One-shot

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Corre. Sí, hazlo, es lo que mejor sabes hacer. Siempre corres de un lado a otro, tambaleándote indecisa entre las olas, escapando de todo. Yo siempre te persigo como una tonta, pero... ya no, ahora soy yo quien tiene que correr, dejarte atrás. Correr es lo único que me queda ahora para poder deshacerme de este dolor, de ti. Es lo único que puedo hacer tras dejarme atrapar por tu sonrisa, por tu sentido del humor, por tus lágrimas...por tus besos robados. Todo queda tan lejos ahora, tan borroso, como la primera vez que te hice mía: en mi cama, entre mis sábanas mientras escuchábamos tu música favorita, aprovechamos que no había nadie en el apartamento y podíamos comportarnos sin escondernos. Pero luego, cuando había gente siempre lo negabas todo, no éramos nada, no te gustaban las chicas y después, cuando ya me habías hecho daño, venías a mis brazos y me besabas durante horas, solo separándonos por la falta de aire. Una vez más, me tragaba mi dolor. O como cuando empezaste a tontear con aquel chico, todas te felicitaban y yo con una sonrisa rota hice lo mismo. Lo celebramos hasta la madrugada y cuando ya todas descansábamos tras tanta fiesta, viniste a mi cama, te colaste bajo mis sábanas y me abrazaste, me acariciaste y me besaste hasta que te quedaste dormida... ¿y mis sentimientos?

Nunca te preocupaste por ellos, nunca. Pensaste en un futuro donde adoptábamos hijos, donde estábamos juntas, pero luego...no podías salir conmigo oficialmente, nunca podías aceptar que te gustaba una chica, nunca pudiste...aceptarme. Halagabas mi "alma de príncipe", pero no veías que realmente lo hacía para complacerte, nunca me viste realmente a mí, solo viste a tu amor platónico...No recuerdo cuántas veces me deshice en mis sentimientos, no sé cuántas veces lloré y sentí que mi corazón se rompía porque al principio lo que comenzó como un juego se había tornado algo serio, yo...yo estaba enamorada de ti y tú sentiste miedo e huiste como siempre. Empezaste a apartarme, yo no entendía nada, había confesado mis más sinceros sentimientos. Había confesado el amor tan grande y ciego que tenía hacia ti...Y tú, tú simplemente te escondiste, corriste de un lado a otro mientras yo te seguía siempre para no perderte, hasta que un día...un día te paraste y me gritaste. Soltaste todo, como un balde de agua fría y yo tan solo pude llorar, llorar y llorar. Ni si quiera fuiste capaz de decírmelo a la cara...seguiste escondiéndote, aprovechaste tu viaje a Japón con él, sabía que estabas con él y aun así...sonreí dolorosamente y dije que todo iba a estar bien, pero no era así. Estoy rota, no paro de llorar, no puedo evitarlo...me haces daño, solo piensas en ti y nunca ves a través de mi máscara. Nunca, nunca, siempre corres, huyes de la verdad y te internas en tus propias fantasías de felicidad, dejas a los demás fuera y te deshaces de ellos cuando ya no te sientes sola. Y así fue...así me abandonaste, así escapaste de nuevo y yo...yo me quedé esperándote porque dijiste que aun así no querías perderme. Seguí esperando y esperando a que te dieses cuenta del daño que me hacías, pero nunca me miraste a los ojos, nunca escuchaste mis sollozos en mi cama...Nunca. Pretendiste no darte cuenta de nada cuando veías que cada día me consumía más y moría por dentro. Dejé de sonreír, dejé de sentir, dejé de ver a los demás de nuevo y me centraba en ti, en no dañarte y no terminar nuestra amistad. Seguí así por tanto tiempo que me perdí en mí aún más de lo que ya estaba...

Lloraba y lloraba, los días eran oscuros, no había nada y entonces...entonces apareció alguien que me sonrió y me tendió la mano, me ayudó a sanar, me ayudó a olvidarte...Mi sonrisa volvió, mis ganas por vivir explotaron de nuevo, pero entonces...entonces tú quisiste atarme de nuevo, me besaste de improviso aprovechando que estábamos solas, no entendía nada y huiste, corriste de nuevo. Las malas caras se apoderaron de ti en cuanto yo sonreía por un motivo ajeno a ti, me echabas en cara que te abandonaba, me reprochabas absolutamente todo... Me insultaste, me humillaste, me hiciste sentirme la basura más grande del mundo por intentar ser feliz sin ti... y todo esto porque...porque simplemente sentías celos, viste que ya no te perseguía, que empezaba a recuperarme, pero la única forma de que tú fueras feliz era pisotearme y quedar por encima mía. Hiciste todo lo posible para quitarme a esa persona que me tendió la mano en esos momentos tan horribles, hiciste todo lo posible para verme sufrir e incluso intenté...desaparecer.

CORRER [YulSica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora