilidad de todos.

“No te demores” susurro una voz a mis espaldas antes de entrar de nuevo a la casa;  con un paso lento me acerque al patio  pensando en todo y a la vez en nada, al llegar lo vi recargado contra una pared y con su mirada fija en la mía, este mundo nuevo no era un lugar apto para sensibilidad.

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⏰ Última actualización: Apr 12, 2018 ⏰

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