Nos conocimos como cualquiera conoce a cualquiera. Nos enamoramos, o al menos eso creí. Nos amamos hasta llegar a la locura. Compartimos 1 año y medio de vida. Cumpleaños juntos, salidas al cine, reuniones familiares, noches de frío durmiendo en sus brazos.
Y entonces, hace dos meses atrás, quizás más, no lo sé; todo pareció desaparecer. Borrarse. Enfrente de mis ojos y yo no lo ví.
"¿Cómo se le terminó el amor tan rápido?" Pensé.
Lloré. Grité. Maldije. Enloquecí completamente.
Mi amor, ¿cómo?
Ya no contestaba mis mensajes con el mismo entusiasmo. Ya no me llamaba, ya no me decía "te amo".
Mi amor, ¿cómo?
Ya no me sentía bienvenida. Las noches acompañada ahora eran eternas horas a la madrugada llorando.
¿Por qué, mi amor? ¡Si nos amábamos tanto!
Dónde andaran nuestros besos, nuestras caricias, nuestro amor.
Volvé, mi amor.
Te estoy esperando.
Te perdono, pero volvé.
Seamos felices, mirémonos a los ojos y digámonos que nos amamos tanto que no se puede expresar con palabras.
Volvé, amor.
Tengo chocolates y puedo hacer café, sé que te gusta.
Amor, ¿tu alma no tiene frío ahí afuera?
La mía esta rota en mil pedazos.
Vení, armalos de nuevo.
Hoy pasó otro día y no supe vos.
Vení a casa; tu casa eran mis brazos y la mía tu pecho.
Otro día sin verte y tengo miedo.
Tengo miedo amor, te estoy empezando a olvidar mientras te recuerdo.
Tengo miedo de que te me escapes como las hojas al viento.
Volvé, mi sol.
Todavía te amo, todavía te pienso, todavía te siento.
Volvé.