No Juegues Conmigo

Capítulo 20- Te quería

Lea's POV

A ver Lea, tranquila deja ya de sudar todo va a estar bien... todo va a estar bien... todo va a estar bien... No, definitivamente nada iba a estar bien, NADA.

Por favor tu novio es un chico guapísimo que ha salido con chicas guapísimas y que lo ha echo con esas chicas guapísimas mil veces ¿y tú? Cero.

Ninguna experiencia en el tema y aun así aquí estoy plantada frente a la puerta de mi novio con unos shorts y un top esperando a que al parecer la inspiración divina me llegue y decida entrar. Nada, no hay ningún tipo de inspiración divina que me diga que entre.

Por favor Lea ¿qué narices te pasa? ¿es que no piensas entrar? Por favor, llevas media hora en la puerta decidiéndote si al final vas a pasar. ¿A qué tienes tanto miedo? Pero si es tu novio desde hace 4 meses, es tiempo más que suficiente. Idiota.

Vale consciencia pero cállate de una maldita vez nadie te ha pedido opinión.

Respire profundo...

10...

9...

8...

Venga ya, habrás contado hasta 300 en todo el tiempo que llevamos aquí.

7...

6...

5...

Vamos, no pasarás del 2.

4...

3...

2...

Y...

Acaricié el pomo decidida a entrar mi móvil sonó y yo casi me caigo del susto para atrás. Contesté al vuelo.

¡Venga ya Lea! ¿ME ESTÁS TOMANDO EL PELO?

-¿Si?

-Lea, hola- saludó Ann.

GRACIAS ANN, GRACIAS TE QUIERO POR ESTO.

-Hola.

-¿Qué tal con Dustin solucionasteis la pelea aquella?

-Oh si, teniendo en cuenta que estoy en la puerta de su casa esperando a que bueno...ya sabes...- ¿por qué me da tanta vergüenza hablar de ello?

-¿¡QUEEEEEEÉ!? -gritó.

-Si...¿crees es una mala idea? porque si así lo crees me voy eh- bien, estoy bien cagada.

-¿Qué? ¡No! Suerte nena será genial, te dejo ya. Suerte- mordí mi labio nerviosa.

-¿Algún consejo?

-Déjate llevar- dijo y colgó.

Joder, esto no me hace gracia. De repente la puerta se abrió frente a mí con un sexy Dustin apoyado en ella. Vale, creo que mordí mi labio inferior, también me coloré, o bien y él lo ha notado...

-Estas preciosa- sonrío.

-Gracias, iba a entrar ahora- jugué con mis manos.

-¿Hace media hora? Si lo sé, te vi- mi cara se puso sería.

-Oye yo sí que quiero...no pienses que...-él me interrumpió.

-Lo sé, necesitas tu tiempo para meditar sobre el tema. Es normal yo también lo necesite en su momento- sonreí de nuevo- ¿vamos?- asentí.

Tomó mi mano suavemente y eso me hizo estar más nerviosa pero a la vez más decidida.
Llegamos a su habitación, estaba más o menos oscura y a mí me temblaban las piernas.